Emotiva despedida a la joven que se quitó la vida en Gijón: «Era la mejor hija, mi confidente y mi amiga»

La Voz

GIJÓN

Fachada de la iglesia del Corazón de María, en Gijón
Fachada de la iglesia del Corazón de María, en Gijón

La iglesia del Corazón de María acogió el último adiós a Claudia González, exalumna del colegio La Asunción: «Lástima que un grupo de gente malintencionada la anulara por completo»

02 may 2023 . Actualizado a las 13:48 h.

Emotiva despedida en la iglesia del Corazón de María para Claudia González, la joven de 20 años que el pasado fin de semana se quitó la vida en Gijón. Cientos de personas se reunieron en la parroquia gijonesa para darle el último adiós a la exalumna del colegio La Asunción, quien había dejado una nota en la que confesaba todo el sufrimiento que estaba pasando a causa a sus acosadores.

María Belén Álvarez, madre de la joven, leyó una conmovedora carta frente a sus familiares y amigos: «Era la mejor hija del mundo, mi confidente y mi amiga». Un escrito en el que denunció el dolor por el que tuvo que pasar la joven Claudia. «Lástima que en su corta edad, cuando su personalidad se estaba formando, un grupo de gente malintencionada, que por supuesto no se encuentran dentro de todo este maravilloso y cariñoso grupo que estáis aquí acompañándola, le cortara las alas para seguir siendo ella misma, y le anularan por completo su autoestima y su autoconfianza», manifestó la madre, lamentando que «la hicieran sentirse inferior para siempre».

Tal y como expresó María Belén Álvarez, esta situación «fue algo que no le dejó disfrutar de lo maravillosa que era, y no le permitió convertirse en la espectacular mujer que podría haber sido, tanto por sus aptitudes como por sus sentimientos». «Nos deja unos maravillosos recuerdos de veinte años compartiendo con ella, una hija muy deseada y muy querida, y a la cual llevaremos en nuestro corazón siempre. Y de la cual su madre, su padre y su hermano nunca van a permitir que nadie se olvide», apuntó.

Una emotiva despedida en la que su madre también se refirió a la joven como «un ángel de luz que nos guiarás para siempre» y en la que, tal y como expresó su madre, fue «una auténtica campeona que luchó con todas sus fuerzas para salir de la depresión que sufría desde hacía muchos años»: «Era una gran persona, siempre pensando antes en los demás que en ella misma: cariñosa, alegre, servicial y, como uno que está aquí le dijo, siempre recogiendo por el mundo gatitos heridos en su afán por ayudar a la gente».