Al más puro estilo Willy Fog, este restaurante de Gijón da la vuelta al mundo a través de bocadillos
GIJÓN
Este nuevo local abrió sus puertas hace tan solo un mes y ya ha conquistado los paladares más exquisitos de la ciudad
05 sep 2025 . Actualizado a las 11:54 h.En barco, en el elefante, en tren, o... a través de bocadillos. Las formas de dar la vuelta al mundo son muchas y una de ellas puede ser a través de un viaje culinario. Pero no hace falta salir de Gijón para descubrir mundo. Una nueva bocatería de la ciudad apuesta por esta curiosa forma de conocer nuevos sabores y traslada a los comensales de Estados Unidos a Corea a través de sus elaboraciones.
Se trata de Willy Food, un nuevo restaurante ubicado en el barrio de Cimadevilla que, inspirado en las aventuras de Willy Fog en La Vuelta al mundo en 80 días, plantea una nueva forma de descubrir las diferentes culturas culinarias del mundo. «La idea principal es que la gente pueda conocer la gastronomía de diferentes partes del mundo a través de sus bocadillos más reconocibles», explica Jorge Florez, uno de los propietarios del restaurante.
Willy Food abrió sus puertas hace tan solo un mes y su innovación ya ha calado entre los paladares más exquisitos de la ciudad. Pero Jorge no regenta en solitario este restaurante, trabaja mano a mano con Lara y Stefania y los tres juntos han logrado convertir en todo un éxito este nuevo local gijonés.
Siguiendo su concepto principal, Willy Food tiene a día de hoy seis bocatas en su carta inspirados en diferentes países del mundo. Su viaje culinario empieza con el «Will Stick, una versión del Philly Steak, el típico bocata americano de entrecot y con queso cheddar». Pero no es el único bocadillo capaz de trasladarte a Estados Unidos. «Tenemos además el Gamba Roll que bebe un poco de la parte oriental en cuanto a la preparación de la gamba, mezclado con el típico lobster roll americano».
Dando un salto hasta México, Willy Food propone su bocadillo de cochinita pibil; y para los amantes de la gastronomía nacional ofrece el emparedado de carrilleras. «Son nuestras dos grandes estrellas. Ambos bocadillos llevan dos días de preparación porque los hacemos a baja temperatura. Continuando por Europa, no podía faltar la famosa focaccia italiana, rellena de mortadela, rúcula y pesto. Este restaurante gijonés ofrece además algunas versiones vegetarianas de sus bocadillos.
En tan solo un mes, Willy Food se ha convertido en uno de los restaurantes de referencia de la ciudad. ¿Su secreto?: «Tratar al pan como si fuera un solomillo y darle la importancia como si fuera un plato principal», comenta Florez. «El pan nos lo prepara Omar, el de La Portalina, en horno de piedra. Él nos elabora el pan brioche, el de chapata y el tradicional; nos los deja listos para darle un último golpe en el restaurante y que la gente lo coma recién hecho».
En Willy Food, asegura Florez, agotan sus bocadillos en tiempo récord. «Abrimos a las 20.00 horas y sobre las 23.00 horas ya no tenemos más existencias, desde que abrimos hemos vendido siempre toda la mercancía. Salimos con unos 100 bocatas todos los días y cuando se terminan acabamos el turno». Pero los bocadillos no son el único plato de su carta. La vuelta al mundo se da además a través de sus patatas cocinadas al estilo belga, con tres cocciones, a través de sus alitas, preparadas con salsa coreana y sésamo, o viajando por algunos de sus postres, como la tarta de queso o el brownie al más puro estilo americano.
Este local gijonés no solo invita a los comensales a descubrir los sabores del mundo, sino que también se plantea como una opción desenfadada donde comer con las manos y disfrutar «en familia o con amigos». «Hay gente que viene únicamente por la experiencia, gente mayor que nos dice que se siente rejuvenecida y esto es una tendencia que hemos visto desde el primer día», asegura el hostelero. Y aunque este viaje culinario no ha hecho más que empezar y durará más de 80 días, desde Willy Food tienen claro su próximo destino: Japón.