Recetas electorales para llenar la Asturias que se vacía

J. C. G.

ASTURIAS

La despoblación, vinculada estrechamente a las políticas para el medio rural, se ha convertido en uno de los grandes retos recogidos por todos los programas para el 28A

19 abr 2019 . Actualizado a las 10:00 h.

Junto a descarbonización, la despoblación es uno de los conceptos que ha irrumpido con mayor urgencia en los programas electorales de las elecciones generales del 28 de abril.  La idea de una «España vacía» popularizado por el célebre ensayo del Sergio del Molino ha hecho fortuna para describir una cuestión de la que todos los partidos parecen haber cobrado clara conciencia, pero con la que los habitantes de algunas zonas de la península -entre ellas, Asturias- están ya demasiado familiarizados: una combinación de huida acelerada de las áreas rurales, envejecimiento de la población, baja natalidad y emigración de la población de refresco, esa sangría de jóvenes forzados a dejar regiones que ya nadie osaría aminorar como «leyenda urbana». Del apremio con el que los asturianos perciben la cuestión da idea una de las entradas del barómetro del CIS de febrero, en el que se recoge que casi un 74% de los encuestados -el mayor del país- lo considera como un problema «muy grave». La creación de empleo en estas zonas y la igualdad de acceso al mundo digital (una de las recetas más respaldadas por los asturianos, según el CIS), son constantes que se repiten en todos los programas.

La repoblación según el PSOE

La primera de esas dos medidas está recogida en el Plan Nacional de Empleo que propone genéricamente el PSOE, y que apunta a incentivos en el entorno rural; un objetivo que se cruza con los planteados en una Estrategia Nacional frente al Reto Demográfico, un Plan para el Mundo Rural, un Nuevo Plan Forestal, la Estrategia de Desarollo Rural, garantía de servicios sanitarios, sociales, culturales... El entramado económico incluiría facilidades fiscales y administrativas, un empujón a la FP,  ciclos y presencia de la UNED en zonas rurales, planes de turismo sostenible y medidas más innovadoras como el «pago por servicios ambientales»; todo ello con una especial atención a la provisión de recursos que refuercen el papel de la mujer en el medio rural. La implantación de instalaciones para la generación de energías renovables y, naturalmente, la universalización de la banda ancha completan la batería de medidas de los socialistas, que incluyen otras menos esperables, como el fomento de la ubicación de unidades militares en zonas en despoblación. Naturalmente, no hay mención explícita de territorios en concreto para ello.

PP: reformas de la Ley del Suelo, caza, seguridad

No muy diferente es el trasfondo de las propuestas populares, que ponen el acento en la igualdad de acceso a servicios, el apoyo a mujeres del área rural con el fomento de medidas como la Titularidad Compartida de explotaciones agrarias y los convenios con cooperativas agrícolas y ganaderas, la modernización de las tecnologías de explotación. Pero también aparece un apoyo explícito a la caza como «actividad de alto componente medioambiental y valor económico», con la promoción de licencias interautonómicas. Otros subrayados del PP en este asunto tienen relación con una reforma de la Ley del Suelo que atraiga industria también al suelo rústico, ayudas específicas para la vivienda y rehabilitación en zonas despobladas o el reforzamiento de la presencia de la Guardia Civil para asegurar el medio rural.

Unidas Podemos: cuestión de Estado

Como en otros bloques, la coalición Unidas Podemos mira hacia la sangría del mundo rural como «cues­tión de Estado». Su plan apunta a la revitalización de la estructura social y económica basándose en la mejora de las infraestructuras regionales y las tecnologías de explotación, la «localización prioritaria de los pro­yectos productivos señalados en los tres horizontes» -verde (sostenible), morado (feminista) y digital- y líneas de financiación prioritarias para un sector agrario sostenible, la ganadería extensiva. Unidas Podemos propone negociar acceso prioritario para los jóvenes con los bancos de tierras y planes de empleo en zonas especialmente castigadas por la despoblación. La formación propone fijar la población reduciendo el IBI en poblaciones por debajo de los 5.000, compensando a los municipios por el descenso en la recaudación y creando un fondo específico dotado con 500 millones anuales del Estado, para empezar, junto a provisiones eurocomunitarias del Programa Marco de Desarrollo Sosteni­ble del Medio Rural.

C's: igualdad entre territorios, también los despoblados

Ciudadanos enfoca el problema desde un Plan Nacional contra la despoblación basado en el eje central de su ideario -igualdad y cohesión entre territorios- sustentado en un gran pacto social, político e institucional. Ventajas fiscales como la reducción de hasta un 60% a vecinos de municipios en peligro de despoblación, tarifas de autónomos superreducidas para jóvenes y mujeres que se decidan a emprender un negocio en municipios de menos de 5.000 habitantes o exención de cuotas para madres o padres durante los tres primeros años de crianza, después de los permisos, y un Plan de Choque contra la exclusión digital son las medidas propuestas por la formación naranja. En términos de explotación del medio rural, Ciudadanos propone una revisión de la Ley de Montes que desbloquee las trabas para el aprovechamiento de montes demaniales o comunales y una nueva Ley de Caza y Pesca Fluvial como motores de desarrollo rural sostenible, también con licencia de caza única interautonómica.

También promoverá C's que se compartan servicios entre municipios. Aunque a los asturianos no les afecta, sin embargo, la más llamativa de las propuestas del partido de Albert Rivera: la desaparición de las diputaciones provinciales y el traspaso de sus servicios a las Comunidades Autónoma.

Lo esencial de las propuestas recogidas por los partidos ya comentados figuran también en el discurso electoral de VOX para el medio rural: combatir las desigualdades de oportunidades entre ciudadanos del medio rural y urbano, colmar la brecha digital, mejorar infraestructuras y servicios e incentivar económicamente los trabajos del mundo rural y potenciar cursos de formación