Un año sin Eleazar: su familia sigue luchando por que se haga justicia

Carla Vega REDACCIÓN

GIJÓN

Eleazar, con polo fucsia, junto a su primo y su padre, en el estadio de El Molinón
Eleazar, con polo fucsia, junto a su primo y su padre, en el estadio de El Molinón

Aún inmersos en un juicio que parece no tener fin, los seres queridos del joven fallecido tras un altercado a las puertas de El Molinón continúan buscando una explicación a lo sucedido

08 sep 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Hoy, 8 de septiembre, es un día marcado en el calendario de miles de asturianos que celebran el día del Principado anualmente. Sin embargo, para la familia de Eleazar García el significado de esta fecha cambió hace ya un año. Este mismo día, en 2019, el joven, de apenas 30 años, fallecía tras un altercado a las puertas del estadio de El Molinón, durante el partido que enfrentaba a las selecciones de España e Islas Feroe que había acudido a ver junto a su padre y su hermano.

Eleazar, que tenía reconocida una discapacidad del 75%, salió del recinto en un momento dado y, cuando quiso volver a entrar, desorientado, la seguridad privada del estadio se lo impidió. Ese fue el momento que el que se vivió una situación de forcejeo, que acabó con su traslado a un centro de salud cercano, donde entró en parada debido al estrés sufrido durante el altercado.

Hoy se cumple un año de dicho suceso, y Diego García, el tío del fallecido, recuerda a su sobrino, y reconoce que están siendo días difíciles para la familia. «Pararse un poco después de un año de batalla y lucha, que seguimos en ello, trae mucho detrás. Además, ha coincidido que ha habido un partido de la selección, justo en el contexto en el que sucedió esto, por lo que se nos ha juntado un poco todo, y están siendo días muy dolorosos», explica García a La Voz de Asturias.

A pesar del tiempo que ha pasado, la familia de Eleazar continúa sin comprender cómo pudo llegar a darse esta situación. «Iba a ser un día de fiesta y se transformó en un día de tragedia y muerte injustificada, fue todo muy truculento y una pura sinrazón», afirma su tío, que reconoce además lo duro que está siendo el proceso judicial que se abrió tras dicho suceso. «Estamos luchando con mucha incomprensión, mucha dejadez por parte de los responsables que no acaban de aceptar su parte de culpa, y que no tienen una palabra de arrepentimiento o de reconocimiento de los hechos; todo son evasivas», indica.

Actualmente el juicio sigue en marcha, y en la familia de Eleazar están muy agradecidos a la jueza que está llevando el caso, ya que ven que poco a poco se va avanzando en su búsqueda de justicia. «Está viendo muchas incongruencias en la otra parte, y nosotros siempre hemos dicho que lo único que nosotros pedíamos es que se examinasen todas las pruebas, que se tuvieran en cuenta todos los testimonios, porque ni aún eso tenían a bien el tenérnoslo en cuenta», explica Diego García, haciendo alusión a los dos testigos que, a través de este periódico, se ofrecieron a la familia si necesitaban su ayuda en el juicio.

«Después de su declaración (la de los testigos) la investigación dio un vuelco, y ya han declarado los agentes de seguridad, de las Policías local y nacional, y también un experto en defensa personal. Este último dijo que para reducir una persona pueden hacer falta dos, máximo tres personas, porque a partir de ahí lo único que se hace es entorpecer la labor de reducción. Y mi sobrino, según testigos presenciales, tuvo entre diez y doce personas encima de él», narra García con rabia.

La familia de Eleazar también denuncia que continúan esperando una condolencia y rectificación por parte del ayuntamiento con respecto a la información con la que, en su momento y derivado de la Policía Local, se explicó lo ocurrido. «Nosotros sabíamos lo que era y es mi sobrino, un niño bueno y tierno, cariñoso, y decir que era un borracho y agresivo no lo pasamos. Dichas declaraciones a día de hoy no se han rectificado, aunque las pruebas toxicológicas hayan confirmado que no era así», cuenta Diego García. «A estas alturas, después de un año, esas muestras de condolencia ya no nos importan, pero es que parece que no ha pasado, que se muere una persona en un partido y en tiempos normales salía una gallina o un gato en un estadio y había noticias por todo el mundo, pero se muere una persona y parece que aquí no ha pasado nada», lamenta.

Sin embargo, y a pesar de las piedras que se han encontrado y se están encontrando en el camino, la familia quiere agradecer a todos los que les han mostrado su apoyo y cariño durante todo este proceso, en especial al abogado que lleva la causa, Marcos García Montes, a la familia de Joaquín Cortés y su hermano Diego Cortés y a Ismael Cortes, diputado de Podemos. También al arropo y ayuda de su iglesia evangélica Filadelfia, y al consejo de ancianos. «A pesar de que es todo muy doloroso, un sinsentido y una barbarie lo mires por donde lo mires, estamos muy agradecidos a todos ellos, ya que nos han ayudado mucho­», afirma García.