¿Haces siestas muy largas? Tienes más riesgo de sufrir diabetes

Javier H. Rodríguez / R. R. LA VOZ

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siesta cama

Un estudio realizado a más de 2.000 personas asocia este descanso con una mayor prevalencia de la enfermedad y recomienda no prolongar el descanso más allá de una hora

02 ago 2019 . Actualizado a las 18:24 h.

Si eres amante de la siesta de después de comer, deberías prestar atención. Investigadores del CIBEROBN, pertenecientes a la Unidad de Nutrición Humana de la Universitat Rovira i Virgili (URV) han demostrado que las siestas de más de una hora al día se asocian con una mayor prevalencia de diabetes tipo 2 y de peores valores de adiposidad, es decir, más peso y más perímetro de la cadera.

Son conclusiones extraídas de un ensayo clínico realizado en 2.190 participantes de avanzada edad con sobrepeso y síndrome metabólico, para la prevención de la enfermedad cardiovascular basado en un programa intensivo de cambio de estilo de vida para perder peso, y enmarcado en el proyecto Prevención con Dieta Mediterránea-Plus.

La siesta diurna es una práctica común en muchas partes del mundo, especialmente en las regiones mediterráneas. Una siesta corta, de menos de media hora, parece relacionarse con potenciales beneficios sobre la salud como la mejora del estado de alerta, la mejora del rendimiento y la función cognitiva, así como una reducción del riesgo de mortalidad.

«El problema llega cuando prolongamos la duración de la siesta, especialmente de más de 60 minutos al día, tiempo que se ha asociado con una mayor morbilidad y mortalidad en comparación con la ausencia de siestas o más cortas», señala Jordi Salas, investigador principal del CIBEROBN y coordinador del PREDIMED PLUS.

La diabetes tipo 2

La diabetes de tipo 2 solía ser conocida como diabetes de aparición en la adultez, pero hoy en día a más niños se les está diagnosticando el trastorno, probablemente debido al aumento de la obesidad infantil. No existe cura para la diabetes de tipo 2, pero perder peso, comer adecuadamente y hacer ejercicio puede ayudar a controlar la enfermedad.

Si la dieta y el ejercicio no son suficientes para controlar eficazmente el azúcar en sangre, tal vez también necesites medicamentos para la diabetes o tratamiento con insulina.