Análisis: «¿En que gasta el dinero el Sporting?»

Alejandro Vigil Morán

SPORTING 1905

Artículo de opinión

23 may 2019 . Actualizado a las 14:42 h.

Esa es la pregunta que se hacen muchos aficionados del Sporting, que no entienden de qué sirve traspasar futbolistas, la venta de Mareo, los lustros de subvenciones municipales o retirar su abono de forma masiva en comparación con la mayoría de clubes de Segunda división, si cada año se va reduciendo el nivel de la plantilla rojiblanca. Pongamos un ejemplo:

Hace cuatro temporadas, el Sporting tenía una zaga formada por cuatro defensas centrales muy cotizados, Vranjes, Luis Hernández, Bernardo y Meré.

Un año después, se rompe el contrato del bosnio, que no era del agrado de Abelardo Fernández, se pierde a Luis Hernández y Bernardo al no lograr renovar su contrato -el año anterior hubo impagos de salarios pese a los recientes traspasos de Scepovic, Borja López y Trejo, por lo que la situación no invitaba a negociar su continuidad-, y sigue Meré, además de firmar a Babin y Amorebieta.

Posteriormente, se vende a la joven promesa por algo más de 8 millones de euros, Babin sale cedido y Amorebieta rompe su contrato para liberar la masa salarial, en su lugar llegan Álex Pérez, Guitián, Xandao, Quintero y la gran apuesta, Fede Barba por el que se pagan unos 1,75 milones de euros.

El pasado verano, el propio Barba sale traspasado por unos 3 millones de euros, se mantiene a Álex Pérez, se repesca a Babin, que era suplente dos años antes, se incorpora cedido a Peybernes y se asciende a Juan. Y el próximo 1 de julio, Juan, el cuarto central que no ha entrado en los planes de José Alberto, es en estos momentos el único futbolista con contrato en vigor. Obviamente, Miguel Torrecilla fichará o incorporará a más zagueros durante el verano, pero la reflexión está sobre la mesa y bien sirve para más posiciones.

También se vendió a Sergio Álvarez por alrededor de 4 millones de euros -su cláusula era de 6 millones- y en su lugar llegó Cofie con la carta de libertad. Ahora se escucha en Mareo la posibilidad de que el africano salga para dar paso a otro futbolista por su elevada ficha. Nadie va a llorar su salida, pero resulta llamativo. Al menos nos quedará Nacho Méndez, si no es también vendido para "no frenar su progresión".

Un caso similar al de Michel, al que en un primer momento iba a sustituir Michu después de cobrar más de 3 millones de euros. Finalmente llegó Lola Smiljanic en calidad de cedido. Y en otros casos, como el de Cote, vendido por más de 4 millones de euros, ni siquiera se firmó un sustituto -en 2019 sigue sin taparse su marcha y han jugado 5 laterales izquierdos diferentes-, al igual que con el traspaso de Stefan Scepovic, el de Javi Fuego, el de Trejo, el de Botía, o el de Borja López. En otros casos, por suerte, como en el de Pichu Cuéllar, traspasado por una cantidad simbólica para ahorrarse su ficha, ya se encontraban en el vestuario Diego Mariño y Dani Martín -al menos llegó a debutar, no como su compañero de quinta, Manu García, traspasado al Manchester City-.

Precisamente dos nombres llamados a ser vendidos en las próximas semanas, casualmente, el sustituto también puede encontrarse en Mareo con Christian Joel. Veremos si ese dinero queda bien reinvertido en la plantilla, por ejemplo, en firmar al sustituto de Jony Rodríguez, el único futbolista que fue capaz de ocupar la banda de izquierda de otro hombre que también salió gratis, Diego Castro. Otras dos fichas inasumibles según el club.

Evidentemente, el dinero no sale por el desagüe, se ha invertido en firmar a jugadores como Djuka por más de 2 millones de euros -primero contó el serbio en COPE que su cláusula era de 30 millones, después no estaba en venta, más tarde se empezó a hablar de una cláusula de 10 millones, ahora se habla de escuchar ofertas cercanas a la cifra, y todavía estamos en mayo...-, renovar algún contrato al alza, lograr cesiones que antes serían poco accesibles, pagar la famosa deuda -nadie sabe cómo se generó, ni se han comprado jugadores de renombre, ni se aumentó el patrimonio de la SAD-, realizar obras o pujar por algún agente libre cotizado como Robin Lod, que al igual que Cofie, un año después, ya existen rumores de que pueda tener la puerta abierta por su elevado sueldo.

La reflexión no está ahí, sino en ver cómo el Sporting, año tras año, ha fracasado a nivel de resultados mientras su plantilla pierde valor. Un sin sentido, en un club llamado a hacer cosas grandes, o como mínimo, no tener que soñar con cesiones del Levante y del Eibar mientras realiza traspaso millonarios.