Asturias recupera el verde pero no llegan las ayudas: un año de los incendios que arrasaron la región

Esther Rodríguez
Esther Rodríguez REDACCIÓN

ASTURIAS

Se cumple un año desde que se originaros diversos fuegos por casi todos los concejos asturianos y las llamas devorasen más de 38.000 hectáreas en tan solo una semana. La comunidad fue declarada como zona catastrófica pero por el momento los damnificados no han recibido ninguna subvención

02 abr 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Hojas de hierba, algún que otro helecho y pequeñas pero coloridas plantas van poco a poco abriéndose paso entre el desolador terreno teñido de negro y cubierto de cenizas. Así es como Asturias recupera parte de ese verde tan característico de sus paisajes que perdió hace justo un año, cuando las llamas quemaron de forma simultánea gran parte de su reserva natural. Fue a finales del mes de marzo y principios de abril del pasado 2023 cuando una oleada de incendios forestales asoló la región. La mayoría de ellos fueron intencionados. Casi 300 focos activos que provocaron incalculables daños ecológicos y también materiales en la comunidad.

El fuego se extendió por casi todos los concejos asturianos y devoró más de 38.000 hectáreas en tan solo una semana. Las llamas obligaron a desalojar a cientos de personas que habitaban en la zona rural de sus viviendas, cruzaron incluso la Autopista del Cantábrico, a la altura de Cadavedo, y llegaron hasta Oviedo. El pulmón verde de la ciudad, el Monte Naranco, fue prendido por doce puntos a la vez, en una jornada en la que el riesgo de incendio era extremo.

Prácticamente la totalidad de la masa forestal de este emblemático paraje de la capital asturiana fue pasto de las llamas. Varios vecinos de la zona tuvieron que abandonar sus hogares por el riesgo de que también ardiesen. Y por si fuera poco, los monumentos prerrománicos de Santa María del Naranco y San Miguel de Lillo corrieron serio peligro. Uno de los presuntos autores de este incendio que calcinó un total de 99 hectáreas ha ingresado ya en prisión provisional, comunicada y sin fianza.

El auto dictado por el Juzgado de Instrucción número 3 de Oviedo incide en que «la solidez de los indicios apuntan inequívocamente» a la participación del investigado, un hombre de 35 años, en los incendios. Unos hechos que considera de «extrema gravedad» por la «absoluta desatención del peligro que los mismos entrañaron para la ciudadanía», ya que además fue detenido por provocar de forma intencionada otro incendio en Andorcio, en Llanera.

También las llamas arrasaron buena parte de Allande. Cerca de 37 millones de metros cuadrados de este municipio fueron reducidos a cenizas, lo que se traduce en cuantiosas pérdidas para los ganaderos y apicultores de esta zona del Occidente asturiano. El fuego se inició a media noche en el margen de la carretera conocida como «Varadoira», en un monte de pinos, eucaliptos, robles, abedules y matorral, y rápidamente se extendió por el municipio. Obligó a evacuar varias viviendas y calcinó alguna que otra casa, por suerte, la mayoría deshabitadas.

En aquel momento se vivieron situaciones «muy complicadas» durante horas, lo que generó «nervios e impotencia» entre los vecinos de un municipio que en «un momento dado» llegaron a estar cercados por el fuego «en la carretera», tal y como aseguró en su día a La Voz de Asturias el regidor municipal, José Antonio Mesa. Uno de los incendios forestales que se originó en Allande fue provocado por un ganadero de 66 años que desde su identificación el pasado mes de mayo permanece ingresado en prisión.

El cielo también se tiñó de naranja durante la primera semana de abril en Tineo. Más de diez mil hectáreas fueron quemadas en este municipio donde tuvo que desembarcar la Unidad Militar de Emergencia (UME) para ayudar a la Brigada de Refuerzo de Incendios Forestales (BRIF) de Cáceres, a los Bomberos de Asturias, empresas forestales y la guardería del medio natural, además de voluntarios, personal municipal y ganaderos que se desplazaron con sus propias cubas para apagar los desvastadores incendios.

El autor de uno de estos fuegos, que obligó a desalojar varias viviendas próximas, calcinó bienes inmuebles desalojados y obligó a cortar también varias vías de comunicación y acceso a Tineo, fue detenido el pasado mes de agosto por la Guardia Civil.

