Asturias quiere (y debe) subirse al coche eléctrico

Carmen Liedo REDACCIÓN

IN ASTURIAS

Coche eléctrico
Coche eléctrico

El sector de la movilidad eléctrica ve en esa industria una oportunidad de crear empleo y riqueza económica y plantea la creación de un clúster para desarrollar ese mercado. Urge el desarrollo de un plan industrial que permita captar parte de los 4.800 millones que la UE destinará a las regiones en transición energética

27 may 2020 . Actualizado a las 18:11 h.

La transición energética está en marcha, la descarbonización no tiene freno, la gran industria electrointensiva de la región parece que pagará las consecuencias y el futuro será para quienes sepan adaptarse a la nueva realidad. Una de esas realidades será la movilidad eléctrica, los coches que funcionarán con baterías recargables en detrimento de los coches actuales que funcionan con combustibles, y ya hay voces que apuntan que Asturias tiene delante la oportunidad de abordar una nueva opción industrial, justamente, la de la movilidad eléctrica.

Uno de los defensores de esta posibilidad que se le presenta a la región es Adriano Mones, representante de la Asociación Empresarial para el Desarrollo e Impulso del Vehículo Eléctrico (Aedive) y director de Desarrollo Regional en Phoenix Contact E-Mobility. El mismo considera que, efectivamente, «Asturias tiene la oportunidad de abrirse a una nueva industria» pero que, además, «es una necesidad» teniendo en cuenta que el actual modelo industrial «por diferentes razones se agota». Defiende, por tanto, que hay que optar por una alternativa de futuro que aglutine «las fortalezas de la región», que según dice son las que ya tiene en el ámbito del metal, la energía, el transporte o las tecnologías de la información y la comunicación. «Se trata de ponerlo en valor e integrarlo en la movilidad eléctrica», manifiesta Monés, que pone sobre la mesa la propuesta de crear un clúster. Esto es interrelacionar bajo una figura a un grupo de empresas de distintos sectores e instituciones, concentradas geográficamente, para desarrollar un mercado o negocio. El mismo la considera «una idea a madurar que necesita el apoyo de las instituciones», pero tiene en cuenta que en la actualidad nuestra comunidad ya cuenta con empresas que son proveedoras de la industria de la automoción. «Sería la evolución natural aprovechando lo que ya tenemos, crear un clúster de la movilidad eléctrica», propone.

Pero ¿qué es la movilidad eléctrica? «Es hacer toda una infraestructura más allá de lo que son los vehículos eléctricos», explica el miembro de Aedive, que compara la movilidad eléctrica con los teléfonos inteligentes para hacer ver que los coches eléctricos serán más que coches al igual que un iPhone, por ejemplo, sirve para mucho más que para hacer llamadas. De hecho, matiza, «lo utilizamos para otras muchas cosas más que como teléfono» y que «lo interesante» estará en ver todo lo que nos va a aportar el vehículo eléctrico. En su opinión, cambiará la forma de conducirlo, quizá lleguen a ser vehículos compartidos y emitirán una ingente cantidad de información diaria porque serán coches inteligentes.

Y Asturias es una región que ya reúne condiciones para hacerse con esa industria, porque pese a que «es la única región industrial que no tiene fábrica de automóviles», Adriano Monés recuerda que tiene «mucha industria auxiliar» para la misma entre otras potencialidades, y cita al sector del metal y al siderúrgico como básicos, que en el ámbito energético cuenta con EDP como una de las empresas más importantes, con un sector TIC por el que se ha apostado años atrás «que debe saber incorporarse» y con las empresas más importantes de transporte. Estratégica considera también la ubicación geográfica de Asturias y que cuente con puertos marítimos de cara a esa estrategia de internacionalización y a un mercado global. Así, señala que nuestra comunidad autónoma engloba todo lo que puede requerir la movilidad eléctrica, a la que se podría integrar el actual tejido industrial asturiano.

Para aprovechar estas potencialidades «aquí y ahora» y no perder la oportunidad de subirnos al coche eléctrico, el representante de Aedive urge la elaboración de un plan industrial «a conciencia» en el que «se analicen todas las opciones y se ponga de manera sencilla cual es el mejor encaje para la región». En ese plan habría que concretar la inversión necesaria, cuántos empleos se podrían crear, el parque de proveedores existente, las estrategias de internacionalización, las fórmulas comerciales o un plan de marketing. Y el tiempo apremia, según Adriano Monés, porque Asturias «es una de las 41 regiones en transición energética especial que puede optar a parte de los 4.800 millones de euros que ha articulado la UE» para aquellas zonas que, como Asturias, tienen que cambiar su modelo económico como consecuencia de la descarbonización. Dicho esto, apunta que otras regiones también están viendo «que la movilidad eléctrica es el futuro», con lo que insiste en que no hay tiempo que perder. «Asturias tiene que ser ambiciosa porque no le queda otro remedio, pero además tiene potencialidades para llegar hasta las últimas consecuencias», comenta el director de Desarrollo Regional en Phoenix Contact E-Mobility.

La región como centro de atracción de inversiones

Un punto de ventaja es que la región asturiana ya tiene constituida desde hace año y medio la Mesa Regional para el Fomento de la Movilidad Eléctrica, en la que está presente el Principado, la Fundación Asturiana de la Energía (Faen), el Idepa y da cabida a toda la cadena de valor de la parte empresarial. En ella, indica Monés, se tiene que «racionalizar y tener clara la lógica industrial» para saber vender a Asturias «como centro de atracción de inversiones para esta industria» que requerirá la movilidad eléctrica.

Importante considera también que haya una labor divulgativa y de sensibilización de lo que será ese nuevo subsector para que se entienda que actualmente no se está tan lejos de poder «engancharse al carro» de la movilidad sostenible porque, asegura, que ya hay más de cien empresas, según el código Cnae, que forman parte de la industria auxiliar automovilística. En este sentido, señala que puede haber muchas más empresas que tengan posibilidades de enfocar su negocio hacia la movilidad eléctrica que, insiste, «es algo más que coches eléctricos» porque «la forma en que se llegarán a producir llegará a estar vinculada a las necesidades del usuario».