Se estima que más de un 20% de la comida que se prepara en casa acaba en el cubo de la basura. ¿Qué debemos hacer para evitarlo?

Las cifras dejan la boca abierta año tras año, y no precisamente para comer. Y es que cada vez que toca celebrar las fiestas navideñas, hay una parte que no se ve y queda oculta: el desperdicio alimentario. Se trata de un problema que se ve acrecentado en Navidades, precisamente por ser una época en la que se reúne mucha gente en casa y siempre existe el temor de no comprar lo suficiente y quedarnos cortos ante los invitados.

Además, se trata de una preocupación añadida ya no solo para nuestro bolsillo sino también para el medioambiente porque tirar comida es tirar a la basura recursos empleados para producir ese alimento, con el consecuente impacto que esto genera en el planeta. ¿Qué hacer para evitar el desperdicio alimentario? Hay una receta infalible que aplicar en estos casos y, especialmente, en estas fiestas navideñas que están a la vuelta de la esquina: previsión, organización e imaginación.

Para poder poner en marcha la receta para luchar contra el desperdicio es necesario hacerse con un calendario, será la olla en la que se cocinen todos los trucos para evitar tirar comida. Saca un bolígrafo y ¡a planificar!

Días previos al 24 de diciembre

Si ya tienes pensado tu menú navideño para este año, ahora toca programar los platos. Este gesto será fundamental para conseguir una buena gestión del desperdicio (cuya idea es que sea nulo) ya que así podrás ajustar las cantidades, conocer los alimentos que debes comprar y hacer una lista de la compra con las cantidades más exactas posibles tratando de no comprar de más. Por supuesto, es fundamental revisar la despensa por si ya disponemos de algunos de los ingredientes y no nos acordamos. Abre la despensa, rebusca y encuentra.

Día 24 de diciembre

Un clásico en las mesas españolas (e imaginamos que también en las de otros países) es el momento de servir. Parece que es motivo de enfado no llenar el plato de nuestros comensales. Quizás no nos hemos dado cuenta de que es peor que esos platos no te los devuelvan vacíos por haber pecado de exagerado a la hora de servir. La clave está en ajustar las raciones. Siempre es mejor repetir que tirar comida por servir de forma excesiva.

Día 25 de diciembre

El día de Navidad es el momento de dar salida a todos los alimentos a los que no se dio cuenta la noche anterior. Mariscos, sopas, entrantes, postres… y también del plato principal. Que no os dé reparo que los invitados coman lo mismo que el día anterior. Si hemos elegido ese menú es porque está rico y gusta, así que estará igual de delicioso que ayer y algunos platos incluso más. ¿Qué sentido tiene cocinar de nuevo si ha sobrado tanta comida en Nochebuena?

Del 26 al 30 de diciembre

Estos días son los ideales para dar rienda suelta a tu imaginación en la cocina. El reto: reutilizar todo los restos que hayan quedado de Nochebuena y Navidad y darles una nueva vida. En la web de La Cocina de Alimerka hay muchas recetas de aprovechamiento que pueden servir de inspiración. ¿Que ves que se te ha ido de las manos? ¡Pues al congelador!

Día 30 de diciembre

Volvemos, como quien dice, a la casilla de salida. Piensa claramente el menú, cíñete a las cantidades adecuadas y compra solo aquellos productos que necesites.

Día 31 de diciembre

Poniéndonos en el lugar del comensal y no del anfitrión, recuerda pedir que ajusten la ración antes de servírtela. Lo que dejes irá directo a la basura, recuérdalo siempre.

Día 1 de enero

¿Comida de Año Nuevo? ¿Otra vez? ¿Cuándo acaba esto? No te compliques, abre la nevera y reutiliza restos de la noche anterior.

Día 2 a al 5 de enero

Es el segundo periodo para dar una segunda vida a tus alimentos. Si eres capaz de reutilizar todo lo que se vaya encontrando en la nevera y en el congelador es muy fácil sobrevivir hasta incluso después del día de Reyes.

Día 6 de enero

Al igual que toca hacer recuento de todos los décimos de lotería de Navidad, el fin de las fiestas navideñas es también buen momento para hacer recuento de todo lo que nos ha sobrado. ¿Mucho? ¿Poco? Sea la cantidad que sea, si todos apostamos por las recetas de aprovechamiento conseguiremos reducir esa cifra tan escandalosa que mencionábamos al principio del artículo.

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