Son varias las publicaciones especializadas de turismo y viajes que han puesto el foco en Asturias por muchas de sus virtudes: ya sea por la oferta cutural y paisajística o por la gastronomías. Con frecuencia se recomiendan sus ciudades y pueblos, desde el mar a la montaña, precisamente además porque en muy pocos lugares del mundo suelen estar cerca.
No es la primera vez que se destacan las localidades pintorescas ni tampoco los platos abundantes, pero esta vez se ha registrado explícitamente la recomendación de la comunidad como refugio climático, alabando las virtudes de su clima y las posibilidades de librarse de un calor sofocante. Lo ha hecho nada menos que National Geographic poniendo sus ojos en un clásico para los visitantes como es Cudillero. Pero para señalar que «y además de ser un precioso pueblito con un montón de encantos, en julio se preveen para este lugar temperaturas entre 15 y 22 grados; el paraíso perfecto para resguardarse de la ola de calor».
Es algo en lo que insiste la revista al señalar que para los turistas que se acercan a la península y a sus islas, «ahora hay que tener en cuenta otro factor más: la ola de calor que domina España (y las que desafortunadamente están por venir)». Y también que «noches sin dormir, búsquedas de lugares con aire acondicionado, abanico en mano todo el tiempo, cansancio, incomodidad... Una infinidad de factores que pueden estropearnos los días de vacaciones en los que lo único que queremos es disfrutar y descansar al máximo»; resaltando que «donde mejor se pasa el calor es en el norte».
Son muchos lo que se han empezado a fijar en las cualidades de Asturias como un territorios mejor preparado para resistir el aumento global de las temperaturas. Los llamados nómadas digitales (personal cualificado que se emplea normalmente en el sector de las tecnologías) ya lo citan como una de las principales ventajas para establecerse, aunque sea temporalmente en el Principado: la causa más citada es el clima, el buen tiempo, el refugio ante un aumento de las temperaturas cada vez más disparado.
El pasado mes de septiembre, el periodista británico Simon Kuper publicó en el Financial Times un artículo titulado «¿Todavía vivirá alguien en el centro de España dentro de 50 años?» destacando las ventajas de vivir en España pero advirtiendo que «el cambio climático podría ser particularmente devastador aquí». A todo ello añadía: «El turismo se trasladará al encantador y fresco norte de España a medida que el calor del verano se transforme de atracción en amenaza».