Maxime Winberg, psicólogo, sobre el triple asesinato de Elche: «Se arrepentirá por la pena que se le imponga pero no de los crímenes»

Esther Rodríguez
Esther Rodríguez REDACCIÓN

ASTURIAS

Maxime Winberg, psicólogo del Instituto de Medicina Legal de Asturias
Maxime Winberg, psicólogo del Instituto de Medicina Legal de Asturias

El psicólogo del Instituto de Medicina Legal de Asturias explica cómo es el caso, el peso de los videojuegos ante esta atrocidad y si es posible su reinserción social

18 feb 2022 . Actualizado a las 06:58 h.

El hecho de que un niño de 15 años haya matado con una escopeta a sus padres y a su hermano de 10 años en Elche y haya convivido con los cadáveres en su casa durante tres días ha conmocionado a la sociedad española. Un suceso que, por desgracia, no es ni será el único en España, y mucho menos en el resto del mundo. Además, para más inri «solo se arrepentirá por la pena que se le imponga no por el hecho en sí», resalta el psicólogo del Instituto de Medicina Legal de Asturias, Maxime Winberg, quien explica cómo es la conducta del menor, el peso de los videojuegos ante esta atrocidad y si es posible su reinserción social.

-¿Cómo se puede entender que un niño de 15 años mate a su familia?

-Es una conducta única. Es muy poco frecuente que esto ocurra, aunque si echas la memoria para atrás ves que hay casos parecidos como el de los dos niños de 10 y 11 años que torturaron a un bebé en Inglaterra. Uno llegó a suicidarse por ello, pero el otro todavía cumple condena. Esto se debe a que en el contexto sajón tienen una legislación diferente que nosotros, se trata de delitos de personas mayores. En cambio, en España esto está dentro de la ley de responsabilidad penal del menor. Este debe de ingresar en un reformatorio porque al no tener 18 años pasa a ser valorado por la Fiscalía de Menores, el psicólogo psicosocial y una educadora para proponer cuál es la mejor medida para la reeducación de aquello que lleva al menor a acometer el delito. También está el caso de la niña de Toledo que tiró a una amiga a un pozo y la remató tirándole piedras encima o el caso del chico brasileño que mató a su familia y sus hermanos pequeños en Burgos. Aunque es poco usual, en Asturias hubo otro caso parecido hace 15 o 16 años de un chico en la zona de Luarca que mató a unos señores mayores que le daban una paguina. No eran su familia, pero cuidaban de él. Un crimen de estos llama la atención, pero nunca es el único.

-¿Por qué encima no siente arrepentimiento?

-Cuando algún menor se deja llevar por un arrebato, hiere o mata a una persona se arrepiente y se le viene el mundo encima. Puede llevar a suicidarse por la maldad que ha hecho. Pero en este caso fue sencillamente quitarse las molestias de encima y apartar los cuerpos sin alteración, angustia o desesperación alguna. Todo ello es porque tiene una personalidad psicopática. Esa frialdad emocional y la distancia entre los hechos alejan el comportamiento del arrebato porque tuvo tiempo de sopesar y continuar con la acción. El caso del chico de Burgos, este fantaseó con la muerte de familiares, mandó fotos del crimen y alardeó de ello. Este lo mismo. El problema del psicópata es que no sabe cuál es el límite. Puede tener sentimientos pero no le sale bien expresarlos. Por ejemplo, en el crimen de Sandra Palo, el condenado dice estar arrepentido pero no confiesa a sus padres dónde está el cadáver de la víctima. Además en las fechas importantes mantiene un contacto con la familia para regodearse del delito y aumentar el sufrimiento de los demás.

