Nuevas críticas al defensor de la presunta violación múltiple: «Es un mal aprendiz del abogado de La Manada»
ASTURIAS
Colectivos feministas consideran que, con independencia del derecho de defensa, «hay que tener siempre cierta ética tanto profesional como moral»
29 jul 2021 . Actualizado a las 05:00 h.«Es como un déjà vu del caso de los violadores de La Manada». A Begoña Piñero, presidenta de la tertulia feminista Les Comadres, las declaraciones del abogado Germán Ramón Inclán, defensor de los cuatro jóvenes portugueses detenidos en Gijón el fin de semana por una presunta violación múltiple, le recuerdan al letrado que defendió a los cinco miembros de La Manada que fueron condenados a 15 años de cárcel por un delito continuado de violación a una joven en Pamplona, durante los Sanfermines de 2016.
«Es un mal aprendiz del señor Agustín Fernández porque parece que quiere seguir sus pasos», añade Piñero, considerando también que «está claro que está tratando de lanzar tinta de calamar y, aunque creo que está en el derecho de hacer todo lo que tenga que hacer para defender a sus defendidos, por principios creemos en la palabra de las dos chicas porque sabemos lo que les cuesta denunciar una violación a las mujeres precisamente por esa falsa falsa credibilidad que tenemos las mujeres».
La actuación de Inclán, con amenazas de denuncia a cargos públicos por condenar los hechos violentos que han llevado a la jueza que instruye el caso a abrir diligencias por agresión y abuso sexual, era criticada estos días por no mantener la cautela habitual en este tipo de casos durante la instrucción. El abogado de los jóvenes portugueses, dos de los cuales ingresaban este lunes en prisión mientras que los otros dos quedaron en libertad provisional, ha proclamado la inocencia de sus representados mencionando la existencia de un vídeo sexual grabado momentos antes de que las presuntas víctimas abandonaran el piso en el que ocurrieron los hechos o refiriéndose al parte de lesiones de las dos jóvenes tras ser atendidas en el hospital de Cabueñes.
«Es una lástima que, en este tipo de delitos, siempre nos encontremos con que, para articular una defensa, se tenga que echar por tierra la dignidad de las víctimas. Es un error», considera la letrada Almudena López, de la asociación Abogadas por la Igualdad. «Repudiamos este tipo de manifestaciones públicas porque, con independencia de que tengas que ejercer el derecho de defensa sobre tus representados, hay que tener siempre cierta ética tanto profesional como moral», explica.
También indica que, en ocasiones anteriores en las que la asociación ha visto sesgo machista, han articulado quejas públicas en los colegios profesionales de la abogacía como ocurrió, según recuerda, «con el abogado de Gijón que hizo los comentarios sobre la falda de la declarante», en referencia a una presunta víctima de una violación.
«Este tipo de manifestaciones para ejercer el derecho de defensa es intolerable. Nuestra postura es la que es y entendemos que no se pueden tolerar ciertas manifestaciones y comentarios cuando estamos en el procedimiento inicial de una fase de instrucción, teniendo en cuenta además los temas delicados que se tocan», dice López, que al respecto de este tipo de defensa en el que se cuestiona de alguna manera a las presuntas víctimas de violaciones apunta que «parece ser que se ha cogido como una moda, como un estilo de defensa que vimos en el caso de La Manada, pero que ya se daba también antes».
En su opinión, estas actuaciones se deben a la falta de formación y a la total ausencia de perspectiva de género, «que, claro, no se la podemos pedir a quien sabemos que piensa totalmente lo contrario». Piñero, por su parte, recuerda también que la jueza que instruye el caso de la presunta violación múltiple de Gijón ha ordenado el ingreso en prisión de dos de los cuatro jóvenes que eran detenidos este pasado fin de semana en el piso turístico en el que se alojaban.
«Ninguna jueza mete en la cárcel a dos personas si no tiene indicios de que tienen que estar en ella», señala. También recuerda que las relaciones sexuales, «para nosotras», tienen que ser consentidas y deseadas y reitera su apoyo «por principios» a las dos denunciantes, dos amigas de Gijón y Bergara (Guipúzcoa). «Que sepan que nosotras las creemos».
