PSOE y Podemos tienden puentes en Madrid y se encastillan en Asturias

Luis Ordóñez
Luis Ordóñez REDACCION

ASTURIAS

La consejera de Hacienda del Principado, Dolores Carcedo (d), el portavoz de Podemos, Emilio León (i) y el diputado de este partido, Enrique López (c), conversan durante el pleno de la Junta General
La consejera de Hacienda del Principado, Dolores Carcedo (d), el portavoz de Podemos, Emilio León (i) y el diputado de este partido, Enrique López (c), conversan durante el pleno de la Junta General JLCereijido

El entendimiento entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias a nivel nacional no tiene reflejo en las prolegómenos de la negociación del presupuesto regional

10 sep 2018 . Actualizado a las 20:42 h.

Haciendo de toda su necesidad virtud, porque apoyo parlamentario al gobierno es muy precario, Pedro Sánchez por el PSOE y Pablo Iglesias por Podemos llegaron esta semana a un entendimiento sobre varios puntos de cara a negociar el presupuesto y también la política fiscal. La «entente cordiale» lleva fraguándose desde hace meses y en ella han pesado desde circunstancias internas, como el afianzamiento del poder personal tanto de uno como del otro líder de cada partido; como los acuerdos en territorios que llegaron al punto de hacer entrar a los morados en el Ejecutivo de Castilla La Mancha presidido por los socialistas. Hay mayores y menores tiranteces entre ambas formaciones en distintas latitudes pero ninguna como la que se da en Asturias y que amenaza con terminar la legislatura sin que haya conseguido cerrarse ni un solo acuerdo amplio entre las fuerzas progresistas que tienen mayoría en la Junta General.

Para Jara Cosculluela, coportavoz de la Secretaría de Organización del partido «en Asturies nos encontramos con una situación anómala. Cuando Javier Fernández decidió que el PSOE apoyase la continuidad de Mariano Rajoy al frente del gobierno de España, en Asturies no nos sorprendimos tanto como el resto del país: simplemente se estaban trasladando al estado las muy cordiales relaciones entre el PP y el PSOE asturianos. Hay que tener en cuenta que desde el comienzo de la legislatura los presupuestos autonómicos ya prorrogaban el pacto entre el PSOE y el PP, acuerdo que se volvió a reeditar en 2016».

En este sentido, Cosculluela insistió en que el PSOE a nivel nacional acepta puntos a los que se niega el asturiano y añadió que es así «quizás por estar más cómodos pactando con el Partido Popular, o por negarse a llegar acuerdos con Podemos Asturies. Sea como sea, seguiremos tendiendo la mano y, desde luego, insistiendo en la gratuidad y universalidad de la educación 0 a 3. Nadie entendería que el PSOE asturiano insistiera en vetar un derecho».

En los discursos del pleno institucional del pasado jueves, previo a la ceremonia de la entrega de las medallas de la comunidad, los grupos se lanzaron avisos. Lo hizo el portavoz socialista, Marcelino Marcos cuando al hacer balance de los tres primeros años del mandato apreció que había «prendido una dinámica viciada de impostura, e incluso de rencor» que, en su opinión «tiene mucho que ver con el ansia de protagonismo y la firme determinación de algunos grupos no propiciar éxitos al Gobierno de Asturias». Mientras, como en los últimos años, el portavoz de IU, Gaspar Llamazares, llamaba a los partidos a aprovechar el final de la legislatura como última oportunidad para «aprobar el curso», en la misma semana el portavoz de Podemos, Enrique López marcaba «líneas rojas» al gobierno socialista para aprobar las cuentas, una exigencia que pasa la reclamación morada de hacer del ciclo de 0 a 3 años un modelo universal y gratuito, algo que en el PSOE ven «inviable».

El año pasado el mismo asunto resultó ser el punto de controversia final entre los dos grupos para no cerrar el acuerdo a tres bandas de los presupuestos (sí pactados con IU). El acuerdo incluía una rebaja del 50% de las matrículas que a Podemos le pareció insuficiente aunque luego alardeó de apoyar para aprobar los créditos extraordinarios. La extensión del ciclo 0 a 3 de forma universal es problemática no tanto por el coste económico sino por el difícil encaje que tendría la incorporación del profesorado (en su inmensa mayoría maestras) en la función pública sin pasar por unas oposiciones. En todo caso, la coportavoz de la Secretaría de Organización de Podemos se reafirmó en que «el año pasado, cuando Podemos Asturies planteó la gratuidad y universalidad de la educación 0 a 3, el PSOE se opuso abiertamente, pese a ser una medida de bajo impacto presupuestario y que genera un altísimo consenso social, una medida fundamental para las familias asturianas. Tuvimos que insistir una y otra vez para conseguir que la matrícula se redujera a la mitad en el crédito extraordinario, y nos comprometemos a que sea completamente gratis cuando gobierne Podemos».

Fue por la escuela de 0 a 3 el año pasado y probablemente lo vaya a ser en este ya que la discrepancia es más de fondo. Como en Andalucía, para Podemos el PSOE asturiano es el paradigma de la «casta», expresión hoy más en desuso pero no al comienzo de la legislatura, por ser el partido que más tiempo lleva gobernando la comunidad. Podemos Asturies ha hecho además un pilar de su estrategia política la denuncia de casos de corrpución que en su mayor parte, en Asturias, tienen relación con gabinetes socialistas. Para el PSOE la incapacidad de la marca morada local, Xixón Sí Puede, de llegar a un acuerdo que les hiciera recuperar la alcaldía de Gijón es un «pecado original» de muy difícil arreglo. Ni siquiera la renovación de liderazgos en el seno de la FSA ha servido para congraciarles. Si Podemos cargó con toda su artillería contra Javier Fernández en su etapa como presidente de la gestora que permitió la investidura de Rajoy, lo cierto es que la elección de Adrián Barbón como secretario general de los socialistas asturianos fue recibida con enorme escepticismo por parte de los morados, le acusaron de subirse el sueldo y no pactaron el primer presupuesto en el que la dirección sanchista tomó parte.

La distancia entre Podemos Asturies y la dirección estatal tiene una cierta tradición y difiere en varios puntos, entre ellos que en la comunidad hacen gala de mantener de forma más estricta que a nivel nacional las renuncias a subvenciones electorales y partes proporcionales de los salarios de cargos públicos. Fue su secretario general, Daniel Ripa, el único dirigente nacional de su categoría que criticó en público la compra del chalet en Galapagar y además la agrupación ha defendido, con éxito, en convenciones nacionales su capacidad y autonomía para definir sus estrategias electorales particulares. Podemos Asturies no ve beneficios en una coalición con IU (que también la federación asturiana rechaza) y es algo que les separa del partido al otro lado de la cordillera cantábrica.