El primer macropuente de la educación semipresencial: 5 días sin clase

Juan M. Arribas

ASTURIAS

Alumnos del IES Jovellanos de Gijón a su llegada a las aulas
Alumnos del IES Jovellanos de Gijón a su llegada a las aulas J.L. Cereijido

Los alumnos que esta semana tienen el turno de martes y jueves disfrutarán de un puente del Pilar más largo: se despiden del aula hasta el próximo miércoles.

08 oct 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Llevan dos semanas de curso y ya entran en un macropuente de cinco días sin clase. Son los estudiantes de la educación semipresencial a la que se han visto abocados miles de estudiantes de segundo ciclo de la ESO y Bachillerato que acuden a su centro escolar en días alternos y no cuentan con enseñanza online. Los alumnos que esta semana tienen el turno de martes y jueves  disfrutarán de un puente del Pilar más largo de lo habitual, se despiden del aula hasta el próximo miércoles.

Los turnos de la semipresencialidad, que afectan principalmente a escolares de los cursos de 3º y 4º de la Educación Secundaria Obligatoria, y 1º de Bachillerato, implican la mitad de clases en el aula que el modelo presencial y, como consecuencia, un avance más lento en la materia.

Basta echar un vistazo a un horario semanal para comprobar este desequilibrio: una semana de tres días de clase y a la siguiente de dos. Por ejemplo, un estudiante de 3º de la ESO del IES Astures de Lugones -uno de los centros más afectados, con más de 200 estudiantes en modelo semipresencial- recibe 8 horas al mes de Matemáticas, Lengua, Inglés o Geografía e Historia. Otras materias menos troncales quedan casi en anécdota: 4 horas al mes de Física y Química y otras tantas de Biología y Geología. De Educación Física, por ejemplo, solo tienen dos días al mes.

Padres y madres de este centro protagonizaron esta semana una concentración ante el instituto para visibilizar la situación en la que se encuentran. Respaldan al equipo directivo en su intento de conseguir autorización para utilizar espacios alternativos que permitan la presencialidad total, y consideran que los medios técnicos que anuncia la Consejería de Educación llegan tarde y no suponen una solución para garantizar la igualdad de oportunidades respecto a los institutos donde los escolares acuden a diario a su aula.

Este modelo implantado en una treintena de institutos financiados con fondos públicos es especialmente grave en los centros donde no existe la enseñanza online o se ve limitada al encargo de deberes y no en todas las materias, lo que lleva a algunos padres a denunciar que esta situación, tal como está planteada, es igual o peor que durante el confinamiento.

Los especialistas ya han dado la voz de alarma por considerar que se trata de un sistema que favorece el aumento de la brecha, no solo tecnológica, sino educativa, y agrava el riesgo de que los jóvenes se descuelguen del sistema.