Los nuevos muestreos de la arena de la playa de San Lorenzo: hasta 13 tipos de carbón y plásticos
GIJÓN
El estudio premilinar del Incar vuelve a confirmar que las manchas carbonosas no proceden únicamente del «Castillo de Salas»
12 dic 2019 . Actualizado a las 16:12 h.Los nuevos muestreos realizados en octubre por el Instituto Nacional de Carbón (Incar) vuelven a confirmar que el carbón que continuamente aparece en la playa de San Lorenzo no procede sólo del Castillo de Salas, que se hundió en 1986 frente al cerro de Santa Catalina. Un primer análisis petrográfico de 25 de las 120 muestras tomadas en varios puntos del arenal encuentra hasta 13 tipos diferentes de carbón, además de coque de carbón (que el buque hundido no portaba en su carga), mineral de hierro e incluso plásticos en gran parte de ellas.
El estudio preliminar que el Incar ha remitido al Ayuntamiento de Gijón, que se completará con otro dentro de cuatro meses y el definitivo en septiembre del año que viene, indica que todas las muestras analizadas contienen mezclas de varios carbones, entre 11 y 13 tipos diferentes, y en distintos porcentajes, de todos los rangos (todos los bituminosos y en ocasiones antracitas). También señala que los carbones tienen distinta composición petrográfica y que hay partículas de carbón que claramente han pasado largos periodos de permanencia en el mal al aparecer redondeadas o muy redondeadas y/o muy alteradas.
De las 25 muestras analizadas, sólo cinco no contienen material carbonoso. En el resto, en las que el material carbonoso más abundante es el carbón seguido del coque de carbón, aparecen también pizarras carbonosas, partículas térmicamente alteradas o grafito en cantidades variables. Asimismo, gran parte de las muestras contienen mineral de hierro y algunas también plásticos.
El informe, en el que los investigadores muestran su confianza en poder disponer de material procedente del Castillo de Salas para poder compararlo con las muestras recogidas en la playa, también señala que la materia carbonosa aparece casi permanentemente en las zonas de las escaleras 2 y 3, hacia el este de la playa y en la desembocadura del río Piles.
En esta nueva campaña de estudio petrográfico de la arena de San Lorenzo se realizaron cuatro muestreos los días 10, 11, 27 y 28 de octubre en una situación considerada normal en la playa, es decir, en la que no habían aparecido las grandes manchas negras que suelen cubrir una parte del arenal ocasionalmente. En una próxima recogida se tomarán muestras de la zona este de la playa, de las manchas carbonosas de las escaleras 2 y 3 y cuando se den las circunstancias del periodo de avenida de carbón.
¿En qué consisten los análisis petrográficos?
Cada una de las 120 muestras recogidas en los cuatro muestreos se guardan en una bolsa de plástico con sus referencia correspondiente y sus coordenadas GPS para poder situarlas en el mapa. Una vez recogidas y referenciadas, las muestras se colocan en bandejas esmaltadas para evitar cualquier tipo de contaminación y se dejan secar a una temperatura de entre 35 y 40 grados. Los investigadores del Incar, en este sentido, destacan que las muestras tardan bastante en secar, llegando incluso a los tres días debido probablemente a que muchas de ellas contienen algo de arcilla, además de arena y algo de carbón o materia carbonosa.
Una vez secas, las muestras se pesan y se cuartean para sacar una fracción de entre 15 y 20 gramos. Esta fracción se lava con agua dulce para evitar que las sales de agua de mar o cualquier otra impureza afecte a los objetivos de los microscopios y a las medidas a realizar sobre las muestras. Una vez lavadas, se vuelven a secar en estufa y a la misma temperatura que anteriormente, procediendo a su preparación en las probetas petrográficas.
Los investigadores remarcan, de nuevo, que las muestras no se muelen para no afectar a las partículas de carbón, además de que explican que las partículas carbonosas redondeadas son aquellas que evidencian largos periodos de tiempo en el mar sometidas a la acción de mareas y oleaje.
Todos los análisis se realizan en microscopia óptica de luz blanca reflejada, con objetivos de 50 aumentos y en inmersión en aceite tal y como establecen las normas de análisis petroglífico de carbones y materia orgánica sólida. Sobre cada nuestra se realizan tres análisis. En primer lugar, uno sobre la composición petrográfica de todas y cada una de las muestras que permite determinar el porcentaje de carbón, de otros materiales carnosos y de arena en cada una de ellas. «La composición petrográfica de cada muestra es importante porque el coque, por ejemplo, no venía en el carguero Castillo de Salas», señalan en el estudio preliminar los investigadores del Incar.
En segundo lugar, se realiza un análisis maceral para los carbonos y/o mezclas de carbón contenidas en las muestras, que ofrece resultados sobre los tres componentes básicos de un carbón (vitrinita, inertinita y liptinita). Este análisis permitiría eventualmente indicar si los carbones presentes en las muestras proceden del hemisferio norte o sur.
Y, por último, un tercer análisis mide la reflectancia de la vitrinita, uno de los componentes del carbón, que permite determinar la clase o clases de carbones incluidos en las muestras. «Este dato es importante ya que pueden sugerir destinos finales de uso del carbón. Además si eventualmente tuviéramos la información solicitada que contenía el carguero podríamos comparar la información que obtengamos a partir de las muestras actuales con la de los carbones del Castillo de Salas», indican al respecto los investigadores.
El concejal de Medio Ambiente, Aurelio Martín, a tenor de estos resultados, ha indicado que es fundamental la colaboración de la Autoridad Portuaria de Gijón para identificar el movimiento de mercancías en El Musel durante los días en los que aparece carbón en la playa. En este sentido, según recoge Europa Press, ya ha mantenido la semana pasada una primera reunión de trabajo con la Autoridad Portuaria, mostrando confianza en que esa colaboración va a llevarse a cabo.