En otros casos, hay sospechosos que no se demuestra que son ellos y siguen su vida normalizada. Este menor lo mismo, parece que no va con él el asesinato. Si sus padres y hermano fuesen muertos por otros individuos tendría que estar destrozado, pero con ese rasgo de frialdad emocional, esa falta de empatía, de sentimientos, no tener vergüenza de reconocer los hechos, estar a la espera de las circunstancias, tener que mover los cadáveres… es un horror para cualquiera en circunstancias normales. Sin embargo esto refleja la forma que tiene de entender la vida y las cosas, la distancia emocional absoluta que tiene. No encuentra las mismas emociones satisfactorias que el resto de personas. La felicidad de sus seres queridos a él no le emociona, no le dicen nada. Fantasear que mi madre me moleste mucho y le pego un tiro con la escopeta que está arriba, lo baraja en el mismo orden de posibilidades. ¿Ahora qué hago, me entrego o me quedo en casa? A nosotros no nos entra en la cabeza compararlo porque tenemos emociones, pero en cambio la de él son diferentes. Esa indiferencia hace que nos extrañe porque no parece humano, responde a una cosa muy primitiva. Es el egocentrismo absoluto, mato a quien sea porque no quiero que me molesten, que me digan que tengo que hacer… es tremendo.

«El arrepentimiento es de otra índole, por la pena a lo mejor pero no por el hecho en sí, sino la consecuencia»

-¿Cómo es capaz de convivir con los cuerpos de sus seres queridos?

-Sigue con su vida porque para él son objetos. En Asturias hubo un caso de un chaval de 18 años que mató a su madre, la envolvió en la alfombra del salón e hizo vida normal hasta que después de un mes la casera que fue a cobrar el alquiler lo descubrió. En estos casos, no hay emoción, sentimientos… se trata de que ya los maté y que no me molesten…. Cuando tienes que estar hundido en la miseria, a ellos les es indiferente todo. No son emocionalmente conscientes, aunque a nivel cognitivo sí lo son. El arrepentimiento es de otra índole, por la pena a lo mejor pero no por el hecho en sí, sino la consecuencia.

-¿Es posible su reinserción en la sociedad?

-En este caso hay una imposibilidad o dificultad enorme de rehabilitación por la frialdad con la que ha hecho las cosas. En qué situación siguiente de su vida va a estar con personas que quiera más que lo que estaba queriendo a sus padres o su hermano, en ninguna. En un conflicto con un desconocido, vuelve a encontrarse incómodo y por qué no decide de nuevo quitárselo de encima, qué importancia tiene para él el resto del mundo. Además, hay casos que salen en libertad y vuelven a reincidir. El famoso asesino de la catana que se ha rehabilitado y tiene un hijo, ¿puede dormir tranquila su pareja con él cuando ya mató a su familia? Es imposible porque emocionalmente no tiene los mismos sentimientos.

«Tiene una forma de ser para toda la vida»

La ley contempla el intento de rehabilitación, educación y reinserción, es el derecho por ley del menor. Se le dan todas las posibilidades para que pueda cambiar. Es posible si la ley funciona, pero no quiere decir que en un momento determinado tenga imaginaciones sinceras. Tiene una forma de ser para toda la vida. Si se hace con frialdad y de esta magnitud no hay cambio real de su forma de ser sino contención. No quiere decir que él tenga emociones sinceras, frías o calidad a lo largo de su vida, es posible que no las vaya a tener, sino que ha hecho tal cosa que no tiene vuelta atrás. Su vida ya está marcada por matar a sus padres y su hermano de 10 años. Hay gente que tiene cosas de valor y significado en su vida, pero en su caso está marcado por un hecho que lo marca todo. Aunque en un futuro haga una ONG por ejemplo, nunca va a compensar todo lo que ha hecho. Él nunca va a hacer una labor altruista porque nunca va a poder devolver esas vidas y rectificar de lo que ha hecho, sino no delinquir y compensar lo que ha hecho. Por eso, si los profesionales consiguen centrarlo y hacen que sea las formas de reeducación sean efectivas, en el resto de su vida será lo más cabal o formal posible Consigan centrarlo y hacer que las formas de reeducación sean efectivas y resto de su vida sea lo más cabal o formal  posible.

