El club quiere dotar de estabilidad al proyecto, pero el peso de la afición también se encuentra presente
22 may 2019 . Actualizado a las 00:39 h.Pese a la mala racha de resultados, con 5 jornadas sin ganar, las altas esferas del Real Sporting de Gijón siguen apostando por la continuidad de José Alberto al frente de la SAD rojiblanca, como se explicaba semanas atrás.
El asturiano cumpliría de ese modo su contrato -la tercera campaña sí es opcional en base a resultados-, lo que daría estabilidad a un conjunto rojiblanco acostumbrado a los cambios en el banquillo durante los últimos años, así como se ahorrarían el tercer despido consecutivo de un cuerpo técnico al completo, después de efectuarlo con Paco Herrera y Rubén Baraja, lo que lastraría el tope salarial.
Sin embargo, el paso de las semanas ha desgastado la imagen de José Alberto, como se pudo comprobar en la encuesta de La Voz de Asturias, en la que solo un 50% de los más de 4.200 votantes apostaban por su continuidad, meses después de ser solicitado su ascenso por la propia grada. En ese sentido, el Sporting todavía tiene dos partidos más en El Molinón - Enrique Castro "Quini" y la reacción de las gradas pueda reafirmar o condicionar su situación al frente del nuevo proyecto, en el que sí se esperan ventas, pero no grandes fichajes de campanillas, por lo que se antojan como necesarios varios cabezas de cartel que seduzcan a los potenciales abonados a renovar su ilusión después de tres fracasos consecutivos; sin olvidar el precedente de Rubén Baraja, al que no se le permitió salir con destino a Málaga, pese a la incertidumbre generada entre la afición, y su mal comienzo lastró la presente temporada.
No obstante, la línea a seguir fue fijada por el presidente, Javier Fernández, en su discurso de marzo, cuando pidió paciencia para el proyecto, e incluso puso un ejemplo similar al actual con éxito final: "Los directivos tenemos mucho que aprender de lo sucedido en el pasado, pero la paciencia y la tranquilidad para hacer crecer un proyecto deportivo resultan fundamentales".
"Hace 50 años el Sporting se encontraba en su décima temporada consecutiva en Segunda y Luis Cid Carriega mantuvo al equipo en la zona media de la clasificación, a pesar de ello siguió a la campaña siguiente con un bloque asentado y se logró el ascenso después de once temporadas en Segunda".
Unas palabras extensibles a Miguel Torrecilla. El director deportivo tiene una temporada más de contrato y todo apunta a que lo cumplirá, a pesar de los malos resultados y de las críticas recibidas por la afición -solo un 32% apostaba por su continuidad en la última encuesta-. La directiva confía en sus métodos de trabajo y en los frutos de la paciencia. Sin olvidar el factor monetario, ya que además de su elevada ficha, cuenta con una estructura de ayudantes que también habría que despedir.
En su caso, unas eventuales críticas en El Molinón hacia la directiva se interpretarían en el club como una serie de quejas con destino al director deportivo, ya que entienden que Torrecilla dispuso de un presupuesto competitivo y más libertad de movimientos que sus homólogos en Segunda división.
