El organigrama ganará en ramificaciones
25 jun 2022 . Actualizado a las 12:42 h.No resulta casual que el nombre de Gerardo García haya sido el primero en trascender antes incluso de terminar el proceso de compra del club por parte del Grupo Orlegi. El gijonés, hombre fuerte y de confianza para Alejandro Irarragorri para su desembarco en Europa, se encuentra ya con su principal cometido: diseñar y perfilar la futura estructura deportiva del Real Sporting de Gijón. Un organigrama que cuenta por el momento con diferentes empleados del club con los que Gerardo mantendrá reuniones en los próximos días para aclarar su situación.
La estructura actual era bien sencilla de describir: un director deportivo, Javier Rico, con su mano derecha como secretario técnico, Fran Rico, puesto encomendado las pasadas dos temporadas a Javier Calleja, un director de cantera, Manolo Sánchez Murias y un encargado de captación para la base, Jorge del Rosal. Cuatro cargos relevantes complementados con un área de scouting formado principalmente por 'comodines' dentro del club: el propio Murias, Caco Morán -entrenador del juvenil División de Honor-, Sergio Meana -segundo técnico del DH- e Isma Piñera. Los diferentes técnicos de la base, por su parte, servían de apoyo a del Rosal a la hora de ojear y evaluar el talento que se desarrolla en el resto de equipos de la región.
Mientras los fichajes se encuentran congelados a la espera del relevo que se asumirá en la dirección del club, con operaciones como las de Pablo Insua muy avanzadas pero pendientes de cerrar, el primer paso para Orlegi pasa por definir los nombres y los cargos de dicha estructura. Para ello, el encargado es Gerardo García, primera cara visible que se encuentra ya trabajando en dar vida a ese organigrama y que tendrá una función relevante en el mismo una vez quede consolidado.
Una estructura que pasa por ser mucho más profesional, con cargos nuevos respecto a la organización actual y más complejizada, haciendo un reparto de funciones mucho más especializado por departamentos. Más allá de la propia figura de director de fútbol, se mantendría el rol de director deportivo, inmediatamente por debajo. Este, máximo responsable de la parcela deportiva, contaría con una secretaría técnica más concurrida, con una estructura de scouting dedicada en exclusiva a ello y enfocada tanto a nivel nacional como internacional.
Esto mismo sería aplicable también para la cantera, pues Orlegi prevé realizar una fuerte inversión a la hora de tener un amplio plantel de profesionales para controlar el mercado en todas sus aristas. Así, ese departamento de scouting de mayor proyección, también fuera de nuestras fronteras, daría servicio a un área de captación liderada por un responsable con experiencia en el fútbol base nacional. Esto, bajo la coordinación del director de cantera, figura que se mantendría, pero que derivaría parte de sus responsabilidades en el área metodológica, que pasaría a desarrollar un nuevo departamento en coordinación con los técnicos de la base para desarrollar una filosofía de juego y de entrenamientos específica, función de la que hasta ahora se encargaba el propio director de Mareo, Sánchez Murias.
Todo esto se vería complementado por un departamento de análisis de datos, muy relevantes en la toma de decisión de Orlegi Sports, y que podría suponer un paso adelante muy importante en sincronización con el proyecto de 'Mareo Lab', que siempre ha tenido un papel secundario dentro de la estructura del Real Sporting desde su creación ya bajo el mandato de Javier Fernández, reforzando así el papel de la Fundación del club.
Un esquema con muchos más apartados a considerar y nombres que irán rellenando los diferentes espacios de nueva creación dentro de una estructura más propia del fútbol profesional y en concreto de un equipo que pretende ser fuerte en Segunda División con el objetivo de llegar a Primera más pronto que tarde. Ese es el encargo para Gerardo García, que tiene una atareada semana por delante con reuniones fijadas tanto con empleados del club actuales así como futuros. Igualmente, el hecho de que todos los miembros del club en la parcela deportiva mantengan contrato con la entidad únicamente para la temporada 22/23 facilita la labor y la intención de cambio del gijonés, avecinándose importantes variaciones dentro del organigrama, aunque haya cargos que podrían cumplir lo que les queda de contrato al ser de corta duración.