Luis Venta destaca que la orografía asturiana dificulta el nuevo sistema marcado por la UE
28 ene 2018 . Actualizado a las 13:18 h.El PP ha asegurado hoy que la nueva norma sobre el uso de purines «no debe afectar a los ganaderos asturianos» por su tipo de explotaciones y tamaño, la orografía y clima regional, pero también por razones de seguridad, según ha asegurado hoy el secretario general de la formación en Asturias, Luis Venta.
Venta ha hecho estas declaraciones tras reunirse la comisión de agroganadería del PP de Asturias en la que se ha acordado pedir al Ministerio de Agricultura y Pesca que Asturias quede excluida de la la aplicación de esta norma en su práctica totalidad.
Esta normativa comunitaria, que pretende reducir las emisiones de amoniaco y otros gases, plantea no pueda hacerse el abonado orgánico con sistemas de plato o abanico ni cañones, lo que exigirá nuevos dispositivos que permitan depositar los purines a corta distancia de la tierra.
En concreto, pedirán al Ministerio que queden exentas las parcelas que tengan una pendiente superior al 10 por ciento, lo que afecta al 90 por ciento del territorio, las que tengan menos de media hectárea o las que se sitúan en terrenos muy arenosos.
También pedirán que queden exentas de aplicar esta norma, que entró en vigor hace tres meses, las explotaciones con estabulación libre y aquellas que tienen fosas de purín cubierta.
En su opinión, el Gobierno regional ha sido remolón para defender los intereses de los ganaderos asturianos y está generando incertidumbre con su pasividad, pese a que «hay motivos y argumentos sólidos, científicos y estadísticos que llevan a concluir que no tiene que aplicarse en Asturias esta normativa».
«Exigimos una solución ya. No más enredos y burocracia que echa a la gente de los pueblos», ha afirmado el dirigente popular que ha insistido en que este Gobierno «es remolón para solucionar los problemas de los ganaderos».
En su opinión, esta normativa no debe afectar a esta comunidad autónoma porque, aunque hay 16.331 explotaciones de vacuno con 413.000 cabezas, el 85 por ciento no están estabuladas durante la mayor parte del año.
Venta ha incidido además en que no llegan a 2.000 las explotaciones de vacuno que pueden generar purines en Asturias, donde tampoco hay granjas de porcino.
«La producción de estiércol y purines es de vacuno, con reses que no está estabulada en su mayor parte, lo que deja claro que Asturias no es un problema para las emisiones de amoniaco y CO2», ha añadido.
El diputado popular ha señalado también que el 90 por ciento de la superficie de Asturias tiene una pendiente superior al 10 por ciento y la gran mayoría de las fincas son de menos de media hectárea y la mayor parte de las explotaciones de vacuno están en zona de alta montaña.
Además ha señalado que en Asturias desde el año 1995 todas las fosas de purines tienen que estar todas cubiertas, lo que facilita que se descomponga y que produzca menos olores y emisiones.
En su opinión, esta nueva norma, que obliga a inyectar el purín en el terreno, multiplicaría además el riesgo de accidentes en el trabajo dada la pendiente que tienen las fincas en esta comunidad autónoma.