La primera lección pasa por discernir el cacao del chocolate. Y la segunda, saber diferenciarlo de los chocolates malos

El chocolate, ese ingrediente protagonista tanto en la infancia como en la madurez, vive momentos dorados. Es tema de conversación cuando se habla de nutrición y de alimentos saludables pero también tiene sus luces y sombras. Si algo hemos aprendido estos últimos meses de confinamento en los que hemos sacado a relucir al chef que llevábamos dentro, es que el chocolate tiene potencial, pero hay que saber elegir. El chocolate tiene muchas caras: estamos descubriendo con cuáles quedarse y cuáles descartar.

Llamamos chocolate negro o puro al que lleva al menos un 70% de cacao en su composición. El cacao puro, que es realmente la parte interesante, es un alimento saludable y con altos poderes antioxidantes. Su consumo moderado, por ejemplo, de una o dos onzas al día tras la comida o la merienda es una costumbre que se está extendiendo para aquellos que sientan debilidad por el chocolate desde siempre. Al ser cacao en un porcentaje tan alto, el chocolate negro tiene menos calorías y azúcares. Las pocas calorías que tiene tardan más en digerirse y activan el metabolismo, por lo que suponen una fuente de energía extra. Además, su alto contenido en fibra crea sensación de saciedad y ayuda a que se regule el tránsito intestinal. Otro de los elementos que le caracterizan es el triptófano, un aminoácido esencial que utiliza el cerebro para fabricar serotonina, más conocida como «la hormona de la felicidad». De ahí que el chocolate, en este caso el cacao, sea considerado un alimento que nos hace felices cuando lo consumimos.

¿Qué recetas se pueden preparar con cacao puro sin caer en abusos? Te proponemos algunas.

Aunque a simple vista pueda parecer un exceso, no lo es. Estos Erizos de chocolate puro y avellana son la excusa perfecta para preparar una receta en casa con los más pequeños y que además resulte saludable, ya que se elabora sin azúcares refinados. El sabor dulce que tienen estas bolitas se consigue con los dátiles, endulzante natural por excelencia.

Lo mismo ocurre con esta receta para el verano: Helado de chocolate y aguacate. En este caso, el toque chocolateado lo aporta el cacao puro en polvo que, añadido a los aguacates maduros y a dos cucharadas de sirope de ágave o miel hacen que tengamos un postre delicioso y saludable con solo tres ingredientes.

Y para quienes no quieren renunciar a un placer chocolateado y lo quieren disfrutar sin complicaciones, este Pudding de calabacín y chocolate al microondas es la solución. Se prepara en tan solo dos minutos: uno para mezclar todos los ingredientes y otro para calentarlo en el microondas a máxima potencia. Lleva cacao en polvo, calabacín rallado, harina, panela, bebida vegetal, media cucharada de aceite de coco y chocolate negro sin azúcar 70% cacao. Es una receta para disfrutar en el momento: recién hecha y bien caliente.

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