La suculenta razón por la que los turistas visitan Asturias

La Voz REDACCIÓN

ASTURIAS

Parque Natural de Redes
Parque Natural de Redes Turismo de Asturias

Un estudio analiza los perfiles turísticos y el motivo de su elección a la hora de escoger un destino

06 feb 2019 . Actualizado a las 17:55 h.

No hay ninguna duda de que el turismo gastronómico está de moda. A lo largo de la península Ibérica son muchos los eventos con diferentes platos típicos de cada lugar con su respectiva variedad y calidad que se pueden encontrar durante todo el año, siendo protagonista el producto con la época que le corresponde. Como no podría ser de otra manera, Asturias ocupa el lugar más destacado en lo que a este tipo de turismo se refiere, por su variedad cultural y su riqueza gastronómica.  

El comparador de seguros de viaje Acierto.com ha aprovechado para analizar este fenómeno tan popular en la actualidad, desde un punto de vista tanto social como económico. De hecho, se trata de uno de los tipos de turismo más dinámicos que existen; siempre se encuentra en proceso de mejora y evolución. Pero ¿qué dicen las cifras al respecto? ¿Cómo es el perfil de los turistas que visitan la tierrina? ¿Por qué Asturias encabeza la lista?

El turismo gastronómico en cifras

Este tipo de turismo se ha disparado en hasta el 18%, situando a la gastronomía a la altura de conocer el patrimonio arquitectónico del lugar y visitar sus museos más emblemáticos. A través de la comida se consume tradición y se conoce a las gentes del lugar. Sí, porque este país es una de las naciones con mayor número de restaurantes con estrella Michelín del mundo, la tradicional es todavía la comida más apreciada por foráneos y autóctonos.

Entre los platos más demandados se encuentran la tortilla de patatas, la paella, el gazpacho y los potajes. Esta segunda incluso cuenta con su propio emoji y la suya es la receta más buscada de todo Internet. El tapeo constituye otro de los símbolos de identidad de España -hasta existe el Día Internacional de la Tapa-. Una celebración que facilita la cantidad de bares que pueblan nuestras calles: más de 260.000 establecimientos (uno por cada 175 personas, aproximadamente). La creciente demanda ha provocado, al mismo tiempo, que sea uno de los segmentos laborales y de negocio con mayores opciones de desarrollo. Por no hablar de lo que supone para la economía y el empleo en general -afecta al comercio, distribución, agricultura, ganadería, etcétera-. A pesar del atractivo gastronómico español en términos generales, existen algunas provincias especialmente exitosas. Es el caso de Asturias, Andalucía, Galicia y País Vasco, que lideran la clasificación del ránking de destinos gastronómicos preferidos. Por ciudades ganan San Sebastián, Madrid, Barcelona y Bilbao. Murcia y Baleares se encuentran al final de la lista. 

Asturias, destino gastronómico favorito

Asturias se encuentra a la cabeza de la lista de destinos favoritos. Y no es de extrañar si se tiene en cuenta el clima, y la variedad de cultura y gastronomía que ofrece a los turistas. Además, cuenta con opciones para todos los gustos: el archiconocido cachopo, la fabada asturiana, el pastel de cabracho, el chorizo a la sidra, los callos a la asturiana, los escalopines al cabrales, y un sinfín de manjares. Por no hablar de la cultura de la sidra y de los rituales que giran a su alrededor. De hecho una de las imágenes que se asocian en todo el mundo a su consumo es la de un asturiano con la indumentaria tradicional escanciándola. Un proceso que tiene su razón científica: cuando la bebida choca contra el borde, el líquido se espalma -el oxígeno del ambiente se mezcla con el carónico de la bebida- y se crean las burbujas que hacen de la sidra, entre otros, un brebaje delicioso.

El perfil del turista gastronómico

En cualquier caso y aunque 8 de cada 10 visitantes escogen este destino condicionados la gastronomía del lugar, la mayoría de ellos no son turistas gastronómicos puros (estos representan solo el 28%). Eso sí, el perfil está bastante marcado: hombres y mujeres de entre 35 y 55 años con un poder adquisitivo medio-alto que viajan en pareja y habitualmente en verano (en estancias de dos o tres jornadas, durante las que gastan un mínimo de 250 euros diarios). Además, se trata de un tipo de turista informado -que visita webs y sitios especializados previamente-, cuyas actividades preferidas son comer en restaurantes, ir de tapas, comprar productos e ingredientes locales y visitar mercados.