La industria verde y digital, la baza de Asturias en el plan de reconstrucción de la UE

IN ASTURIAS

PACO RODRÍGUEZ

La Unión se dispone a duplicar su presupuesto tras la pandemia mientras mantiene el fondo de transición justa

04 jun 2020 . Actualizado a las 19:15 h.

«De alguna manera se han vuelto a repartir otra vez todas las cartas», sintetiza el eurodiputado asturiano Jonás Fernández a la hora de explicar la situación en la que se encuentra la negociación del Marco Financiero Plurianual, una suerte de gran presupuesto de la Unión Europea, previsto para estar vigente desde 2021 a 2027. No es una cuestión menor y menos aún lo es para Asturias, una comunidad que, antes de que estallara la pandemia, estaba a la espera de encontrar su encaje en la gran apuesta de la Comisión Europea, el Fondo de Transición Justa destinado a reformar la industria altamente dependiente del carbón con un monto global de 7.500 millones de euros.

El fondo había tenido un reparto inicial polémico entre los países (con Alemania y Polonia, dos de los estados más dependientes de la producción energética térmica) como los principales beneficiarios y con 307,4 millones de euros para España. Eso sí, el plan, por su diseño, está vinculado a la movilización también de la iniciativa privada, es preciso ya haber emprendido un proyecto para recibir la información y, en todo caso, Asturias como región se encontraba entre las que contaba con más posibilidades de recibir financiación. No sólo había sido nombrada expresamente por el vicepresidente de la Comisión Europea, Frans Timmermans, en Estrasburgo, en la presentación oficial del proyecto, sino que obligaría al estado español a aportar entre 1,5 y 3 euros tanto de los FEDER como del FSE por cada euro de transición energética.

¿Qué ocurre con todos estos planes después de la epidemia del coronavirus? Lo cierto es que, aún con retrasos en los trámites, el proyecto sigue adelante porque la reforma hacia una economía verde es un pilar de la UE. Pero además, el debate sobre el Marco Financiero Plurianual en el que iba a repetirse el reparto de papeles, con un parlamento pidiendo al alza y unos estados tratando de reducirlo lo más posible, ha sido aniquilado por la epidemia. Europa se prepara para movilizar una cantidad de dinero sin precedentes, hasta un billón o billón y medio de euros y, la industria tendrá que ser también uno de los ejes de la reconstrucción. A muy pocos se les olvidará cómo los países de la Unión sufrieron en las primeras semanas de la pandemia para abastecerse de mascarillas o equipos de protección tras décadas de deslocalizaciones y la producción llevada a Asia.

Jonás Fernández explicó que el Plan de Transición Justa sigue adelante aunque con retrasos; el fondo en sí con un reglamento sobre el reparto que con una discusión ya abierta sobre sus requisitos (en la que España ya había solicitado reformas), un reglamento adicional «para crear una línea de crédito específico al sector público que estén en las regiones consideradas en transición» y que la Comisión Europea no llegó a presentar, y también una decisión de carácter administrativo en el Banco Europeo de Inversiones «con créditos preferenciales al sector público y al sector privado de las regiones en transición» ligados al llamado Plan Juncker. La epidemia demoró esos aspectos.

Pero ha puesto las pilas a otros. El presupuesto de la UE será ahora uno de reconstrucción económica y con recursos más amplios. «Se está hablando de que podemos ir al 2% del PIB cuando hace un mes estábamos hablando de un presupuesto que podría tener el 1,16%; en principio habría más financiación en el conjunto del presupuesto, lo habría para dar cabida al fondo de reconstrucción que está pendiente de definirse», explicó Fernández. ¿Qué bazas puede jugar Asturias? Fundamentalmente la carta de la industria.

El eurodiputado remarcó que se encuentra avanzado el debate para convencer a los estados de duplicar el presupuesto de la UE y cómo gastar esa cantidas de dinero. «Me imagino que vaya a ir en relación de la estrategia del Green deal, que se gaste teniendo en cuenta el desafío de la economía europea para cumplir con los objetivos de emisiones y apoyar en esos sectores la renovación de la economía. Después, la otra gran pata de cómo se va a gastar va a ir relacionado con la reindustrialización de Europa y la propia digitalización de la industria».

En este sentido, Jonás Fernández insistió en que «hace uno o dos meses estábamos hablando de una transición justa en un entorno donde los estados querían poner menos dinero y que podría afectar a la política agraria común o las políticas de cohesión. Ahora estamos hablando de doblar el presupuesto y esa duplicación debería ir destinada a construir ese fondo de recuperación que tiene dos grandes patas en sus líneas de inversión y las dos pasan por la industria. Quiero decir que Green Deal también es adaptar la industria a esos requerimientos, crear inversiones en el sector industrial para tener un futuro en el marco de una economía verde».

En las primeras semanas de expansión de la epidemia, la lentitud en la actuación de los organismos europeos recibió fuertes críticas, especialmente por las demoras en la respuesta a la crisis sanitaria en Italia, la falta de coordinación y la actitud de Holanda en las negociaciones sobre la creación de unos eurobonos con declaraciones que rozaban las soberbia.

Sin embargo, el eurodiputado asturiano Jonás Fernández, aún con una actitud crítica, quiso poner en valor las medidas adoptadas frente a la falta de acuerdos en el ámbito nacional.

«Comparado con la crisis de  2008 no tiene nada que ver. En dos semanas ha habido divisiones muy profundas pero tenemos ya al BCE comprando a Madrid 800.000 millones para financiar los déficit de los estados, tenemos al banco europeo de inversiones con 200.000 millones para respaldar los créditos y los avales que está dando el ICO en España y tenemos otros 100.000 millones de dinero de la comisión europea para apoyar a la seguridad social en el pago de los ERTEs».

En este sentido apuntó que «me llama mucho la atención que en España somos incapaces de llegar a ningún acuerdo y en Europa hay 27 países con sus gobiernos de socialistas, populares, liberales y con dificultades los acuerdos están ahí, no sé por qué ponemos el ojo de los problemas de llegar acuerdos en Europa cuando los acaba habiendo y la falta de acuerdos en España y la situación política de nuestro país parece que forma parte de la normalidad».