Artículo de opinión
19 ene 2021 . Actualizado a las 18:50 h.El encuentro de Copa frente al Betis lo vi en diferido dos horas después de su conclusión. La tarde del domingo no iba a poder estar en casa así que me cercioré de que la plataforma DAZN permite ver los partidos una vez han finalizado, silencié un par de grupos de WhatsApp, avisé a algunos de mis contactos futboleros más cercanos para que no me desvelaran el resultado y evité entrar en Twitter. Contra todo pronóstico me senté delante del ordenador a las ocho de la tarde sin noticias del marcador final.
En el minuto diecisiete el Sporting estuvo a punto de adelantarse en el marcador. Cumic, protagonista de la acción, reclamó un penalti por mano. Cuatro minutos después, el colegiado que no había observado nada punible en la jugada del posible penalti, sin embargo, entendió que una entrada dura de Marc Valiente a Canales era suficiente para dejar a los de Gallego con un hombre menos. La cara que ganaba protagonismo en la pantalla era conocida. El nombre le terminaba por delatar: Ricardo De Burgos Bengoetxea.
Cómo no acordarse de la mano en Murcia que el vasco, en un alarde de testosterona, se negó a señalar años atrás. El día de la marmota culminó con un riguroso penalti que adelantó a los verdiblancos en el marcador. En diez minutos el Sporting fue expulsado de la Copa y mi interés en la eliminatoria se desplomó. Aun así, la vi hasta el final.
Del encuentro se pueden hacer múltiples lecturas positivas. Para un servidor la más importante de todas ellas tuvo lugar en la grada este del estadio, donde al fin hubo público. La ironía, signo de inteligencia, se manifestó a través de los trescientos seguidores rojiblancos que pudieron acudir a El Molinón cuando De Burgos Bengoetxea señaló una falta a favor de los asturianos minutos antes del descanso. Es satisfactorio observar que tras tantos meses de sufrimiento e incertidumbre no hemos perdido el sentido del humor.
El Sporting podría perder un puesto en la clasificación
CD Mirandés y Rayo Vallecano se enfrentan en la 21ª jornada de LaLiga Smartbank desde las 19:00 horas en un duelo que tenía que haberse disputado el pasado sábado 9 de enero; pero el encuentro se aplazó debido al temporal de nieve que impidió el viaje del equipo franjirrojo.
Los locales buscarán cerrar su línea de resultados adversos, con dos derrotas ligueras y eliminación en Copa, mientras que los vallecanos llegan al duelo rodeados de problemas extradeportivos y tras lograr una meritoria clasificación a octavos de final de la Copa del Rey ante el Elche. Del resultado dependerá que el Real Sporting de Gijón pueda perder una posición en la tabla, en caso de triunfo de los madrileños, que dejaría a los de Gallego en la quinta plaza.
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