El padre de la niña, que había interpuesto una veintena de denuncias, reclama que una «salvajada» como la muerte de su hija «no vuelva a pasar»
01 nov 2022 . Actualizado a las 20:55 h.«No tiene sentido. ¿Por qué ha muerto Olivia?», se preguntaba este martes, durante el emotivo acto de recuerdo a la pequeña de 6 años, su padre, Eugenio García, que había llegado a interponer una veintena de denuncias durante los cinco años en los que dijo haber estado luchando en los tribunales por la custodia de la niña.
«Te lo llevarás a la tumba sin encontrar explicación. Es absurdo, inútil. No se va a ningún lado con el odio», aseguraba este martes en Torrecaballeros, explicando de nuevo a los periodistas que se acercaron hasta el pueblo segoviano en el que la pequeña pasaba temporadas con sus familiares, completamente desconsolados, que nunca se hubiera imaginado tan terrible desenlace.
«No entra dentro de ninguna cabeza», acertaba a decir, sobre la presunta parricida, su exmujer Noemí M. L., que fue detenida al filo de la madrugada del pasado domingo después de que la Policía consiguiera entrar en el piso en el que madre e hija vivían de alquiler en Gijón. La pequeña yacía muerta en la cama, en la que la mujer también se encontraba tendida, después de que presuntamente le hubiera suministrado fármacos que acabaron con la vida de la niña. El aviso que puso en alarma a la Policía lo había dado un familiar después de que no consiguiera contactarla.
«Esta gente tiene que estar apartada de la sociedad. No se pueden juntar con la gente de bien», insistió el padre, que el viernes había conseguido que un juez le concediera la custodia de Olivia, a quien ya había escolarizado de vuelta en Segovia.
«Se va a quedar siempre con nosotros», exclamó, entre sollozos, tras los cinco minutos en los que su pueblo, Torrecaballeros, se mantuvo en silencio para recordar a Olivia. «No puede volver a pasar esto», aseguró también sobre la «salvajada» que ha sido la muerte de su niña. También clamó que un padre no debe enterrar a sus hijos porque «no es natural» y recordar que el deber de una madre es cuidarlos, según declaraciones recabadas por Europa Press. «Cualquier adjetivo que le pongamos se queda corto, es una barbaridad», afirmaba también el alcalde del municipio.
