UN PROYECTO DE ALIMERKA

Escarola, rúcula, lentejas o arroz pueden ser la base de muchas de nuestras comidas veraniegas. Hoy descubrimos diferentes salsas y vinagretas para aderezar nuestros platos

Las ensaladas son ese comodín que usamos cuando no se nos ocurre qué comer o cenar, ya sean de hojas verdes, legumbres o pasta. Además de ser una excelente manera de incorporar una variedad de nutrientes y sabores a nuestras comidas, también ofrecen una amplia gama de posibilidades culinarias gracias a los aliños y aderezos.

Normalmente, aliñamos la ensalada con aceite, vinagre y sal, ya sea por comodidad o falta de imaginación y obviamos la cantidad de opciones que existen para potenciar su sabor. Hoy descubriremos cómo darle una vuelta de tuerca a esos platos comodín, con diferentes ideas que transformarán tus comidas en verdaderas obras maestras gastronómicas.

Vinagreta de aceitunas

Esta increíble vinagreta es sumamente versátil y resulta ideal para acompañar cualquier tipo de ensalada. Para prepararla, comenzamos picando unas aceitunas negras y luego las añadimos al mortero (o al vaso de la batidora, si preferimos una opción más rápida). Incorporamos un chorro de aceite de oliva, vinagre, zumo de limón y un poquito de perejil picado. Después, sazonamos con sal y pimienta al gusto. Si queremos una textura más fina, podemos pasar la mezcla por un colador.

Vinagreta de menta y limón

Si te gusta el sabor del mojito, esta es una forma mucho más sana de incorporarlo en tu dieta y darle chispa a tus ensaladas. Necesitaremos el zumo de un limón, 10 hojas de menta fresca, un buen chorro de aceite de oliva, una cucharada de azúcar moreno, sal y pimienta. Mezcla todos los ingredientes en un recipiente y revuelve hasta obtener una mezcla homogénea. El resultado ayudará a resaltar el sabor de los platos que contengan pepino, quinoa o cuscús.

Aliño de miel y mostaza

La vinagreta de miel y mostaza elevará tus ensaladas a otro nivel, además es muy fácil y rápida de hacer. Tan solo necesitaremos dos cucharadas de mostaza de Dijon, otras dos de una buena miel, un poco de vinagre de manzana, aceite de oliva virgen extra y pimienta negra. Este aliño combina la dulzura de la miel con el toque ácido del vinagre y con la potencia de la mostaza, creando una explosión de sabores en tu ensalada.

Salsa de yogur, pepino y eneldo

Esta salsa, similar al tzatziki griego, es perfecta tanto para dippear como para una ensalada. Para elaborarla pelaremos el pepino y lo cortamos en daditos pequeños. A continuación, en un bol, mezclamos un yogur griego natural, el pepino, el eneldo fresco picado, un chorrito de limón y salpimentamos al gusto.

Vinagreta de naranja

Si quieres sorprender a tus invitados, esta es la vinagreta adecuada, ya que aporta un toque cítrico y dulce a su vez. Con medio vaso de zumo de naranja colado, un poco de vinagre de manzana, un buen chorro de aceite de oliva, sal y pimienta, obtendremos este original aliño que nos refrescará hasta cuando apriete la canícula.

Aliño de tahini y limón

¿Conoces el tahini? Esta pasta está hecha con semillas de sésamo y tiene una consistencia cremosa, perfecta para crear un aliño que no pasará desapercibido. Serán necesarias dos cucharadas de tahini, cuatro de zumo de limón, un poco de agua, aceite de oliva y sal. Si haces bastante cantidad y quieres conservarlo, recomendamos añadir de nuevo agua o limón, ya que tiende a espesarse demasiado.

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