Drones que espían el interior de los coches vigilan las carreteras asturianas

Carmen Liedo LANGREO

CUENCAS

La DGT ha presentado en Langreo, por primera vez en España, el funcionamiento de estos dispositivos. Por el momento, no se utilizarán con fines sancionadores

19 jul 2018 . Actualizado a las 14:26 h.

Asturias ha sido el punto elegido por la Dirección General de Tráfico (DGT) para presentar por primera vez el proyecto piloto de uso de drones como medio para la regulación y vigilancia del tráfico. Una demostración del funcionamiento de estos robots se hacía esta misma mañana en el nudo entre la autovía minera (AS-I) y el corredor del Nalón (AS-17). Un técnico de la DGT especialista en este tipo de aparatos montaba un improvisado punto de control y hacía volar uno de los drones en presencia de la delegada del Gobierno, Delia Losa, y de la jefa provincial de Tráfico en la región, Raquel Casado, dando cuenta de la precisión que pueden dar. La cámara que dron lleva acoplada se puede introducir en el interior del vehículo, comprobar que los cinturones están puestos, que los menores también los llevan, si se está haciendo uso del móvil o, incluso, comprobar si se respeta la distancia de seguridad con los ciclistas.

Por el momento, el uso de estos aparatos por parte de la DGT está en pruebas y aunque no se utilizan con fines sancionadores, su misión va a ser la de gestión del tráfico y llegar a carreteras donde actualmente no hay instaladas cámaras de vigilancia, sobre todo, las carreteras secundarias. El dron, que tiene una autonomía de 30 minutos por cada batería, puede alcanzar una altura de 120 metros, ha explicado el responsable de medios aéreos, José Antonio Fernández.

Autoridades

La delegada del Gobierno en Asturias, Delia Losa, ha explicado que este proyecto piloto, que «por primera vez que se presenta en España», forma parte de la campaña de verano que la DGT ha puesto en marcha para controlar el trafico y que entre las medidas que ha adoptado está la introducción de dos drones para «misiones de regulación y vigilancia aérea del tráfico». Ha sido la directora Provincial de Tráfico, Raquel Casado, quien ha precisado que el objetivo de este proyecto piloto es «ampliar todos los medios aéreos que la DGT pone en marcha para poder hacer una gestión más eficaz de las carreteras» en territorios como Asturias donde las condiciones climatológicas hacen que la llegada del helicóptero Pegasus sea «más complicada». «Con un dron podemos llegar a muchos sitios donde a veces es más complicado llegar con el helicóptero», ha señalado Casado.

En concreto, los drones están pensados para carreteras secundarias, ha manifestado la misma, que ha recordado que «el año pasado en Asturias el cien por cien de los fallecidos fueron en vías secundarias» y, por tanto, las vías sobre las que se quiere intensificar el control dando apoyo a las patrullas de la agrupación provincial de tráfico. «Es un elemento más que nos permite garantizar mayor seguridad a los conductores en las vías secundarias», ha dicho la Directora Provincial de Tráfico.

Raquel Casado ha explicado que por ahora se van a utilizar los drones «como medio de vigilancia» y no con fines sancionadores, salvo que se observara «una conducta infractora con demasiado exceso», caso en el que se daría aviso a las patrullas de tráfico para que actuaran. Lo cierto es que estos robots sí que están ya conectados directamente con las cámaras de la DGT del Centro de Gestión del Tráfico de Madrid y lanzan directamente la imagen ayudando a dar imagen de esos lugares a los que hasta ahora no se podía llegar. Así, con estos vuelos de prueba de los drones lo que se está evaluando son las condiciones técnicas, los requerimientos y que es lo que pueden llegar a ofrecer en el ámbito de la gestión y vigilancia del tráfico.

