Ángel Antonio Ambrosio, un guardia vocacional que participó en misiones en el Líbano

E.R. REDACCIÓN

ASTURIAS

El accidente en el que falleció un guardia civil arrollado por una furgoneta
El accidente en el que falleció un guardia civil arrollado por una furgoneta Alberto Morante

El agente fallecido tras ser atropellado por una furgoneta era vecino de Mieres y amante de los animales y la defensa personal. Entró en la Guardia Civil con 18 años

02 feb 2021 . Actualizado a las 12:30 h.

Otra tragedia más en Asturias en tan solo un mes. A los dos operarios fallecidos en el puerto de San Isidro se suma la muerte del agente de la Guardia Civil de Tráfico, tras ser atropellado ayer por una furgoneta, mientras participaba en un control de movilidad. Ángel Antonio Ambrosio Barbero, de 47 años y natural de Mieres, formaba parte desde hace una década del Servicio de Seguridad Ciudadana (Usesic) de la Comandancia de Oviedo.  

Tono, conocido así por su entorno, tenía una gran vocación por el servicio público, que heredó de su familia. Su padre Antonio Ambrosio fue Policía Nacional durante 40 años en Mieres y su hermano Hugo Ambrosio, también es agente del cuerpo en el municipio. Desde joven tenía bien claro que quería seguir los pasos de su progenitor. Eso sí, en su caso en la Guardia Civil. Con tan solo 18 años, en 1992, ingresó en el cuerpo y tras un breve paso por Cantabria, llegó a Asturias en 1995 donde prestó sus servicios en los puestos de Mieres y Moreda hasta que en el año 2002 pasó a formar parte de la USECIC.

Además, formó parte de Contingentes Internacionales de la ONU, siendo condecorado en varias ocasiones por Operaciones de Mantenimiento de Paz. En el año 2019 formó parte de una de las misiones especiales de la Benemérita en el Líbano, donde estuvo varios meses y regresó de nuevo a su puesto en la Comandancia de Oviedo. Asimismo, ostentaba la Cruz del Mérito de la Guardia Civil y Recompensas Militares por sus años de servicio y está propuesto para la medalla al Mérito de la Guardia Civil con distintivo Rojo.

Su carrera laboral también estuvo marcada por su trabajo en uno de los casos más sonados de Asturias: la persecución y captura de «Tomasín». Tomás Rodríguez Villar, el último «fugao» en los montes asturianos desde la posguerra, fue buscado por la Guardia Civil durante 57 días por la sierra de Tineo. No por razones políticas, sino por matar a su hermano de un disparo con una carabina manipulada para disparar cartuchos.

A nivel personal, era muy querido y conocido no solo en su villa natal sino, también, en las comandancias donde trabajó. Además, era un fiel apasionado del baloncesto y de la defensa personal y un amante de los animales. En los últimos años formó parte del voluntariado del albergue municipal. 

Otros dos agentes resultaron heridos en el accidente

El fatídico suceso tuvo lugar a la altura del kilómetro 2,900 de la AS-1, que une Mieres con Gijón. Fuentes de la investigación han apuntado que el conductor de la furgoneta ha asegurado en sus primeras manifestaciones que no pudo ver a los agentes que participaban en el control. Por su parte, el cabo y el Guardia Civil que resultaron heridos leves en la tarde de ayer a consecuencia del accidente que costó la vida a Ambrosio, han recibido asistencia médica en los hospitales HUCA de Oviedo y Álvarez Buylla de Mieres, respectivamente. El primero de ellos se encuentra de alta y se espera el alta del segundo en las próximas horas, según ha informado el Instituto Armado.