De una adolescencia difícil a pelear por el título nacional de boxeo: la historia de Minerva Gutiérrez «La Espartana»
GIJÓN
La boxeadora gijonesa peleará en el campeonato nacional que tendrá lugar en Elche el próximo 11 de octubre
09 oct 2025 . Actualizado a las 08:58 h.Para Minerva Gutiérrez Bulte, subirse al ring no solo supone pelear contra su contrincante, es también un refuerzo de su pasión, una forma de demostrar quién es y en quién se ha convertido. Esta boxeadora gijonesa se prepara ahora para disputar un nuevo campeonato de España, que tendrá lugar este 11 de octubre en Elche y que puede ser la puerta de entrada a los campeonatos Europeos.
Minerva se crió en la calzada y su adolescencia no fue sencilla. «Era bastante elementa, andaba todo el día metida en líos», recuerda Gutiérrez. Pero un día Minerva conoció el boxeo, el deporte que conseguiría que se centrara. «Fue gracias a mi primo, que en aquel momento lo practicaba, y a mi primer novio, que también iba a veladas y yo le acompañaba», hasta que un día la gijonesa decidió ser ella quien se subiese al cuadrilátero. Con 21 años comenzó a entrenar, «algo tarde», confiesa; y tan solo dos meses después debutó en su primera pelea.
«Desde el primer momento me enganché a esa adrenalina», recuerda la boxeadora, aunque confiesa que aquella primera pelea «fue terrible». «Yo era muy novatilla, debuté demasiado pronto. La chica con la que competía también debutaba, pero llevaba más tiempo entrenando. Siempre he sido muy valiente y al final salí ahí con un poco de corazón. Terminamos en empate».
Aquella primera pelea supondría el despegue de una gran carrera deportiva en la que la asturiana se daría a conocer como «La Espartana», pero los inicios de Minerva en el boxeo no fueron sencillos. «Comencé teniendo una carrera intermitente, porque tenía que combinar los entrenamientos con mi trabajo en la hostelería». Pero Minerva siempre tuvo claro su objetivo: pasar de amateur a profesional. Tras más de diez años, con mucho esfuerzo y entrenamientos la gijonesa vio cómo sus sueños se cristalizan. Hace más de un año la boxeadora asturiana consiguió subir de categoría lo que supone que «las peleas pasan de cuatro asaltos de dos minutos, a diez asaltos; es casi media hora de pelea».
Con su primer objetivo cumplido, la ambición de Minerva continuó creciendo. La gijonesa quería poder dedicar el 100% de su tiempo a su pasión: el boxeo. Por ello, hace un año, decidió abrir su propio gimnasio junto a su pareja, quién también es su actual entrenador. «El punto de inflexión llegó con un campeonato de España al que no llegué tan preparada como debía haber llegado. En ese momento lo decidí, quería dedicarme en exclusiva al boxeo y poder prepararme bien para mis competiciones. Quería vivir de lo que realmente me gustaba».
En sus once años de trayectoria deportiva, Minerva ha tenido la oportunidad de demostrar su destreza contra las mejores boxeadoras del mundo. «Peleé con la campeona del mundo en Serbia, he disputado un campeonato nacional y un europeo». Y aunque el título aún se le resiste, Minerva asegura que los resultados «siempre han sido buenos, siempre he estado muy cerca» gracias, asegura, a su gran preparación. «Hago doble sesión de entrenamiento todos los días, pero no me importa, me encanta el boxeo y me gusta prepararme». Lo que sí le cuesta a la asturiana, confiesa entre risas, «es la dieta». «Me gusta comer, me gusta mucho el dulce y en momento como ahora cuando tengo que cerrar el pico para dar el peso, es lo que más me cuesta»
Ahora, la gijonesa ultima los detalles para conquistar el campeonato nacional que se celebrará este sábado en Elche. Gutiérrez Bulte se subirá al ring en 52,162 kilogramos y luchará con guantes y dientes por alzarse con la victoria que le podría suponer un acceso directo al campeonato europeo. Minerva asegura que se siente «muy bien preparada. Justamente se me cayó un campeonato en Canarias y pude empalmar una preparación con otra». Y aunque sabe que su contrincante tiene un gran recorrido en los deportes de contacto, «solo tiene cuatro peleas en boxeo profesional». La asturiana afronta esta nueva pelea con la guardia alta, pero confiada, porque, asegura, «he entrenado como si fuera a pelear en el campeonato del mundo».