Otro de los municipios afectado por las llamas fue Ribera de Arriba. «Totalmente intencionado», el incendio fue declarado en una zona boscosa de este municipio situado a escasos kilómetros de la capital asturiana. Los ganaderos, con sus tractores y cubas, impidieron que el fuego llegase al alto de la parte trasera del puerto de Pedrafita, mientras que más de un centenar de efectivos de tierra y tres medios aéreos consiguieron controlar los diversos focos que amenazaban con llegar a casas y cuadras de cuatro localidades del concejo y del vecino de Candamo.

Pero, de todos los concejos devastados hace un año por el fuego, sin duda alguna el más afectado fue Valdés. Las llamas arrasaron más de 12.000 hectáreas de terreno de matorral, arbolado y monte bajo, es decir, una tercera parte de dicho municipio asturiano. Este incendio forestal que se originó principalmente en Tineo ha tenido tal dimensión que ha sido el tercero de más dimensión del 2023 en España. Cientos de vecinos fueron desalojados de sus viviendas, varios centros escolares se vieron obligados a cerrar sus puertas por los fuegos acaecidos en la zona, al igual que el centro de salud de Cadavedo.

El tráfico se vio además interrumpido durante varias horas al cortarse varias carreteras en este concejo del occidente asturiano, la A-8 incluida. Las grandes ranchas de viento y las altas temperaturas avivaron los diferentes focos activos en el municipio que hicieron que las llamas corriesen como la pólvora y llegasen a cruzar la Autopista del Cantábrico, puesto que debido a las condiciones meteorológicas no llegaron ni a funcionar como cortafuegos.

Para poder poner fin a las llamas que tiñeron durante una semana de rojo la región, en las labores de extinción participaron activamente bomberos de los diferentes parques de Asturias, así como la Brigada de Refuerzo de Incendios Forestales de Tineo, León o Cáceres. También efectivos de la Unidad Militar de Emergencias de León y de Galicia se desplazaron hasta nuestra comunidad, que fue meses más tarde declarada por el Consejo de Ministros como zona catastrófica.

La aprobación de este Real Decreto, en el que se declara a Asturias como zona afectada gravemente por emergencia de protección civil —conocida como zona catastrófica— a consecuencia de los graves incendios forestales que ha sufrido, permite a la comunidad y a otras 12 acceder a ayudas para atender las urgencias y lo más inminente.

Las ayudas por los incendios estarán listas antes de junio

Sin embargo, los damnificados por estos incendios que asolaron la región, por el momento, no han recibido ninguna ayuda al respecto. El consejero de Medio Rural y Política Agraria, Marcelino Marcos Líndez, ha asegurado este sábado que el Gobierno del Principado centra sus esfuerzos para que estas subvenciones estén listas este semestre, es decir, para que antes del mes de junio ya sean convocadas.

Al margen de estas ayudas, Marcelino Marcos asegura que el Gobierno autonómico ha ido desarrollando otras medidas y cumpliendo sus compromisos. Ha recordado, según recoge Europa Press, que habilitaron en «muy pocos meses» unos convenios con 74 ayuntamientos en materia de prevención y infraestructuras rurales vinculadas precisamente a la protección de la superficie forestal de los núcleos rurales, con 18 millones de euros.

«Es algo pionero porque precisamente estamos hablando de unas cuantías que realmente van a poder desarrollar los ayuntamientos en materia de prevención durante los cuatro años y si eso lo unimos a las medidas dirigidas y que se están desarrollando desde la propia Consejería de Fomento se demuestra que el compromiso del gobierno se viene cumpliendo», ha indicado.

Más recursos para impedir incendios forestales

Con el objeto de evitar una nueva oleada de incendios, el Principado aprobó una nueva Ley de Empleo Público para crear un nuevo cuerpo de Agentes Medioambientales, además de publicar en el Boletín oficial del Principado (BOPA) el plan anual de prevención, vigilancia y extinción que ordena los recursos para la gestión integral de los incendios forestales en todo el territorio durante el próximo año. Entre otras medidas, incluye desbroces, quemas controladas, prohibiciones de uso del fuego, la creación de estructuras preventivas o actividades de formación y sensibilización a la población.