Un Brexit duro dejaría casi vacío el cartel de vuelos de Asturias

Susana D. Machargo

ASTURIAS

Un grupo de pasajeros consulta los vuelos en el Aeropuerto de Asturias.Un grupo de pasajeros consulta los vuelos en el Aeropuerto de Asturias
Un grupo de pasajeros consulta los vuelos en el Aeropuerto de Asturias

Iberia y Vueling, que pertenecen al grupo británico IAG, no podrían operar vuelos domésticos en Europa. Los concursos de vuelos del Principado, en el aire

20 dic 2018 . Actualizado a las 14:50 h.

El Brexit pondría la puntilla al cartel de vuelos del Principado. Si finalmente no se logra una salida negociada del Reino Unido, los planes que maneja la Comisión Europea implicarían un duro golpe para el transporte aéreo. Todas las empresas que operen dentro del territorio de la Unión Europea (UE) tendrán que contar con más de un 50% de capital europeo y una sede social en territorio comunitario. Ni Iberia ni Vueling, las dos compañías que junto con Volotea más conexiones tienen desde el Aeropuerto de Asturias, cumplen con estos requisitos, ya que forman parte de una matriz inglesa, el holding IAG. El denominado Brexit duro dejaría en el aire todos los vuelos que operan Iberia y Vueling, tanto los internacionales como los domésticos, entendiendo por doméstico cualquier ruta interna dentro de España. Así que podría implicar la cancelación de sus conexiones desde el Principado a Madrid y Barcelona, Lanzarote, Málaga o Tenerife. El apagón aéreo sería casi completo. 

Las agencias de viajes asturianas ya han mostrado su preocupación. Asturias tiene pendiente la adjudicación de los concursos de promoción de vuelos nacionales e internacionales y tanto Ibera como Vueling son serios candidatos a hacerse con los dos o con, al menos, uno de ellos. Estos concursos se resolverán a principios de año y la fecha límite para clarificar todo el panorama del Brexit es el 31 de marzo. Las fechas, por tanto, se solapan. El presidente de Otava, Íñigo Fernández Ortiz, reconoce que esto sería la puntilla. «Además de todo lo demás, ahora esto», lamenta. Supone que los Gobiernos europeos tratarán de buscar una solución y que el propio Ejecutivo asturiano tendrá este tema en consideración, pero todo se mueve en el terreno de la hipótesis y eso no le tranquiliza nada, ni a Fernández Ortiz ni al sector turístico en general.

Los temores   

La Comisión Europea ya comienza a mover ficha para organizar el temido Bréxit duro. Si Theresa May no logra el respaldo para su plan, el sector aéreo -como otros muchos- estará en una encrucijada. Para tener licencia de operación y libertad de proporcionar servicios en la UE, las aerolíneas deberán cumplir con los dos requisitos exigidos a todos, tener sede social en un país de la Unión y más del 51% del capital. Consciente de que muchas compañías no están en condiciones de cumplir, la propia Comisión ya está articulando unos privilegios especiales de transición para sectores estratégicos como el de la aviación. Esos privilegios supondrían una moratoria de un año para continuar operando las rutas que unan el Reino Unido con el resto de países comunitarios. Sin embargo, esa moratoria no dice absolutamente nada de los vuelos domésticos, es decir, de todos esos vuelos que las aerolíneas operan en otros países, sin toca el Reino Unido. Esos vuelos domésticos son, por ejemplo, las rutas nacionales desde Asturias.  

Dos de las empresas más afectadas son Iberia y Air Lingus. Las dos pertenecen al grupo AIG pero sus mercados prioritarios tienen otros puntos de referencia, España e Irlanda, respectivamente. Aunque ambas argumentan que cotizan en bolsa en sus estados, es necesario echar números para saber si cumplen. Un ejemplo: Qatar posee parte de Iberia a través de una empresa con sede en Luxembugo. ¿Se puede considerar que ese es capital europeo? Otras compañías comienzan a tomar posiciones. Algunas están trasladando su sede social al continente. Otras compran pequeñas aerolíneas europeas. En esa clave está Easyjet, que negocia con Italia para hacerse con Alitalia. «Es todo todavía muy confuso pero parece razonable que exista un acuerdo internacional para salvar la situación», argumenta el portavoz de las agencias. Consideran que «Iberia, con domicilio en Madrid, sigue siendo Española, por ello cotiza en la bolsa de Madrid».

Lo único claro en este momento es la confusión generada. Medios económicos y otros especializados en el turismo o en el sector aéreo se hacen eco de esta noticia y comentan todos los movimientos que las dirección de las compañías comienzan a hacer. Es un sector con mucho peso y con un gran poder de influencia.

El problema en el caso del Principado es su elevado nivel de dependencia de las filiales del grupo IAG. Iberia y Vueling operan multitud de vuelos de los pocos que quedan operativos este invierno. Su cartel en verano es también importante. Madrid y Barcelona son los ejes fundamentales. Pero también mantienen todo el año Lanzarote o Tenerife. Son el hilo conductor con Palma de Mallorca. En breve, lanzarán Gran Canaria y Sevilla. Londres o París en plena época estival también son suyas. Todas estas rutas ya están en marcha sin los concursos. Si se hacen con la promoción oficial nacional e internacional su peso será incluso mayor. «El riesgo de incomunicación tanto para Asturias como para España es tan impensable que no nos atrevemos ni a imaginar las consecuencias para para turistas y empresarios», señala el portavoz de Otava.