El Arzobispado de Oviedo cierra parroquias, iglesias y capillas y suspende hasta los funerales

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El cartel informativo en la basílica de San Juan
El cartel informativo en la basílica de San Juan

Jesús Sanz aplica medidas más restrictivas de las solicitadas por el Principado. Llama a los fieles a secundar todas las restricciones de manera responsable

14 mar 2020 . Actualizado a las 13:44 h.

El Arzobispado de Oviedo acaba de publicar unas disposiciones de urgencia en la que decreta el cierre de todos los templos parroquiales, iglesias y capillas en el Principado, además de la suspensión de todos los ritos sacramentales, incluidos los funerales. La notificación explica que la espiral creciente en el contagio del coronavirus hace que tengan que adoptar medidas «responsables y urgentes». La Iglesia reconoce que ha estado en contacto con el presidente del Principado, Adrián Barbón, y que se dispone a aplicar el decreto de la Consejería de Salid de medidas extraordinarias de salud pública en relación a establecimientos públicos. «Se me aclaró que inicialmente se refería a centros religiosos con actividades catequéticas y pastorales, pero lo hago extensivo a todos los templos parroquiales, iglesias y capillas, explica el arzobispo», Jesús Sanz.

Esto implica que, hasta nuevo aviso quedarán cerrados todos los templos parroquiales, iglesias y capillas, que se suspenden todas las celebraciones religiosas y sacramentales. Se suspenden también todos los calendarios litúrgicos con todas las celebraciones previas de la Semana Santa en todas nuestras. No habrá, por tanto, ni matrimonios, ni bautizos, primeras comuniones, confirmaciones o penitencias comunitarias.Tampoco se celebrarán funerales. Se mantiene únicamente el entierro en los cementerios con oraciones sencillas. «Así será hasta que juzguemos que se puedan reemprender sin riesgo en la salud pública la normalización de estos importantes momentos de la vida cristiana», indica Jesús Sanz.

El arzobispo lanza una serie de indicaciones para los sacerdotes. Les pide que estén  disponibles y que, a puerta cerrada, celebren diariamente misa en privado o con algunas pocas personas de su elección. 

El arzobispo aprovecha para realizar una reflexión. Considera que «estas medidas de urgencia adoptadas son una llamada a cuidarnos, a vivir responsablemente su significado y colaborar con el conjunto de la sociedad para no complicar más las cosas y atajar la pandemia, secundando cuanto desde las autoridades sanitarias y nuestras normativas diocesanas estamos indicando».