-¿Cuánto tiempo debe pasar para que esto sea así, que lleve una vida de lo más formal posible?

-En Estados Unidos sería imposible porque le pondría una pena de muerte, en cambio en España la sanción que le pondrán como un menor infractor de un delito muy grave es una medida de reeducación de ocho años. Sería hasta los 23, vinculando al centro de reforma y la Fiscalía de Menores y a partir de los 18 la medida sería supervisada. A partir de entonces, tendrá que finalizar su relación con la justicia de menores, pero es de esperar que hasta los 23 esté bajo supervisión de juzgado y fiscalía de menores para ver su evolución. Si no se comporta bien puede que cumpla pena en prisión normal, pero no pueden ponen una medida que se extienda mucho en el tiempo o la prisión permanente revisable porque se trata de un menor y aquí en España están muy protegidos.

«El problema no está en el wiffi o el internet porque sino ya habría cientos de crímenes en el mundo a diario»

-¿Se puede prevenir este tipo de sucesos?

-Algunos casos sí se pueden anticipar aunque es muy difícil porque cuántos menores de 15 años le ponen límites a las horas de internet, que les exijan sacar buenas notas, que no puedan llegar muy tarde a casa… miles de chicos y chicas y no pasa nada. A algunos les va mejor y otros peor (se fugan de casa, aprovechan el móvil del amigo para conectarse…), pero no se comete ningún crimen. Esto se trata de una conducta anómala. Además es imposible descubrir qué va a hacer esto porque no sabes qué pasa por su cabeza. El problema no está en el wifi o el internet  porque sino ya habría cientos de crímenes en el mundo a diario. Además, cuántos no ven películas de manga, de violencia, cuánta información no hay virtual… y aun así España no es un país en el que los menores maten a sus seres queridos.

El problema está en la presencia de armas de fuego que hace que aumente la cantidad de crímenes con ello. Por ejemplo, en Estados Unidos, los menores frustrados matan indiscriminadamente a la gente. En cambio, en España, la presencia de armas en los domicilios es muy baja. En este caso sí que había, por eso aumenta el riesgo de que personas con algún trastorno o psicópatas resuelvan sus conflictos así. Es un recurso a utilizar que si no hubiese habido escopeta en casa igual se saldaba con una paliza o igual la mataba con cualquier otra cosa. También hay características sociales como el consumo de drogas, peleas con la autoridades, menores agresivos… comportamientos recurrentes que pueden llevarnos a pensar en unos más violentos, aunque no siempre se ven venir asesinatos múltiples como es este caso.

-¿Dónde está el origen del problema? ¿Por qué hay padres que pierden ese respeto?

-Siempre hubo conflictos entre hijos y padres y entre diferentes generaciones siempre existió. Es ley de vida porque es como se conforma la personalidad de cada uno. Uno se define a sí mismo, se instauran normas que hay que cumplir y que entran en conflicto con otras generaciones. La adolescencia es una época superhormonada, donde se da el descubrimiento de uno mismo y de los demás. La vida de adulto se acerca y los jóvenes están exaltados emocionalmente. Hay más tendencia a la impulsividad, a probar cosas de riesgo, a hacer lo que nos da la gana, sin querer entender la normativa de la sociedad… Aunque se trata de una edad convulsa, que lleva a que algunos se suiciden y otros tengan conductas antisociales, estas conductas desaparecen al pasar la juventud. Se trata de algo transitorio, pero hay jóvenes en los que eso no cambia. Entonces, acumulan menor tolerancia a la frustración, retrasan satisfacciones inmediatamente y son más propensos a tener conflictos en la edad adulta.

-¿Cómo los padres pueden coger las riendas de la situación?

