Los expertos en tonada Arsenio Fernández-Nespral y Luis Estrada crean el primer manual de evaluación para certámenes con el objetivo de unificar criterios entre los jurados de esta modalidad de música tradicional
25 mar 2019 . Actualizado a las 05:00 h.La evaluación de los cantadores en los concursos de canción asturiana viene siendo una cuestión relativa que depende de los integrantes del jurado designado para dicho certamen, jurado que puede estar compuesto por una o varias personas. Además, los participantes acuden al concurso conociendo las bases del mismo pero con dudas sobre qué canción elegir y cómo se le va a puntuar. Para unificar criterios entre los jurados de canción asturiana, hasta ahora «muy dispersos», y orientar a quienes concurren a esos concursos, los expertos en tonada Arsenio Fernández-Nespral y Luis Estrada (ambos integrantes del Cuarteto Torner) han creado el primer manual bajo el título Método General de Evaluación para Certámenes de Canción Asturiana. Este Método incluye una relación de canciones-patrón con indicación de sus intérpretes más cualificados, con las cuáles se considera que los cantadores podrían alcanzar la máxima puntuación en una escala valorativa de 0 a 10 puntos, canciones que, además, sirven como modelo de aprendizaje, aunque también se apunta que se valorará la impronta de cada intérprete. Además, los autores de este manual consideran que puede servir para aumentar el número de canciones de máxima calidad a interpretar en los certámenes de canción asturiana; para dar a conocer al público general muchas canciones del repertorio tradicional, «hoy en el olvido»; y para evitar la reiteración de canciones en los certámenes de canción asturiana y aumentar la calidad musical de los mismos.
Arsenio Fernández-Nespral incide en que la pretensión es tener una guía de valoración «para unificar criterios entre los jurados» y para ayudar a los cantadores a elegir apoyándose en esta plantilla para que la canción con la que concurran pueda llegar a tener la máxima puntuación. No obstante, el mismo matiza que «este Método no pretende ser un dogma, si no una mera referencia en la confección de las bases de cada certamen de canción asturiana» y se muestra consciente de que habrá personas «que no lo van a admitir porque en este mundo de la canción cada uno valora creyendo que lo sabe todo, pero hay que ser modestos», apostilla. Y es que para ser un buen jurado, Luis Estrada considera que «hay que saber casi el cien por cien» del repertorio de canción asturiana, de quienes son las canciones o la duración de las mismas.
El manual que ahora han sacado a la luz y que facilitan a toda persona que se interese por el mismo, incluye 234 canciones-patrón, 24 canciones de calidad media-alta, 53 canciones de calidad media y 3 canciones de dificultad baja, en total 315 títulos que orientan a los cantadores a la hora de elegir y a los jurados a la hora de valorar. El Método concreta los cinco parámetros a calificar: la dificultad y calidad de la canción, la afinación, la calidad de la voz (alta, media, baja; vocalización y tipo de respiración), la repetición de estilo o melodía y la puesta en escena. También fija la calificación numérica para cada uno de esos parámetros y los casos en los que la calificación será directamente un cero, por ejemplo, la desafinación continuada en la canción o la repetición de estilo o melodía.
Luis Estrada explica que la idea de este manual es que se enriquezca la canción asturiana porque hoy en día «sólo se canta una cuarta parte» del repertorio, con lo él y Arsenio Fernández-Nespral buscan que se amplíen las piezas que se eligen para los concursos porque asegura que «hay suficiente base para aprender canciones» teniendo en cuenta que hay una 600 o 700 piezas de tonada. «Antes todos los cantadores, en la edad de oro de la tonada, tenían su estilo propio y enriquecían la canción asturiana. Hoy hay más que nada imitadores y falta creación», añade Estrada, que aunque dice que ciertamente «la referencia suele ser el primero que graba una canción», hubo casos en los que la canción la mejoraron otros intérpretes. Es más, opina que en la actualidad «hay gente con buen oído que casi puede igualar» a las referencias de la canción asturiana del primer tercio del siglo XX.
Un género que está «decayendo»
Para Fernández-Nespral y Estrada un defecto de los jurados es el que puntúen demasiado alto. «Puede estar bien cantado, pero la canción igual no tiene la dificultad que tiene otra», comentan los creadores de el Método de Evaluación, que manifiestan que la canción asturiana está «decayendo» y temen que los concursos se estén «vulgarizando» por ser reiterativos si no se impulsa una mejora de la calidad de la canción asturiana. Así, estiman que «hay que recuperar las canciones-patrón» y establecer unos criterios de valoración «objetivos» como los que plantean en este manual, criterios que deben tener en cuenta los cantadores, por ejemplo, en la puesta en escena. Arsenio comenta en este sentido que «los antiguos tenían mucho respeto a la canción asturiana y al público y siempre que cantaban iban muy bien vestidos, con traje y corbata o pajarita. Hoy muy pocos salen bien vestidos, y eso es una falta de respeto a la canción asturiana que hace que se vulgarice».
Por su parte, Luis Estrada indica que el método de evaluación para la canción asturiana está creado de forma objetiva porque «un jurado tiene que ser objetivo, y la valoración hay que darla con arreglo a unos parámetros y ser íntegro. No vale que el que canta sea familiar o amigo». Y como gran conocedor de la canción asturiana (Luis Estrada tiene una de las mejores colecciones de Asturias), él y Arsenio Fernández-Nespral se han decidido a elaborar el manual que, agregan, no estaría mal que recibiera apoyo institucional para poder publicarlo y así dar un impulso al género musical tradicional asturiano. Y es que para ellos, la canción asturiana es una forma de vida