La gran familia asturiana que superó el covid: «Cuando supimos que los 11 estábamos contagiados se nos cayó el mundo encima»

Esther Rodríguez
Esther Rodríguez REDACCIÓN

ASTURIAS

Paloma Blanc junto a su marido y sus nueve hijos
Paloma Blanc junto a su marido y sus nueve hijos

Era la primera vez que Paloma Blanc, Guillermo Hilla y sus nueve hijos enfermaban al mismo tiempo, pero les permitió unirse aún más y derrotar así a la cepa británica que había entrado sin saber cómo en la casa

24 feb 2021 . Actualizado a las 09:45 h.

El coronavirus ha puesto en jaque a la gran familia formada por los asturianos Paloma Blanc y Guillermo Hilla, afincados en Madrid. La cepa británica entró de lleno en su casa, contagió a los 11 miembros del clan y no fue nada fácil lidiar con ella. En el momento que salió el primer positivo «fue muy angustioso», ya que ambos progenitores sabían que si daba uno iban a caer todos. Sin embargo, otras seis pruebas diagnóstico más confirmaron las sospechas, puesto que todos tenían síntomas. «No nos lo esperábamos y se nos cayó el mundo encima. Ya teníamos la esperanza de vacunarnos sin haber pasado el covid, pero no fue así», reconoce Blanc, madre de nueve hijos e influencer.

Al principio creían que era una fuerte gripe. «El viernes 5 de febrero mi marido se encontraba regular. Se quejaba de dolor muscular y se tuvo que tumbar, algo muy raro en él porque nunca se lamenta de nada», detalla. Sin embargo, el sábado por la mañana Blanc ya se levantó enferma y algunos de sus hijos también. «Hicimos la prueba y ya saltaron los positivos. Yo empecé a llorar y mis niños estaban muy asustados porque el coronavirus les daba miedo. Tal es así que tuve que sacar a uno de detrás de la puerta porque no quería hacerse la PCR», asegura.

Solo cuatro de ellos dieron negativo, pero ya sabían que estaban infectados porque tenían síntomas muy claros. Entre ellos se encontraba la bebé de tan solo un año. «Aislarla era muy complicado así que cuando el resto dio positivo fue como un pequeño respiro», explica. Desde entonces, tuvieron que autoconfinarse en casa durante un tiempo. «Nos sentamos a hablar para organizarnos porque todos teníamos que ayudar. Yo me saqué la baja laboral para cuidar de los míos y preparar las comidas. Pero, aún así, teníamos la casa muy desordenada y con los horarios muy dispares porque los niños tenían clase online. Algunos días comimos a las 16:30 horas. Sin embargo, como todos nos encontrábamos regular, había mucha compresión», asegura.

Las primeras pruebas realizadas arrojaron siete resultados positivos
Las primeras pruebas realizadas arrojaron siete resultados positivos

Con paciencia, tranquilidad y sin exigencias fueron combatiendo poco a poco a la enfermedad. «Estábamos muy cansados, nos dolían los cuencos de los ojos, también al respirar porque era como si tuviesemos la nariz congelada. Apenas tuvimos síntomas graves, pero fue muy duro. Tuve que ir controlando que no empeorasen mis hijos. Me temía lo peor, sobre todo me volvía loca pensar que el mayor tuviese que ir al hospital porque yo ya no podía acompañarle, ya que es mayor de edad. Lo peor de todo, por supuesto, ha sido la gestión emocional», resalta.

Contagiarse todos a la vez «fue muy fuerte» porque era la primera vez que estaban todos enfermos al mismo tiempo. Además, no sabían cómo había entrado el virus en casa puesto que llevaban las medidas de seguridad a rajatabla. «En nuestra vivienda incluso tenemos un rincón covid. Al llegar a casa, los niños saben que hay que pasar por él para desinfectarse. Además, en Navidades no nos juntamos con la familia por precaución. Fue muy triste, pero había que prevenir. También prohibimos a nuestros hijos que se juntasen con sus amigos, algo complicado porque algunos ya son adolescentes», lamenta la madre de esta numerosa familia.  

A pesar de haberlo hecho muy bien, no fue suficiente. «Esto demuestra que vivimos con ese pequeño riesgo de contagiarse, como fue en nuestro caso. Por eso, hay que extremar las precauciones al límite», advierte Blanc. Sin embargo, esta experiencia les permitió unirse aún más y hacer un gran equipo para derrotar al coronavirus. «Nos ayudábamos en todo». Por ahora no saben si han generado inmunidad, pero todos encuentran bien. «Yo todavía tengo algún síntoma como la tos, el cansancio, la pérdida del gusto y el olfato… pero el resto está estupendamente», reconoce aliviada.