-En este caso, los padres se comportaron como tenía que ser. Hasta aquí, dijeron. No hicieron nada más que una familia normal y las normas convencionales. Fue esa falta de emociones, de empatía y afecto sincero que llevaron al adolescente a ejecutar su familia. Algunos jóvenes roban todo el dinero de la familia de la cartilla y se van, es la misma conducta que la de un criminal. Es la acción. Tremebunda, impactante. Matar a su hermano pequeño es terrible.

«A ese niño, la escopeta no se le cayó en las manos por casualidad»

-¿Qué problemas genera el consumo excesivo de videojuegos?

-Los adolescentes en todo el mundo dedican millones de horas a internet, los videojuegos, y las nuevas tecnologías y no hay ola de crímenes. No tiene nada que ver. Podía haber sido por otra causa, podía haber disparado a su madre, porque le dijese que llevaba mucho tiempo en la ducha o no dejase pasar al baño a alguien o simplemente porque tuviese la habitación desordenada, pero ha coincidido con uno de los problemas corrientes de los adolescentes. Además, cuántos juegos hay de matar, infinitos… Desde el Minecraft hasta el Mario Bros que al fin y al cabo le pilla el tren. O en los que atropellas a gente o los de la Segunda Guerra Mundial. Pero ese componente virtual de matar, igual que de niños jugábamos con los soldaditos a matarlos con las canicas, no se traduce. Ver muchas cosas de muerte no tiene que ver con un riesgo de muerte. En ese caso, estaría inducido y no reconduciría la conducta.

Otra cosa es cometer delitos y buscar formas de matar. Hay sujetos que fantasean con hacerlo y tienen ese juego sádico, morboso. A ese niño, la escopeta no le cayó en las manos por casualidad. Sabía dónde estaba y también la munición. Por qué estaba a mano ese arma o hasta qué punto procuró acceder a esas armas para decidir dar el paso siguiente. ¿Cuántos menores discuten con sus padres por los videojuegos, por quedarse sin wifi, si se cae alguna red social durante horas y no reaccionan así? Lo único que hacen es ponerse de mala uva y ya está. En este caso, lo que tiene que ver es la presencia de armas y cómo pudo acceder a ellas. Por otro lado, está su forma de reaccionar a las cosas, ya que no es una situación extrema. La causa está en que él no ni tiene emociones ni afecto sincero por su familia y los ha matado de manera fría e indiferente o ha preparado la jugada porque el arma estaba a su disposición. Dedicar más de cinco horas a wifi absorbe tiempo pero no lleva a menores a matar a nadie. Se trata de nuevas formas de relacionares que los adolescentes tienen que aprender a manejar.

-Por tanto, ¿uno nace así o se hace?

-Realmente no se llega a la conclusión sobre este asunto. Algunos científicos estudian si la activación del cerebro se realiza de forma diferente dependiendo de cada situación, tratan de descubrir patrones de reacción cerebral. Otros dicen que puede que alguna forma de privación emocional afectiva en la infancia, en el prenacimiento o nada más nacer, pueda llevar a esa frialdad. Otros lo consideran como una forma de ser más, como uno es extrovertido, tímido… Puede ser una mezcla de todo ello, aunque depende de cada caso.

-¿Se podría decir que en la sociedad somos culpables de que se cometan tales tipos de actos porque nuestro grado de tolerancia es muy alto?

-Todos los años se ahogan en España centenares de personas, pero cuántas personas se bañan al año en España, millones al día. En este caso lo mismo. Cuando las conductas son bajas en tasa de frecuencia, es imposible de erradicarlas porque siempre existirán. En las sociedades occidentales como la española y la asturiana, como hay mucho pacifismo, esas cosas violentas resultan alarmantes, pero no existe tasa cero. Lo importante está en centrar los recursos en la rehabilitación social. El remedio podía estar en un mayor control de las armas y los armeros, pero no quitarías que sujetos así decidieran apuñalar a sus seres queridos. Nunca se conseguirá que no haya homicidios en un país por alguna causa.