Asturias sin médicos y los profesionales buscándose la vida en el extranjero

S.d.m.

ASTURIAS

Centro de salud
Centro de salud

El año pasado 41 profesionales reclamaron el certificado para trabajar en otros países. Otros 17 más ya lo han tramitado de enero. Medicina de Familia, una de las disciplinas con más carencias, sufre la misma fuga

09 ago 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Ni un solo médico de familia en bolsa hasta el 31 de diciembre para cubrir bajas, vacaciones o permisos en Gijón, en el área sanitaria V, y los compañeros saturados multiplicándose. Eso que denuncian los coordinadores de los centros de salud y que han remitido por escrito al propio consejero, Pablo Fernández Muñiz, contrasta con otra realidad: los facultativos asturianos siguen buscándose la vida en el extranjero. El año pasado un total de 41 profesionales solicitó el certificado de idoneidad al Colegio Oficial de Asturias. Este trámite es necesario para poder ejercer en otros países. Otros 17 lo han hecho ya en los primeros meses de 2019. Si se suman los últimos nueve ejercicios, superan ampliamente los 300. 

Los datos pertenecen a la Organización Médica Colegial que ha estudiado de manera pormenorizada la fuga de profesionales desde el 2011. La crisis económica y los recortes en el sistema público de sanidad empujaron a muchos facultativos fuera de las fronteras españolas. Ese fenómeno no se ha detenido hasta ahora, a pesar de que la red demanda con urgencia recursos humanos. Toda una generación de médicos está a punto de jubilarse y el relevo no parece garantizado. La situación es especialmente preocupante en algunas disciplinas como Medicina de Familia y Comunitaria. Esa es precisamente la especialidad con más éxodo. No existen datos por comunidades pero en el cómputo nacional es el área en el que se han solicitado más certificados de idoneidad.

La actualización de las cifras coincide en el tiempo con la denuncia de los coordinadores de los centros de salud del área sanitaria de Gijón, que ha sido refrendada por el Sindicato de Enfermería (Satse) y por la Federación de Asociaciones de Vecinos. Ambos ponen más ejemplos del deterioro asistencial y no solo referido a los médicos. Por ejemplo, en centros como el de El Coto esta semana solo había una enfermera, además de una auxiliar administrativo, para atender las urgencias de la tarde. Esto sucede en una localidad referente del turismo asturiano cuya población se multiplica en verano.

El Colegio Oficial de Médicos de Asturias ha expedido 336 certificados de idoneidad a colegiados que intentaban irse a trabajar al extranjero desde el año 2011. Este número total abarca desde el 1 de enero del citado ejercicio hasta el 30 de junio de 2019. Aunque el récord se estableció en 2016, con 57, las cifras han permanecido más o menos estables. En 2011 se fueron solo 13. En 2012, 23. En 2018, con 41, descendió ligeramente.

Llama la atención que mientras las administraciones buscan fórmulas para encontrar médicos, los licenciados sigan queriendo irse. Lo hacen, además, fundamentalmente para trabajar. La Organización Médica Colegial explica que el 65% de los que reclaman el documento se van en busca de un trabajo. Solo el 5% tiene la intención de mejorar su formación. El resto apuntan motivos variados, como dedicarse a la cooperación internacional. La edad es un reflejo puro de las motivaciones. No se habilitan solo los más jóvenes. Hay un grupo importante de profesionales de entre 36 y 50 años que siguen el mismo camino. 

Asturias busca médicos de Familia pero también pediatras y anestesistas porque el problema no se circunscribe a la Atención Primaria, aunque en ese escenario es en el que se están detectando los mayores problemas. Esas dos disciplinas, Anestesiología y Reanimación y Pediatría y sus áeas específicas, son otras de las que encabezan la marcha al extranjero de sus graduados. Se van más mujeres que hombres y los dos destinos preferidos, con diferencia, están siendo el Reino Unido y Francia 

Incentivos. Esa es la receta que proponen los coordinadores de los centros de salud de Gijón y también organizaciones como el Sindicato Médico (Simpa) que lleva años reclamando medidas para frenar esa fuga. Esos incentivos pueden ser económicos pero también laborales. Su propuesta abarca desde sacar plazas en las oposiciones y convocar concursos de traslados para mejorar hasta retribuir mejor las guardias, mejorar las planificación o incorporar a más MIR.