El colegio que mejor cuida el corazón de su comunidad escolar

J. C. G. GIJÓN

GIJÓN

Geles García, ya exdirectora del Colegio Cervantes, en una imagen de archivo
Geles García, ya exdirectora del Colegio Cervantes, en una imagen de archivo

El Miguel de Cervantes, primer centro escolar cardioprotegido del Principado tras invertir parte de su premio #BEACTIVE en un desfibrilador semiautomático y formar al personal en su uso

30 ene 2018 . Actualizado a las 19:43 h.

El pasado año, el Colegio Público Miguel de Cervantes, del barrio gijonés de El Cerillero, marcó un hito al recibir el premio #BEACTIVE de la Comisión Europea del Educación y Deporte por su macroproyecto La Isla de la Vida, un programa de vanguardia para fomentar todo lo que tiene que ver con promoción de la salud, la actividad física y el desarrollo de hábitos saludables en su comunidad educativa. Ahora ha decidido utilizar el impulso de ese galardón europeo -y también una parte de su dotación- para dar un nuevo salto en la misma dirección. El centro ha adquirido un desfibrilador semiautomático con el que se convertirá en el primer centro escolar asturiano cardioprotegido. Una forma de pasar de «la prevención primaria, que fomenta una vida activa y saludable para evitar la aparición de enfermedades cardiovasculares, hasta un nivel de prevención secundaria, que les permitirá reaccionar adecuadamente y con los recursos necesarios en caso de que se produzca una parada cardiorrespiratoria dentro del recinto escolar».

La normativa autonómica vigente desde 2016 para regular la instalación y utilización de desfibriladores externos fuera del ámbito sanitario no obliga a un centro del tamaño del Miguel de Cervantes a tener este tipo de dispositivos; pero, según explica su directora, Geles García, el centro quiere ofrecer «un extra de seguridad» con esta iniciativa que ha recibido el apoyo del Centro de Profesores de Gijón y de la Consejería de Educación. «Se trata de un compromiso con la vida de todos los usuarios de un recinto educativo que no sólo alberga las prescriptivas clases en horario lectivo sino que también se abre en horario extraescolar hasta las 23 horas e incluso sábados y domingos para diversas actividades, entrenamientos y competiciones deportivas», aclara García. La responsable del colegio aclara que el trasiego diario no solo lo es de de niños y adolescentes sino también de gente de mediana y avanzada edad que realiza deporte, acompaña a los escolares o participa en las actividades.

Pero, naturalmente, hay que saber cómo utilizar un desfibrilador semiautomático. Por ello, el colegio ha contado con unas sesiones de formación impartidas por José Ramón Madera Amor que «se ha volcado por completo en este nuevo proyecto» según Geles García. Profesores, personal no docente, entrenadores y monitores de extraescolares han recibido así las instrucciones para el manejo del desfibrilador y la aplicación de maniobras de reanimación cardiopulmonar. Para ello han acudido incluso en su tiempo no lectivo y fines de semana.

«Una parada cardiorrespiratoria puede afectar a cualquier persona en cualquier momento y hay que saber reaccionar adecuadamente para garantizar la cadena de supervivencia con el objetivo de recuperar la vida y reducir las secuelas. Una pronta respuesta liderada por personal instruido en la reanimación cardiopulmonar y en el manejo de un desfibrilador marca la diferencia entre la vida o la muerte dado que un 85 % de las paradas cardíacas se deben a una fibrilación ventricular cuya respuesta sanitaria más adecuada es la desfibrilación precoz mediante la aplicación de una descarga eléctrica», argumenta Geles García, que añade: «Ojalá nunca tengan que usarlo , pero en caso de emergencia vital, en este Colegio ya están preparados para reaccionar con diligencia y de manera eficiente».

El centro pretende que su iniciativa sirva también para «prender la mecha de la cardioprotección» en otros centros públicos y «tejer una Red de Espacios Educativos Cardioprotegidos en Asturias» empezando por El Cerillero, La Calzada y Gijón.