La confitería favorita del mundo de José Andrés se encuentra en Oviedo

Esther Rodríguez
Esther Rodríguez REDACCIÓN

LA VOZ DE OVIEDO

José Andrés junto a sus tres hijas
José Andrés junto a sus tres hijas

El chef asturiano ha confesado en su recientemente estrenada serie documental cual es la mejor pastelería

03 ene 2023 . Actualizado a las 14:34 h.

José Andrés nunca deja de presumir de Asturias y de su gastronomía. En su recientemente estrenada serie documental José Andrés y familia en España y disponible en la plataforma de HBO Max el mierense tampoco ha podido resistirse a presumir del arte culinario de la región. Acompañado por sus tres hijas Carlota, Inés y Lucía, el afamado chef muestra en el quinto capítulo del programa los secretos de los tradicionales platos de su tierra natal.

«La comida asturiana es la raíz de quien soy yo, como persona y como chef», ha asegurado el cocinero, quien en su tercer día del viaje gastronómico por el Principado ha confesado que su pastelería favorita del mundo se encuentra en Oviedo y es una de las más antiguas de España.«El desayuno aquí es increíble. Este sitio merece mucho la pena», ha confesado. Y es que su confiteria preferida se trata nada más y nada menos que Camilo de Blas, fundada en 1914 y en donde nacieron uno de los dulces más populares e internacionales de Asturias: los carbayones. 

Los carbayones son un pastel glaseado de almendra, yema y azúcar que llevan una base de hojaldre. Fueron creados en 1924 por el pastelero José de Blas, quien tras una petición del alcalde de Oviedo creó este dulce para representar a la capital asturiana en la primera Feria Internacional de Muestras de Asturias, celebrada en Gijón.

Su denominación se debe al actual apodo de los ovetenses. «Cuentan que estaban en una reunión en la rebotica y alguien dijo que había que pensar un nombre. Entonces, se les ocurrió coger el apelativo como conocen a los de Oviedo: los carbayones», asegura José Juan de Blas, bisnieto del fundador. No obstante, tal es la fama que «mucha gente piensan que nos llamamos carbayones por el dulce», apunta Paloma de Blas, tataranieta de José de Blas. 

Para dar a conocer este pastel, José Andrés aterrizó con el equipo técnico y su familia en el obrador situado en la calle Jovellanos. «No es habitual poder ir a una pastelería o cualquier sitio y que puedan afirmar que han creado algo», ha resaltado el chef, quien ha intentado conseguir la receta aunque finalmente le resultó imposible. Allí, José Juan de Blas y su hija Paloma, cuarta y quinta generación del centenario negocio, les abrieron las puertas del establecimiento que mantiene la misma esencia de antaño donde «pasaron un rato maravilloso».

Una jornada de grabación en la que el afamado cocinero «se interesó por la historia de nuestra casa y pudo probar algunos de nuestros dulces», tal y como aseguran desde el establecimiento. A parte de degustar el carbayón, José Andrés y sus hijas probaron también les casadielles además de los dados y demás pastas y elaboraciones azucaradas. En definitiva se pusieron las botas, aunque «la mejor parte de comer un dulce es chuparse los dedos», ha asegurado entre risas el cocinero.

Camilo de Blas no ha sido la única parada en la capital asturiana. El chef y sus hijos también recorrieron los chigres de la Calle Gascona para hablar de la sidra y concretamente de la forma en la que se elabora, del arte de escanciarla y por su puesto el placer que supone beberla. Además, José Andrés ha aprovechado para estar con sus familiares y dar a conocer platos asturianos como el cachopo o el chorizo a la sidra antes de dar por finalizada la experiencia gastronómica entonando con el resto de clientes el Asturias Patria Querida