«Llueva o no llueva Asturias merece la pena»

Claudia Granda REDACCIÓN

ASTURIAS

El tiempo en Asturias suele ser inestable pero los turistas se adaptan
El tiempo en Asturias suele ser inestable pero los turistas se adaptan

La previsión de mal tiempo en la región no ha asustado a los turistas, que le dan prioridad a la gastronomía y la costa asturiana por encima de la lluvia

30 mar 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Comienza a llover tímidamente en Oviedo, pero la plaza de la catedral no termina de quedarse vacía. Varias parejas y familias alargan sus brazos o palos selfie para tratar de encuadrar la torre dentro de la fotografía. La Semana Santa ha llegado a Asturias, y con ella, los turistas. El temor de ver las calles vacías de visitantes, así como los restaurantes y hoteles era real, el temporal no ha dado apenas tregua. Pero nada que no se solucione con unas botas y un paraguas. Venir a Asturias es venir a disfrutar de sus paisajes y de su gastronomía algo que ni la lluvia es capaz de alterar.

Luis Ángel Ramos ha venido con su familia desde El Molar, Madrid. El viaje ya llevaba planeado mucho tiempo dado que además de venir a conocer el lugar, también vienen a visitar a algunos amigos. «El norte nos encanta, tenemos planeado visitar muchos sitios y el mal tiempo no nos hizo dudar». Vienen a pasar todo el puente y son muy ambiciosos en sus planes: desde Cudillero hasta Cangas de Onís, con diversas parada por el camino.

El zona del oriente es la que más llama la atención a los turistas, como a Natalia Miranda y Mauricio Montejo, que aterrizaron ayer en Oviedo procedentes de Madrid y no dudan en aprovechar el puente para visitar diversos pueblos de la costa oriental, como Lastres o Llanes. Ambos conocen Asturias de ocasiones pasadas, pero esta vez han venido a visitarlo «en condiciones». Hace un mes que la pareja organizó el viaje y no dudó en seguir adelante con él a pesar del mal tiempo. «Acabamos de comer y sólo con eso merece la pena. Aunque llueva», comenta Mauricio, fascinado por la gastronomía asturiana. 

Y es que los cachopos, los quesos y la fabada es un manjar de obligada degustación si se hace una parada en Asturias, por pequeña que sea. Carla López y Tomás Alonso llegaron ayer de Palencia para conocer «todo lo que dé tiempo durante estos días». No planearon el viaje, sino que más bien lo improvisaron. Lo primero que han hecho: comer una buena fabada. «Son platos que hay que probar, como aquí no se hacen en ninguna otra parte», asegura Carla.

Los turistas accidentales

Existen distintos tipos de turistas. Los que les mueve la arquitectura, quienes dan más importancia al paisaje y la naturaleza, y los turistas gastronómicos. Pero también los hay accidentales. Pilar Blázquez y su familia pasean por la plaza de la catedral y aprovechan para sacarse alguna que otra foto junto a la Regenta. Están aquí de «turismo improvisado». «Los niños han venido a jugar en el campeonato de Oviedo Cup. Hemos visto el partido y ahora aprovechamos para conocer la ciudad», explica Pilar, que asegura que lo que ha visto de la capital asturiana le ha maravillado.