«Lo que queremos es establecer medios de gestión que nos permitan seguir reduciendo la siniestralidad y seguir concienciando al conductor», ha señalado la Directora Provincial de Tráfico, que ha no ha podido precisar cuando se van utilizar los drones de forma generalizada por parte de la DGT porque son «proyectos que poco a poco vayan saliendo» pero que «requieren mucho trabajo por parte de los técnicos».

Precisamente, José Antonio Fernández es el funcionario de la DGT, encargado de medios aéreos, especialmente de drones, que ha venido a Asturias desde Madrid para explicar las posibilidades que tiene este proyecto piloto de uso de robots para el control de la circulación de las carreteras españolas. Según ha dicho en el acto de presentación que esta mañana tenía lugar en la localidad langreana de Frieres, la DGT aún está en proceso de evaluación, no tiene definido el dron con el que va a operar de forma definitiva. El que este jueves ha utilizado para controlar el tráfico del nudo  entre la autovía minera (AS-I) y el corredor del Nalón (AS-17) ha explicado que «es un dron profesional», pero que está a la venta en distintos puntos, y que están evaluando sus características técnicas «para ver las capacidades tanto de vuelo como de plataforma aérea y, sobre todo, lo que nos interesa son las capacidades de la cámara para poder tomar las imágenes que transmitidas al centro de gestión puedan ayudar a los conductores en la seguridad».

Así, en el vuelo de prueba de apenas diez minutos se pudo comprobar la capacidad de vuelo estacionario del dron y cómo la cámara da imágenes estables de la zona que se decida vigilar. Pero además, José Antonio Fernández ha comentado que «estas cámaras tienen la capacidad de introducirnos dentro del vehículo, comprobar que los cinturones están puestos, que los menores llevan también los cinturones puestos o comprobar la distancia de seguridad con los menos protegidos, que son los ciclistas. Con estos sistemas nos permiten tomar esas imágenes y tomar las decisiones adecuadas».

El dron utilizado en estas pruebas durante la mañana de hoy jueves y durante toda la jornada de ayer miércoles permite alcanzar una altura de 120 metros y tiene una autonomía de media hora por cada batería. Las limitaciones de distancia por ahora están en la regulación. Este técnico de la DGT ha señalado que «la regulación del vuelo del dron es una regulación que exige que el vuelo sea visual, es decir, no podemos perderlo en ningún momento de vista», con lo que la distancia máxima desde el punto de control es de un kilómetro. No obstante, Fernández ha anunciado que ya han solicitado a la comisión interministerial entre Defensa y Fomento  «la apertura de pasillos para poder hacer vuelos fuera del alcance visual, porque tenemos capacidad, de una traza de carretera de siete u ocho kilómetros y tener una franja para hacer la vigilancia correspondiente».

Aunque el uso de drones llegue a implantarse para la vigilancia de la circulación de las carreteras españolas, estos aparatos nunca llegarán a desbancar a los helicópteros. «No es la idea», ha dicho José Antonio Fernández, que entiende que son «medios complementarios» porque «el helicóptero tiene unas capacidades, el dron tiene otras, al igual que el ala fija o el globo tienen otras capacidades». Según ha concretado, el helicóptero es «una máquina imprescindible para cubrir áreas extensas y porque tiene el sistema Pegasus», que es un sistema certificado para medir velocidades, mientras que los drones no están certificados para realizar esas mediciones sino «para ver si se respetan los stops, si se respetan las líneas continuas, si se respeta la distancia de los ciclistas, si se respetan los interiores o si se habla por teléfono».

La Dirección General de Tráfico seguirá realizando pruebas con drones hasta determinar qué aparato se adapta más a las necesidades. A partir de ahí, se abrirá un proceso administrativo y contractual en el que los distintos fabricantes presentarán sus soluciones, que se evaluarán para determinar la más conveniente. «Es un proyecto nuevo del que estamos aprendiendo y tenemos que ver cual de esta tecnología que está ya nos puede ser útil para velar por la seguridad del tráfico vial», ha concluido el técnico de la DGT responsable de este proyecto piloto con drones.