Blanca Cañedo recurrirá la sentencia del caso abierto por Abogados Cristianos

Susana D. Machargo

ASTURIAS

 La activista feminista Blanca Cañedo (c), una de las fundadoras de la Clínica Belladona en Asturias, a su llegada esta mañana al juzgado de Valladolid
La activista feminista Blanca Cañedo (c), una de las fundadoras de la Clínica Belladona en Asturias, a su llegada esta mañana al juzgado de Valladolid NACHO GALLEGO

El abogado de la feminista asturiana cree que el fallo «no es ajustado a decreto». La magistrada cita incluso la manifestación celebrada fuera de la sala en Valladolid

22 mar 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Blanca Cañedo, la histórica feminista asturiana y presidenta de la Asociación de Clínicas Autorizadas para la Interrupción de Embarazo (Acai), recurrirá la sentencia del juzgado de Valladolid que da la razón a la demanda de Abogados Cristianos. El fallo considera que las palabras de Cañedo en una entrevista concedida a La Voz de Asturias son un insulto e injuriosas para el colectivo. Sin embargo, su abogado defensor, José Antonio Bosch, considera que hay base suficiente para recurrir, ya que el texto «no es ajustado a derecho». No comprende que nadie pueda calificar de vejatorio decir que un colectivo cobra subvenciones. «Pueden decir que no es cierto pero no que es un insulto», insiste. Tampoco entiende que atribuya a sus representada intenciones que no están en sus palabras. Por ejemplo, en la sentencia se asegura que cuando Cañedo en la entrevista habla de «mentes oscuras» se está refiriendo a Abogados Cristianos. «Va, por tanto, mucho más allá de lo que se dice», indica Bosch, que reconoce que «esta batalla legal no está terminada».

La sentencia del Juzgado de Primera Instancia número 14 de Valladolid tan sólo impone a la demandada el pago de un euro en favor de la demandante, junto con la obligación de publicar la sentencia en el mismo medio digital que se hizo eco de sus declaraciones, es decir, en La Voz de Asturias.

Este revés jurídico no ha mermado las ganas de luchar de Blanca Cañedo. No se ha resentido ni su discurso ni sus principios. Se ha enterado de la sentencia durante un viaje. Está «animada» y sigue convencida de que la razón y la legalidad están de su parte. «Creo que esto no se sostiene», explica. Lo que más lamenta es que no la dejaran declarar durante el juicio. Tenía ganas de que sus palabras resonaran en la sala, que tanto la magistrada como el público escuchara de su boca lo que tiene que decir. No fue así y ya en aquel momento le resultó extraño. La sentencia no le pilla del todo por sorpresa, aunque haya ido incluso en contra de la calificación de la propia Fiscalía, que rexlamaba que se desestimase la demanda.

Concentración en apoyo a Blanca Cañedo, a las puertas de los juzgados de Valladolid
Concentración en apoyo a Blanca Cañedo, a las puertas de los juzgados de Valladolid

Está, por otro lado, «muy tranquila». Lleva muchos años en la lucha feminista y gestionando su propia clínica, así que sabe de qué va esto. No le gustan los juicios pero cuando no queda más remedio se defiende «hasta el final». Esto es lo que está sucediendo en estos momentos. «No creo que ningún tribunal superior de justicia pueda sostener que decir que un colectivo cobra subvenciones es vejatorio», explica.

Cañedo seguirá defendiéndose en los tribunales y seguirá movilizándose en la calle. Tanto la presidenta de Acai como su abogado insisten en la extrañeza que les ha causado asombro que la sentencia recoja unos hechos que sucedieron en la calle, fuera de la sala. En concreto, en el fallo se alude a la manifestación de apoyo a Blanca Cañedo organizada en el exterior, en las calles de Valladolid, por colectivos feministas llegados de diferentes puntos de España. El juicio tuvo lugar en esa ciudad porque allí se encuentra la sede de Abogados Cristianos, que optaron presentar la demanda en su terreno y no en Asturias. «Esa manifestación no tiene nada que ver con lo que se está juzgando. No entiendo por qué hace referencia a algo que ha sucedido previamente. Su señoría tiene que juzgar hechos y no manifestaciones», concluye Bosch

La presidenta de la Asociación Abogados Cristianos, Polonia Castellanos, ha recibido «estupendamente» de ánimo la condena. Ha precisado que «lo verdaderamente importante» que se buscaba era una sentencia condenatoria. «No existe el derecho fundamental a difamar, insultar y desprestigiar a otro».