El turismo asturiano empieza el año a contrapié

La Voz REDACCIÓN

ASTURIAS

Un grupo de turistas participa en una visita guiada oficial en Oviedo
Un grupo de turistas participa en una visita guiada oficial en Oviedo

Los malos resultados de Oviedo y Gijón lastran los resultados de los hoteles regionales, tanto en el número de clientes como en las noches contratadas

23 mar 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

El turismo asturiano tocó techo en 2017. Ese es ahora el año de referencia para todo el sector en el Principado, cuando saltaron por los aires todos los registros de clientes y de noches contratadas. Volver a igualarlo va a ser complicado, aunque esa es la base con la que trabaja tanto la Administración asturiana como la patronal. En 2018 no fue posible y el inicio de 2019 tampoco está siendo nada halagüeño. Los dos primeros meses han sido malos para los hoteles. Peores que los de 2017 e, incluso, peores que los de 2018. Encima, ninguna de las dos principales urbes resiste. Oviedo y Gijón comparten números rojos. El único aspecto positivo es el incremento del índice de precios y de la rentabilidad.

Los números están en la Encuesta de Ocupación Hotelera del Instituto Nacional de Estadística (INE) con el balance de enero y febrero. La cifra de viajeros marca una clara línea descendente desde el 2017. El volumen total de viajeros cae en ambos meses por segundo año consecutivo. Lo mismo sucede con las pernoctaciones. El problema radica en la pérdida del mercado nacional. El Principado tiene menos clientes españoles y la ligera subida del turista internacional no sirve para compensar esa grieta. Varios ejemplos sirven para contextualizar este resultado. En febrero de 2017, los hoteles regionales contaron con 75.028 usuarios. Dos años después han sido 71.267, es decir, casi 4.000 menos. Si se toma únicamente como referente los que proceden del extranjero, ha subido de 6.154 a 6.683. En número redondos, son casi 600 más, lo que no sirve para compensar. Si se pone la lupa sobre las pernoctaciones, el resultado es muy parecido. En este 2018, van 232.767 plazas contratadas. El año pasado fueron 233.666. El récord de 2017 se elevó a más de 246.000.

Ni Gijón salva este año el balance. Oviedo recibió críticas contundentes en 2018 porque sus resultados comenzaron a flojear. Al igual que había sucedido antes con Gijón, muchos trataron de justificarlo con ciertos desajustes del propio INE, que es el encargado de realizar las encuestas. Sin embargo, a Gijón le iba bien. Sus datos eran buenos y los hoteles se mostraban satisfechos. 2019 está siendo negativo para ambos, aunque la crisis parece más agudizada en tierras gijonesas. Sus indicadores muestran la caída de turistas y de pernoctaciones. El gran batacazo de Gijón fue en enero. En tan solo 31 días perdió más de 7.600 clientes. En el caso de Oviedo, el retroceso ha sido menos pronunciado y repartido entre los dos meses, pero se trata del segundo invierno consecutivo con números rojos. La falta de usuarios se traduce en menos noches contratadas.

Sí hay algún indicador en positivo que sirve para compensar, en cierta medida, los de ocupación. Se trata del índice de precios y también de la rentabilidad, que se mide con la tarifa media diaria por habitación y la rentabilidad por habitación disponible. Ese índice de las tarifas ha mejorado un 2,07% con respecto a 2018, lo que supone un alivio para los empresarios. De media, en Asturias, durante el mes de febrero, la tarifa de las habitaciones dobles fue de 52,39 euros. Está entre las más bajas del país pero es más alta que hace 12 meses. Algo similar ocurre con la rentabilidad por habitación disponible. Es de solo 16,77 euros por alojamiento, también a la cola pero un 12,27% mejor que en el mismo periodo del año anterior.