Los motivos por los que los trabajadores de TUA no quieren el alcolock

OVIEDO

Manifestación TUA en Oviedo
Manifestación TUA en Oviedo Claudia Granda

El comité cede en parte pero argumenta que la última propuesta de la empresa no ofrece garantías para los empleados

05 ene 2019 . Actualizado a las 20:16 h.

La última reunión entre la dirección y el comité de empresa de TUA ha supuesto avances significativos, pero las posturas siguen enquistadas. En un momento de ese encuentro, que se prolongó durante diez horas, incluso parecía que se alcanzaría un acuerdo, pero finalmente todo se torció. Dos son los puntos que dificultan el pacto: la estabilidad de los puestos de empleo y la implantación del alcolock. El comité ha cedido en parte en este último asunto, aunque exige un protocolo amplio que garantice sus derechos.

El alcolock es un aparato que, instalado en un vehículo y tras la realización de una prueba, detecta el nivel de alcohol consumido por el conductor y, si este supera el máximo permitido, impide el encendido del motor. «Defendemos y estamos concienciados de que no se puede dar positivo ni en drogas ni en alcohol, pero no puede quedar ninguna duda de cómo funciona el sistema y tenemos que estar amparados por la legalidad», explica Manuel Villaverde, presidente del comité de empresa. El responsable sindical asegura que se ha avanzado en el tema del alcolock «porque cedemos nosotros». También reconoce un cambio de postura en la dirección de la empresa, pero cree que su última propuesta no ofrece garantías a los trabajadores.

«No garantizan la correcta implantación del sistema, ya que la prueba debe ser realizada y los datos custodiados por el Servicio de Prevención, porque así lo establece la legislación. La empresa quiere que este proceso se lleve a cabo por parte de cualquier técnico de prevención de la compañía saltándose a la torera la confidencialidad de los datos relativos a la salud», explica Villaverde. 

Ese punto es el que ha supuesto el distanciamiento de las posturas, pero para llegar ahí, el comité ha hecho concesiones. Desde el primer momento han dejado claro que ellos no se negaban a la implantanción del alcolock, pero sí exigían garantías. Con todo, han flexibilizado su postura. Según el líder sindical, «habíamos avanzado para desarrollar un protocolo en el que quedaran claros nuestros derechos». Estos son los principales puntos que habían acordado:

-Establecer unas revisiones periódicas de los aparatos para garantizar su correcto funcionamiento.

-Que el uso del alcolock sea obligatorio pero que para la realización de las pruebas «los trabajadores lo sepan de antemano y den su consentimiento, como debe ser para una prueba médica, como marca la ley», señala Villaverde.

-Sanciones. «Habíamos bajado mucho nuestras pretensiones. Propusimos el tema de la sanción por debajo de 0,15 miligramos por litro de aire espirado, que es el límite que establece la ley. Dábamos la opción de que se pudiera sancionar a los reincidentes aunque por ley podrían trabajar», afirma.

Por encima de esa cifra, se proponía una sanción de 15 días sin empleo y sueldo siempre que no fuera reincidente. «Se daba una segunda oportunidad, siempre que no hubiera reiteración, ya que eso sí que sería una falta muy grave», añade Villaverde.

A pesar de esos avances, el tema de la realización de la prueba y la custodia de los resultados ha propiciado el fracaso de la negociación. «Queremos un protocolo amplio con garantías. No puede haber dudas en casos de falsos positivos y tenemos que estar amparados por la legalidad. Se trata de que el sistema no genere problemas y funcione», añade.

Temporalidad

No hubo acuerdo con el alcolock, pero las dos partes siguieron negociando hasta que todo se rompió. «La negativa de la empresa de no incorporar más fijos de plantilla entre los conductores ha sido un obstáculo insuperable», reconoce Villaverde. El presidente del comité añade que TUA tiene una temporalidad de más del 25% y critica ese dato porque se conoce con meses de antelación el servicio que debe prestar y porque la falta de personal se suple «con conductores en prácticas que cobran el 60% del sueldo y descansan 4 días al mes». «La empresa dice que la seguridad es innegociable, pero los descansos también son seguridad», espeta.

¿Huelga indefinida?

La situación ha llegado a un punto en el que los trabajadores van a replantear su estrategia. Están llamados a una reunión en la que decidirán las medidas a tomar. Entre las opciones está la de repetir el sistema de paros del último mes o la de convertir la huelga en indefinida.