-Excepto con Vox.
-Pero fíjese, con Vox, aparte de que sus planteamientos están claros, desde el punto de vista ideológico van al ataque mismo del sistema, de lo que supone la Constitución del 78 en cuanto a derechos y libertades, es también porque ellos se descuelgan automáticamente en todo lo relativo al estado autonómico. Es evidente que por sus posicionamientos en materia de igualdad o derechos LGTBI estamos en las antípodas; pero les dimos una oportunidad, les invitamos a participar en la mesa de financiación autonómica, y cuando llega la hora de la verdad se descuelgan con el argumento peregrino de que ellos no creen en el estado autonómico. Por todo eso luego yo les dije que a la negociación de los presupuestos no les iba a invitar.
-El diálogo entre administración local y regional ha sido bueno en general durante la pandemia pero el alcalde de la capital, Alfredo Canteli, hace unos días, sí llevó la eterna rivalidad entre Oviedo y Gijón al ámbito de la pandemia, y se quejó de que se le ponían más restricciones con datos similares.
-Creo que se equivocó, sobre todo en esa materia. Esto se decide con datos objetivos, y de hecho a los dos días de que hiciera esas declaraciones se tomaron medidas en Gijón. Fue una discusión estéril. Nuestro equipo sanitario ha preparado el modelo de respuesta en esta tercera ola y ha puesto umbrales objetivos: si se superan se entra en la fase 4+, es así de sencillo. Ha quedado claro que aquel mantra que se repetía hasta la saciedad de que el Gobierno de Asturias marginaba a Oviedo, es absolutamente falso. Y yo entiendo todos los debates, pero yo soy de Laviana, no sé si me explico. Estoy muy a gusto trabajando en Oviedo, estudié en Oviedo, tengo muchísimos amigos en esta ciudad que me encanta, igual que me encanta Gijón, pero Oviedo la disfruto muchísimo y, de hecho, casi todas las ocasiones en que he dado un discurso institucional de presidente han sido en Oviedo. Es mucho mejor no polemizar sino tender puentes entre las localidades, en este caso entre la capital del Principado y la ciudad de Gijón.
-La Variante de Pajares es la gran infraestructura anhelada en la comunidad. El Ministerio de Transporte se ha comprometido a ponerla en marcha en 2022, pero es un plazo vago que abarca todo el año, ¿puede concretarlo más? ¿Cuándo se subirán los asturianos a ese tren?
-La variante va a ser un motor económico que se va a ver, la llegada del AVE a Asturias va a suponer nuevas oportunidades. Es difícil concretar cuándo estará en funcionamiento para los pasajeros, lo que sí va bien son los plazos de ejecución, no está habiendo retrasos en la obra desde que llegó el actual Gobierno. Luego habrá un periodo de seguridad, de pruebas, que es variable; pero tengo la esperanza de que sea cuanto antes. Tengo muchísimas ganas porque creo que esa va a ser una de las grandes obras que va a transformar a Asturias. Démonos cuenta de que cuando finalice la obra superará los 3.800 millones de euros de inversión; no hay ninguna obra de AVE similar en coste. Y va a ser un elemento de dinamización total. Va a ser una oportunidad de situarnos en el centro y desde allí radiar a todas partes o incluso interconexión en otros ámbitos que nos van a poner en el mapa.
-Otra infraestructura que interesa mucho a las comunidades del norte es el Transcantábrico, para unir por vía férrea los puertos del norte, ¿se lo ha demandado el Gobierno central?
-Nosotros defendemos que el Gobierno de España ahí tiene que utilizar los recursos disponibles, incluso la posibilidad de acceder a fondos europeos para grandes infraestructuras porque, igual que el Corredor del Mediterráneo es una realidad y está avanzando, creemos que es una necesidad el del noroeste. Nos conectaría, en una situación estratégica, con Portugal pero también con el resto de Europa. Para nosotros es un objetivo prioritario y así se lo trasladamos al Ministerio.
-El debate de la descarbonización lleva tiempo vigente en Asturias, la crisis climática es un problema global pero, ¿qué coste tiene para la comunidad, qué representa este cambio?
-El cambio climático es una realidad para todos, salvo para Trump y cuatro negacionistas, alguno tenemos también en la Junta que lo niega también. La llegada de Biden a la presidencia de EEUU es una esperanza en ese sentido porque ese país vuelve a la lucha contra el cambio climático. Es una lucha que va pareja a la descarbonización y eso tiene consecuencias, las está teniendo en nuestra estructura económica. Por eso insisto en que hay que aprovechar los fondos europeos. Sabiendo que esa es la realidad a la que vamos para que las empresas actualicen su producción, tenemos que ir por delante, y hablamos de proyectos de hidrógeno verde, de producción de energía, de entrada masiva de renovables. Hubo un pico del coste de la electricidad en enero, y ahora en estos días ha llegado a mínimos. En el momento en que haya una entrada masiva en el sistema de fuentes renovables vamos a ver un desplome de los precios. El problema está en los momentos en que se necesiten fuentes de respaldo, porque desparecidas las térmicas han sido los ciclos combinados de gas que suben el precio de la electricidad.
-¿Será Asturias un paraíso renovable?
-Uno de los grandes retos que va a tener el país será contar con las energías renovables; Asturias es una comunidad que quiere seguir siendo productora de energía. Tenemos que avanzar en nuevos modelos como el del almacenamiento energético; es un asunto complejo, pero si se consigue tendríamos mucho andado. Frenar el cambio climático es una necesidad para la humanidad y para Asturias. Si queremos seguir disfrutando del paraíso tal y como lo conocemos hay que frenarlo. Fuimos una comunidad gran productora de energía, llegamos a acoger cuatro centrales térmicas y potentes. Queremos seguir siendo productores. Hay posibilidades, las que abre el hidrógeno, la eólica; y no sólo para producir, es que aquí tenemos grandes empresas que se dedican a construir sus infraestructuras, es una realidad.
ÁNGEL FALCÓN
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LUIS ORDÓÑEZ
En el despacho de Adrián Barbón (Laviana 1979) sopla una brisa invernal. Como si de un aula de Primaria se tratase, con las ventanas abiertas de par en par, el presidente del Principado aplica el protocolo de ventilación con rigidez. Lo contrario sería incoherente: en los últimos meses ha sufrido la oposición del sector hostelero, que ha criticado las sucesivas restricciones impuestas en Asturias en la segunda y tercera olas. Barbón mantiene la filosofía que le ha guiado estos meses de zozobra sanitaria: salvar vidas y controlar el virus son el mayor acelerante de la economía asturiana. Reconoce que fue un error tolerar la Navidad pero no tropezará con la misma piedra: «La Semana Santa no se celebrará como se hizo en Navidad».
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