El turismo asturiano se asoma a las 100.000 camas, ¿saturación o negocio?

Susana D. Machargo

ASTURIAS

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El sector bate un nuevo récord de plazas espoleado por los pisos turísticos pero también por los hoteles y el sector rural.

01 nov 2019 . Actualizado a las 20:40 h.

Todavía no se usa el término saturación. Nadie se atreve a poner una cifra que determine cuándo la oferta será inasumible, en qué momento la Administración del Principado deberá poner freno. Pero lo cierto es que el sector turístico asturiano no para de abrir alojamientos y de multiplicar las plazas que pone a disposición de los visitantes. Este verano se ha batido un nuevo récord, espoleado en gran medida por la legalización de los pisos de alquiler turístico. Las cifras hablan por sí mismas. En plena temporada alta, el Principado tenía 4.906 alojamientos en los que podían dormir 92.612 clientes. Eso supone que hay casi 14.000 camas disponibles más que hace una década. Son 1.800 negocios inaugurados en el mismo periodo de tiempo. Así queda recogido en el informe del segundo cuatrimestre del año recién publicado por el Sistema de Información Turística de Asturias (Sita), que registra además un incremento en la llegada de extranjeros.

El sector ha cambiado mucho en estos diez años. La explosión de las viviendas de uso turístico ha sido determinante. Lo denuncia el sector tradicional, aglutinado en torno a la patronal Otea, y lo defienden nuevos colectivos que aglutinan a los empresarios que han comenzado a aflorar, como la Asociación de Propietarios de Pisos Turísticos del Principado, creada hace justo un año. Los datos que maneja el Sita reflejan que entre viviendas vacacionales y pisos de alquiler turístico, las dos modalidades que regula el decreto de agosto de 2016, suman 9.640 plazas, organizadas en 970 viviendas vacacionales y 853 viviendas de uso turístico. Su incremento es sostenido en el tiempo y la temporada de verano suele coincidir con un incremento en las altas.

Sin embargo, el cambio es mucho más profundo. No se ciñe a los nuevos modelos de mercado. Una muestra son los propios hoteles. La oferta de establecimientos de unas, dos y tres estrellas ha bajado. Es decir, hay menos establecimientos. Pero ha crecido en cuatro estrellas y hay uno más de cinco. Es decir, hay menos oferta de negocios económicos y se inauguran otro con mejores servicios. En números globales, en 2009 el sector hotelero asturiano contó, en pleno verano, con 29.766 camas. En 2019, la cifra fue de 29.068. Son 700 menos. 

El turismo rural, por su parte, ha seguido creciendo incluso en los peores momentos de la crisis. Su saldo de la última década es positivo. Ha pasado de 15.275 plazas a 18.627. Hay menos hoteles rurales pero los que quedan abiertos cuentan con más camas. Las casas de aldea y los apartamentos rurales han aumentado tanto en el volumen de negocios como en disponibilidad.    

Con los albergues se ha producido un fenómeno curioso. Mientras que los hoteles de categorías más bajas han perdido pulso frente a los de más estrellas, los albergues casi se han multiplicado. En 2009, los clientes podían hospedarse en 58 establecimientos diferentes. Ahora ya hay 99. El Principado trabaja precisamente en la elaboración de una normativa para regular los albergues de peregrinos y homogeneizar sus condiciones, al igual que ya ha hecho con otros subsectores. El boom del Camino de Santiago ha sido grande en los últimos años. Este proyecto legislativo lo ha heredado el actual Gobierno regional de sus predecesores.

Los cambios son evidentes en todo el sector pero el foco se ha puesto sobre los pisos del alquiler turístico. Bajo esa categoría exacta, funcionaron este verano 853 pisos con capacidad para albergar a 3.787 clientes. 541 están en el área central, 271 en el oriente y únicamente 41 en los concejos del occidente, que es donde tienen más margen de crecimiento. En cambio, las viviendas vacacionales se concentran en el oriente. De las 970 autorizadas por la Administración asturiana, 707 se concentran en la comarca oriental. Así aparece detallado en la memoria del Sita.

Quién usa estos alojamientos

El informe del segundo cuatrimestre del año recién publicado por el Sistema de Información Turística de Asturias (Sita) aporta una detallada radiografía de la demanda, del perfil del viajero que recala en la región. El viajero extranjero, procedente de otros países roza el 22%, una cifra que parece avalar la estrategia internacional del Gobierno regional, que ha multiplicado las acciones dirigidas a ese mercado, ya que considera que es por donde debe crecer. Cuatro de cada diez turistas, tanto nacionales como de otros países, llegan a la región con su pareja y el 86,5%, por su cuenta, sin depender viajes organizados. El 53% busca información sobre los alojamientos en páginas web especializadas en reservas.

El gasto medio por persona y viaje se sitúa en 577,77 euros con un gasto total diario de 82,79 euros. De ese presupuesto, precisamente el alojamiento es el que se lleva una mayor parte. No suele ser una mala inversión. Los usuarios conceden un 8,4 sobre diez a su limpieza e higiene y un 8,3 a los servicios y a la atención del personal. La percepción de la gastronomía es incluso mejor. Como en anteriores informes, roza el sobresaliente, con un 8,7.