La ruta en piragua que no te puedes perder si quieres disfrutar tranquilamente de la naturaleza en Oviedo
LA VOZ DE OVIEDO
Pensada para hacer en compañía de familia y amigos, esta actividad al aire libre permite conocer de primera mano la biodiversidad de nuestra región. En ningún momento está afectada por la masificación y con ella las risas estás aseguradas
11 ago 2024 . Actualizado a las 09:13 h.Son numerosas y muy entretenidas las actividades al aire libre que se pueden realizar en Asturias. Si a esto le sumas que son beneficiosas para la salud y que además se pueden realizar en familia, puesto que son aptas para todo tipo de públicos, hacen que se conviertan en la opción perfecta para pasar un día de lo más divertido en la comunidad. Una de ellas es el descenso en canoa del Nalón. Aunque realmente el rey de la navegación es el Sella, en verdad, surcar las aguas de este río que pasa por el centro de la región es también toda una aventura y encima de lo más refrescante.
El recorrido comienza a la altura de las piscinas municipales de la localidad ovetense de Las Caldas y finaliza en la parroquia carbayona de Trubia, «antes de llegar al salto del agua». En estos más de seis kilómetros los participantes deberán surfear las corrientes del río más largo y caudaloso de la región. Y mientras tanto podrán disfrutar de los paisajes más impresionantes y descubrir la rica biodiversidad de la región. Conocerán así la verdadera esencia de Asturias.
«Este tramo está plagado de naturaleza. Podría ser perfectamente una zona de protección y de reserva de flora y de fauna porque está lleno de especies», asegura María García, quien desde hace casi diez años organiza junto con su compañera Almudena estos descensos por el Nalón. Estas dos ovetenses son las «únicas personas» que operan en el río después de pedir el correspondiente permiso a la Confederación Hidrográfica del Cantábrico.
Es por esta razón por la que esta actividad no se ve en ningún momento afectada por la masificación. «La experiencia es más inmersiva porque no te vas a encontrar con nadie más. Solo bajamos a la vez unas siete canoas, dependiendo si son dobles o no, por lo que solo te tienes que preocupar del propio manejo de tu canoa y de observar el entorno», manifiesta la copropietaria de una empresa de turismo activo que se ha convertido en un auténtico éxito en la región.
Organizados en grupos de seis a quince personas, los descensos cuentan con un seguro de accidentes y se realizan «siempre» en compañía de un monitor, quien se encarga personalmente de enseñar a manejar la canoa y de dirigir a los participantes en cada rápido, además de mostrar los rincones y las especies más espectaculares de este espacio casi virgen de Oviedo. «También les acompaña otro monitor por tierra para dar así una mayor seguridad», apunta María.
El trayecto se realiza en aproximadamente tres horas y durante este tiempo la diversión está asegurada. El río Nalón alterna zonas de remansos con zonas donde el desnivel cambia, con olas irregulares, molinillos y obstáculos en las corrientes, «que dan ese toque de adrenalina a la actividad» y que además podrán hacerte caer al agua si no manejas bien la canoa. Es hacia mitad del recorrido cuando se hace una parada para que la gente pueda observar bien el entorno, tomar unas fotografías y de paso si quiere bañarse.
¿A quién está dirigida la actividad?
Para poder participar en esta actividad es requisito indispensable saber nadar para que en caso de vuelco de la canoa uno pueda defenderse en el agua. También es obligatorio tener más de ocho años. En esta situación, los más pequeños de la casa siempre deberán ir acompañados de un adulto. «Si se es una persona activa físicamente mucho mejor aunque es verdad que las personas sedentarias pueden también hacerla», apunta la monitora.
Para bajar en canoa el río Nalón es recomendable además llevar ropa de baño y escarpines u otro tipo de calzado que se ajuste bien al pie. Es también aconsejable proteger la cabeza con una gorra o sombrero, además de echar protección solar en la piel. Como en la canoa hay un bidón estanco es posible llevar una toalla para secarse durante las paradas. Si se quiere también se puede portar algún tentempié, aunque desde la empresa organizadora de la actividad ofrecen un pequeño avituallamiento: «Damos una botella de agua y una chocolatina».
Y uno no debe olvidarse de llevar ropa para cambiarse una vez finalizada esta experiencia única y refrescante. Al final del descenso habrá un autobús que os llevará gratuitamente al punto de inicio, donde previamente habréis dejado estacionados vuestros vehículos. Allí es posible darse un agua en las duchas solares habilitadas por la compañía o si se prefiere en el vestuario que tienen a disposición del público en Las Caldas.
¿Dónde tengo que apuntarme para bajar el río?
Para descender el río Nalón en canoa tan solo deberás acceder a la página web de NaturAller, para a continuación dirigirte al apartado relativo a esta actividad. Una vez en dicha sección podrás ver la disponibilidad que hay en el calendario habilitado para tal uso. Nada más que elijas fecha para la aventura el siguiente paso es rellenar el formulario de inscripción, proceder al pago, y listo.
Esta trepidante actividad es posible hacerla hasta mediados de septiembre. «Abriremos a demanda algún fin de semana del mes de octubre y comenzaremos de nuevo la temporada en mayo», señala María, antes de asegurar que en las últimas semanas han llenado las plazas. «Cada año estamos teniendo más volumen de participantes porque hay muchas personas que quieren disfrutar de la naturaleza y del kayak en solitario. Hay gente que incluso se aloja en Cangas de Onís y no le importa venir hasta aquí porque dice que no quiere bajar el Sella por la cantidad de personas que hay», manifiesta.
Y es normal que se haya convertido en un gran reclamo. Bajar el Nalón en canoa es una aventura divertida y saludable, a partes iguales. Está además pensada para parejas, familias y amigos a los que les guste el agua y por si fuera poco te permite estar en todo momento en contacto con la naturaleza. «Tan solo tienes que venir con ganas de pasarlo bien», asegura María García.