Alimentos asturianos para el Camino

La Voz REDACCIÓN

ASTURIAS

El proceso de tratamiento de la manzana y elaboración de la sidra en San Roman, Asturias
El proceso de tratamiento de la manzana y elaboración de la sidra en San Roman, Asturias MIGUEL RIOPA

Empresas del Principado confundan una comunidad «slow food» vinculada a la ruta jacobea. Sidra, queso y miel están presentes en el proyecto

12 mar 2019 . Actualizado a las 14:39 h.

El Fórum Gastronómico ha acogido la presentación oficial de la iniciativa Alimentos del Camino, primera comunidad slow food de productores de España formada por catorce empresas, inicialmente gallegas y asturianas y actualmente de más autonomías, que apuestan por el retrogusto de lo natural.

Alimentos del Camino fue una idea que tomó forma en la Feria de Bra, en Italia, sede mundial del slow food, una forma de disfrutar de la comida más pausada, de ahí su nombre, que recupera sabores y costumbres tradicionales, que es respetuosa con el entorno y el medioambiente. Este pequeño grupo de emprendedores inicial con sus pequeños proyectos se dio cuenta de que agrupándose eran capaces de llegar más lejos y económicamente eran también más viables. Sidra, queso, miel y aceite conforman los productos de esta comunidad con proyectos artesanos más vivos que nunca, con alimentos del Camino de Santiago con los que han ideado un proyecto que contar y transmitir.

Es este el nexo en común, los Caminos de Santiago, que compartían junto con su filosofía de trabajo de producción artesana con futuro, por lo que el pasado noviembre se citaron en la localidad lucense de Chantada para dar forma oficial a esta agrupación y en enero lograron ser declarados como la primera comunidad slow food de productores de España.

Casi las catorce empresas que lo integran pertenecen al sector agroalimentario y entre ellas se encuentran la quesería Campo Capela o la miel Olaya. Sin una estructura cerrada, esta comunidad permite la independencia de los pequeños productores que valoran la calidad más que la cantidad, por tanto la producción sostenible y el respeto a la biodiversidad.

Todos ellos elaboran alimentos «con paciencia, con cariño» para degustarlos también «con paciencia, respetándolos y sobre todo conociéndolos». El queso de leche cruda, con un retrogusto de aromas campestres, marida a la perfección con la sidra porque limpia el paladar y con la miel.

«Buscamos complementarnos para tener una presencia internacional más importante y con menos coste para los productores, de forma que nuestros proyectos, que son sueños, sean rentables económicamente porque, de lo contrario, no podríamos sobrevivir», aseguran desde Alimentos del Camino, que participará como tal en la próxima edición de la feria italiana de Bra.