Así vive la comarca que será la avanzadilla del desconfinamiento

MARÍA DIAZ OVIEDO

ASTURIAS

La comarca de Los Oscos
La comarca de Los Oscos FPA

Concejos del occidente libres de coronavirus acogen con precaución el paso adelante en la desescalada por el temor a que la movilidad pueda provocar algún contagio en una población envejecida

06 may 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Expectación y mucha prudencia se vive en la zona de los Oscos la posibilidad de ser los primeros en Asturias en pasar a la fase 1 de la desescalada del confinamiento. Fue el propio presidente del Principado, Adrián Barbón, quien los puso como ejemplo de la Asturias libre del coronavirus, en donde se puede adelantar el calendario y situarse al mismo ritmo que islas como La Gomera o Formentera. Son un conjunto de 18 concejos de la zona más occidental de Asturias en los que no hubo ni un solo caso de COVID-19 y que trazan la frontera con Galicia. Se trata de San Tirso de Abres, Taramundi, Santa Eulalia de Oscos, San Martín de Oscos, Villanueva de Oscos, Grandas de Salime, Pesoz, Illano y Villayón. Para que hagan ese salto de fase, las autoridades del Principado tienen que presentar al Ministerio de Sanidad un documento con las garantías de que se cumplen los requisitos, entre ellos, garantizar que cuenta con 1,5 camas uci y 37 de agudos por cada 10.000 habitantes. Si Sanidad da el visto bueno, Asturias comenzaría a tener dos ritmos diferentes de liberación de las medidas contra el coronavirus, una en determinadas comarcas rurales, sin presencia del covid-19, y otra en el resto.

Y precisamente en esos dos ritmos es donde ponen toda la precaución los alcaldes de la comarca libre de coronavirus. En la parte más occidental de Asturias, con su linde con Galicia, el regidor de San Tirso de Abres, Clemente Martínez, apela a la cautela. Señala que, por primera vez en la historia «fue una ventaja» ser un municipio pequeño, con poca población y alejados de grandes núcleos de población para no contagiarse del coronavirus. Por ello, «tampoco hay que acelerarse y por adelantar 3 o 4 semanas perderlo todo», indica. Y es que el miedo al contagio del foráneo en una población envejecida circula por San Tirso de Abres.«Tenemos una población muy envejecida y cuanto más tarde venga la gente de fuera el concejo pues menos peligro se correrá», afirma el alcalde. En cuanto a los pocos negocios, en relación a las terrazas de los bares, desde el ayuntamiento se ha habilitado el permiso apra que aumenten su espacio y con más separación para que guarden las distancias de seguridad. 

Otro de los problemas que ven estos alcaldes limítrofes con Galicia, es qué medidas adoptará la comunidad gallega en sus concejos. Este es uno de los planteamientos desde el Ayuntamiento de Santa Eulalia de Oscos. Su alcalde, Víctor Lourido, indica que aún no hay ninguna confirmación oficial de que los Oscos entre en ese acelerón de la desescalada, pero de ser así la parte que ve más favorable es «internamente que se pueda facilitar la apertura de la movilidad». Sin embargo, añade que al ser una zona muy pequeña «si en el resto no se produce pues tampoco se notará porque nosotros comercios y servicios los hacemos en Galicia y en la comarca tampoco hay grandes supermercados». Por ello, señala que al no ser autosuficientes «nos va a limitar».

A nivel de la hostelería, especialmente, de las terrazas señala que es «complejo» porque no todos los locales tienen suficiente espacio en la acera para separar más las mesas aunque, según Lourido, los alcaldes de la mancomunidad Oscos-Eo ya han tomado medidas como acordar suprimir las tasas y facilitar que utilicen más espacio.  No obstante, recuerda que hasta que no se pueda viajar desde diferentes puntos de Asturias tampoco se va a notar si son zona libre de coronavirus porque «el turismo que tenemos es de dentro del Principado y de Galicia, más luego del País Vasco y Madrid». Sin embargo, también se coge con precaución la llegada de personas de otros puntos por el miedo al contagio. «Aquí no hubo problema, así que  si nos juntamos entre nosotros no hay problema», asegura el alcalde.

En Taramundi también se acoge con cautela la posibilidad de estar en la franja de los primeros concejos en relajar el confinamiento. «No hay pánico ni temor pero cierto respeto sí porque tenemos una población envejecida y hay que ir dando pasos con la máxima seguridad posible», afirma el alcalde, César Villabrille. La ventaja que desde Taramundi se vislumbra al ascender de fase de desescalada es que los vecinos podrán disfrutar ya de un cierto aire de libertad. «Nos alegra que los vecinos disfruten de las terrazas, la gente ya tiene muchas ganas de abrir locales sociales, de movernos libremente, ir a casas de vecinos o de amigos», admite el alcalde, pero «el impacto económico no se va a ver si el resto de concejos no se abren». También recuerda que estos concejos también dependen de qué pasará en Galicia, al ser limítrofes, y que todo dependerá de si se facilita el tránsito entre las dos comunidades, especialmente, para las actividades comerciales. 

En Villanueva de Oscos, su alcalde también se muestra cauto a la espera de que les llegue la confirmación oficial de que la comarca puede ser la primera en Asturias en iniciar la desescalada. Abel Lastra admite que hay ganas de empezar a moverse aunque, tal como recuerda, en el medio rural aunque se sigan las normas del confinamiento como en el resto de la comunidad autónoma «se lleva mejor» que en otros lugares como pueden ser las grandes ciudades. La posibilidad que el relajamiento traiga algún contagio es uno de los temores de toda la zona. «Es un riesgo, sobre todo cuando haya movimiento de fuera», admite el alcalde.