Decenas de mujeres confiesan ser víctimas del trato vejatorio del ginecólogo del Valle del Nalón

Carmen Liedo REDACCIÓN

ASTURIAS

XOAN CARLOS GIL

La gerencia del hospital anuncia a la paciente que se abrirá una investigación

04 abr 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

El trato vejatorio y sexista que recibió Vanesa Llaneza hace una semana por parte de un ginecólogo del hospital Valle del Nalón parece ser que no es un caso aislado ni mucho menos. Otras trece mujeres, además de ella, han decidido cursar la denuncia correspondiente. Pero desde que hiciera público lo que le sucedió en la consulta de ese profesional, a la ex concejala de Empleo de Langreo le ha llegado el relato firmado de decenas de mujeres que atestiguan haber recibido también un trato vejatorio cuando fueron atendidas por dicho médico especialista. Por lo pronto, Vanesa Llaneza ha mantenido ya una reunión con la gerencia del centro hospitalario, en la que estaba presente una representante de Atención al Paciente, y en ese encuentro se le comunicaba que se abrirá una investigación al ginecólogo en tanto que «la denuncia que había hecho, en los términos en los que estaba, era muy grave». La misma asegura que la reunión se desarrollo en tono «colaborador y participativo» por parte de la gerencia, cosa que agradece, aunque señala que «yo tengo pensado ir hasta el final» en función de lo que le aconseje su abogada.

Vanesa Llaneza explica que la denuncia que ha presentado contra el profesional que la atendió la pasada semana la hizo «en los términos de violencia ginecológica y obstétrica y por trato sexista». Según dice, lo fácil quizá hubiera sido pedir a la gerencia que se le asignara otro ginecólogo, pero señala que tras leer las declaraciones de otras mujeres que han sido vejadas por este médico, lo que quiere es «que se arregle la situación pero para todas», ya que considera que ese ginecólogo «lleva actuando así, impunemente, más de 20 años». «Ha hecho sentirse culpables a muchas mujeres, y eso no puede ser», comenta la ex concejala de Empleo de Langreo y miembro del Consejo Ciudadano de Podemos Asturies. De hecho, otra de las medidas que va a promover es una recogida de firmas a pie de calle para que desde Sanidad tomen medidas contra este profesional.

Desde la gerencia le trasladaron que en los últimos años recibieron cuatro reclamaciones contra el ginecólogo al que ella ha denunciado «pero me dicen que fueron en el contexto de las reclamaciones que se presentan a otros médicos, no en los términos que yo indico», indica Vanesa. Por eso, aconseja a las otras 13 mujeres que se han unido en la denuncia que se aseguren de que sus reclamaciones están cursadas, tienen copia de la misma y que están dirigidas tanto al área sanitaria como al Sespa. Lo que espera Vanesa Llaneza es que para tener más fuerza y frenar «la violencia obstétrica y el trato sexista» que profiere este ginecólogo a algunas de sus pacientes, muchas de las mujeres que le han hecho llegar su testimonio se decidan a denunciar también. «Espero que muchas de las mujeres que me han dado su declaración presenten queja», manifiesta Vanesa Llaneza, que dice con firmeza que «yo tengo pensado ir hasta el final, y así se lo dije al gerente del hospital». 

Atención ginecológica cerrada

La misma añade que aprovechó la reunión con el gerente del hospital Valle del Nalón para pedirle «que la atención ginecológica sea cerrada», de forma que las pacientes sepan qué ginecólogo la va a atender antes de entrar en la consulta. En su opinión, la ginecología es una tema delicado y que lo suyo sería que cada paciente tenga asignado un médico concreto, como ocurre en otras especialidades sanitarias, de forma que se evitarían sorpresas como la que ella recibió el otro miércoles cuando al abrir la puerta de la consulta vio a este ginecólogo con el que asegura ya había tenido algún altercado en el pasado.

Vanesa contaba el pasado viernes en un post que publicaba en redes sociales la mala experiencia que había vivido dos días antes en una consulta de ginecología a la que acudió para ser valorada por «unos trastornos ginecológicos (vaginismo)» y tras una operación que tuvo el pasado mes de diciembre. Decía que pese a esos altercados del pasado decidió darle «un nuevo voto de confianza». Sin embargo, la consulta se transformó en un disgusto cuando al ver Vanesa que el ginecólogo cogía un espéculo pequeño y se disponía a introducírselo, le insistió en que no podía hacerlo porque se estaba tratando el vaginismo con una especialista, tras lo cual el profesional intentó «introducirlo a la fuerza» haciendo «caso omiso» a su advertencia. «Resultado: no fue capaz de introducírmelo y yo misma, en esa postura sumisa y bastante degradante ya de por sí, tiré de sus manos».

Fue entonces cuando, según contó Vanesa Llaneza, la dejó perpleja con sus palabras al tratar de cogerle una muestra: «no sólo le bastaba con eso que se pone a cogerme una muestra de flujo y me dice: ¿te vas a dejar? Se una mujer. Compórtate como una mujer si quieres saber qué te pasa». Según indicó, el ginecólogo completó la prueba del bastoncillo tras tomarle la muestra de flujo y se fue a otra consulta «dejándome en un estado que prefiero no recordar».

La paciente contó que al salir de la consulta no pudo aguantar más y se derrumbó ante su padre, que las esperaba fuera. «Me rompí, rompí a llorar, me sentía fatal pero, lo peor de todo, me sentía fatal conmigo misma», aunque las preguntas se le amontonaban en la cabeza: «¿por qué? ¿Yo había hecho algo malo? ¿Por qué yo me tenía que sentir mal? ¿Por qué tenía que llorar?». Su razón le dice que tiene problemas ginecológicos y vaginismo y que por ello «no me tengo que sentir mal». Más bien, «él se tendría que sentir mal por ser un nefasto profesional y un misógino de los pies a la cabeza», indicó Vanesa Llanesa, que no está dispuesta a dejar pasar este trato sexista y, por lo pronto, el viernes presentaba una denuncia en el departamento de Atención al Paciente del Hospital Valle del Nalón. Ahora «ya somos 14 las mujeres que nos hemos unido para seguir adelante con la denuncia a este profesional», traslada Vanesa Llaneza.