La patronal cierra filas con Javier Martínez en el «caso Sporting»

Juan M. Arribas

ASTURIAS

Javier Martínez
Javier Martínez Real Sporting

«En la hostelería no está el problema», sostienen, y apuntan hacia las relaciones sociales en los domicilios

05 ene 2021 . Actualizado a las 18:48 h.

Javier Martínez, hostelero y vicepresidente del Sporting, ha dado explicaciones hoy ante la cúpula de la patronal de la hostelería asturiana ante la presunta relación del brote de coronavirus que padece el club rojiblanco y un local de su propiedad. Martínez ha admitido «que en un momento puntual hubo personas que descuidaron las medidas de seguridad con un incumplimiento de las normas por parte de algunos clientes, que fueron llamados al orden hasta el punto de que a uno de ellos se le instó para que abandonara el local». Martínez ha lamentado la situación, ha pedido disculpas y ha asumido los hechos y sus posibles repercuriones.

El vicepresidente de Otea ha negado tajantemente que se hubiera organizado una fiesta en su local. Se trató, según dijo, de una actividad abierta al público, el «tardeo», en la que «se disfruta de los amigos manteniendo las normas vigentes: solo servicio en mesa, con todos sentados, cuatro comensales por cada mesa y manteniendo la distancia de seguridad«. A esta sesión en concreto acudieron unas 20 personas, cuando el local tiene capacidad para 200, añaden desde Otea.

Desde la patronal apuntan que «escuchada la versión de los hechos de forma directa, el Comité Ejecutivo de forma mayoritaria entiende las explicaciones y apoya el buen hacer del vicepresidente con una trayectoria empresarial contrastada e intachable».

«Los miembros del Comité Ejecutivo reiteran una vez más la necesidad de extremar las medidas de precaución, tanto por parte de los empresarios como por parte de los clientes. Pero también lamentan el uso que de manera interesada se ha hecho de ello en las redes sociales con elementos intencionadamente exagerados y sacados de contexto», añaden desde Otea.

«En la hostelería no está el problema. Y la mejor prueba es comprobar ¿cuántos camareros en contacto durante toda su jornada laboral con clientes se han contagiado? Ninguno. Y es porque, sencillamente, se cumplen las medidas de prevención. Es en las reuniones sociales, en casas particulares, y donde no hay exposición pública ni control, donde se producen la mayoría de los contagios», sostienen desde Otea.