Cárcel para el detenido por muerte violenta en Porceyo

La Voz REDACCIÓN

GIJÓN

Palacio de Justicia de Gijón
Palacio de Justicia de Gijón

El juez le imputa un delito de homicidio. Ha dictaminado el ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza para el acusado

02 nov 2019 . Actualizado a las 17:54 h.

El juez ha acordado este sábado, 2 de noviembre, el ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza para el detenido por la muerte violenta de un hombre, de 62 años, en la madrugada del pasado jueves en su domicilio de Porceyo (Gijón), acusado de un delito de homicidio. El titular del Juzgado de Instrucción número 5 de Gijón, en funciones de guardia, ha imputado al detenido, Alberto A.A., de 40 años, un delito de homicidio, sin perjuicio de que a lo largo de la instrucción esta calificación pueda modificarse.

También ha prestado declaración la mujer de la víctima, quien ha ratificado en el juzgado que, en la madrugada del pasado jueves, al llegar a la vivienda que compartía con la víctima, Jorge Aquilino LL., de 62 años, y constatar que en el interior del domicilio se encontraba Alberto A.A., se escondió debajo de una cama. Al encontrar el cadáver de su pareja, alertó a la Policía Nacional y ésta a su vez a la Guardia Civil de la Comandancia de Gijón, que se hizo cargo de la investigación al estar ubicada la vivienda dentro de su demarcación.

Ese mismo día, la Unidad Orgánica de la Policía Judicial de la Comandancia de Gijón lograba, con los datos aportados por la mujer de la víctima, identificar y detener a Alberto A.A. por su presunta autoría en el crimen. Según informa EFE, la víctima y su presunto asesino se conocían porque habían coincidido cuando cumplían sus respectivas condenas en el Centro Penitenciario de Asturias.

Alberto A.A. había sido condenado, cuando tenía 20 años, a una pena de 15 años de prisión por asesinar, en el año 1999, a un mendigo con el que había discutido por el lugar que cada uno debía ocupar para pedir limosna a las puertas de una iglesia en Bilbao. Los continuos altercados que Alberto A.A. protagonizó en las diferentes prisiones donde fue trasladado le llevaron a incrementar su condena hasta 20 años y cuando fue conducido a la cárcel de Asturias coincidió con Jorge Aquilino LL., conocido por el apodo de «Quili», quien cumplía una condena por impagos en la manutención de una de sus hijas.

En octubre de 1999, el titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Bilbao era el actual ministro de Interior en funciones, Fernando Grande-Marlaska, quien ordenó el ingreso en la prisión de Martutene de Alberto A.A. tras confesar su autoría en el crimen del mendigo. Según su relato, tras discutir por el sitio que debían ocupar para pedir limosna, Alberto A.A., insultó a la víctima, la agarró por detrás del cuello con la mano izquierda, mientras con la derecha «le pegó un puñetazo y le dijo que le iba a matar» y le llevó hasta las vías de la estación de Feve en Basurto.

En la estación, ordenó a la víctima que se sentara, cogió un cinturón, le ató los pies y las manos y seguidamente le dio «cuatro o cinco veces en las piernas» con un palo de madera, según la sentencia. A continuación, cogió un hierro oxidado del suelo, de unos 20 ó 30 centímetros, y «se lo metió en la boca hasta la garganta», le cogió por la nariz y le obligó a abrir la boca y lo repitió en tres ocasiones, «incrustándoselo».

Más tarde, se dirigió al muro cercano que separa las vías de la calle y se fumó un cigarrillo y al ver que la víctima, boca abajo, no se movía y respiraba con dificultad, le pisó la cabeza y arrojó tres piedras, le tapó con una alfombra que había en el lugar, cogió su chaqueta, le prendió fuego con un mechero y la arrojó sobre el cuerpo. Aunque en un primer momento intentó simular que se trataba de un testigo, finalmente, tras desmontarse su versión, admitió su autoría en el crimen ante Grande-Marlaska.