Un bar de Gijón prohíbe la entrada a un cliente por machista

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Parte del mensaje que un bar de Gijón envió a un cliente por sus comentarios machistas a una camarera
Parte del mensaje que un bar de Gijón envió a un cliente por sus comentarios machistas a una camarera

«Los espacios seguros como el nuestro se crean sin gente como tú», le explican por mensaje tras incomodar en varias ocasiones a una camarera con «las mierdas machistas de siempre»

12 jun 2020 . Actualizado a las 14:37 h.

Del «no tocar las tetas a la camarera sin desinfectarse las manos» a expulsar para siempre a un cliente habitual por su comentarios machistas a una camarera en la misma semana. El primer mensaje se colgaba en las redes sociales de un local de ocio nocturno de Poniente, sembrando la polémica incluso a nivel nacional por su carácter sexista y machista y motivando que la alcaldesa de Gijón, Ana González, plantease a la Oficina de Políticas de Igualdad que estudie la posibilidad de denunciarlo por «intolerable e inaceptable» en pleno siglo XXI. Y, en la otra cara de la moneda, el bar Páramo, también de Gijón, hacía público ayer el mensaje que le enviaban por WhatsApp a un cliente habitual que colmó el vaso con sus comentarios machistas hacia una de las camareras del local.

«El respeto es indispensable en nuestro local. Si no lo tienes, si eres un retrógrado, si molestas a quien está currando, te vas a ir a tu puta casa. Y si además eres un machista y te metes con la maldita mejor camarera del condado, no vas a volver a entrar», explican en sus redes sociales, considerando que «es nuestra obligación denunciar estas cosas pública y vehementemente» colgando las capturas del mensaje que le enviaron al cliente para hacerse saber que tiene prohibida desde ahora la entrada en el bar.

En ese mensaje le explican al cliente que es la segunda vez que incomoda con sus comentarios a la camarera. «La primera vez, hace unos meses, le insinuaste que estaría más guapa con coletas. Su trabajo -le matizan- es servirte bebidas, todo lo que opines sobre su vestimenta, forma de ser o de actuar, te lo tragas». 

La gota que colmó el vaso, continúan explicando en el mensaje, fue esta semana, cuando a raíz de otro comentario dirigido a la camarera «hasta un cliente habitual tuvo que decirte que las bromas tenían un límite». Ese comentario, por el que le invitaron a irse del bar, fue «no tengo dinero, te lo pago en carnes». «Si no te dijimos nada la otra vez es que por eres buen cliente y todos se merecen una segunda oportunidad, pero hoy creo que sobrepasaste un límite con una trabajadora en su turno. Tengo la información contrastada con quienes allí estaban y tu comportamiento fue deleznable», le dicen al cliente.

«Está muy bien alardear de ser de izquierdas y antifascistas pero el antifascismo y el feminismo no se entienden el uno sin el otro, así que hay una cosa fundamental para ser ambas: predicar con el ejemplo», continúan. Y, por ello, en este bar gijonés le recuerdan al cliente en cuestión que «los comentarios y los comportamientos machistas no tienen cabida en nuestro espacio, por eso mola, así que sintiéndolo mucho no vamos a permitirse la entrada nunca más en nuestro local. Los espacios seguros como el nuestro se crean sin gente como tú, es intolerable que la camarera, que es quien más manda, se sienta incómoda por las mierdas machistas de siempre».