Construcción e inmobiliarias: el nicho de las empresas fantasma

ASTURIAS

F. Sotomonte

Asturias tiene un porcentaje menor de este tipo de empresas que pueden usarse para fines fraudulentos

28 ago 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

En los últimos ejercicios la creación de empresas ha aumentado sus cifras de forma notable en Asturias, con la comunidad liderando el incremento en el país en momentos puntuales, pero sigue habiendo compañías que no tienen actividad, dos tipos distintos de no muertos en el tejido empresarial: las empresas zombi y las empresas fantasma.

La diferencia entre ambos grupos es que las zombis «son aquellas no rentables y cuya actividad podría cesar por no cubrir sus gastos financieros. A diferencia de las fantasmas, las empresas zombis registran sus cuentas, lo que permite analizar su situación financiera»; según explica Informa D&B en un estudio sobre las compañías fantasma que «a pesar de seguir inscritas en el registro, no tiene indicios de actividad, y en particular no inscribe su depósito de cuentas en el registro mercantil publica balances a pesar de ser obligadas a ello».

En el caso de Asturias el informe contabiliza 7.371 empresas fantasma que tenían actividad en la comunidad y han dejado de tenerla sin cumplir las formalidades requeridas. El estudio detalla que «a pesar de que existen sanciones que castigan la falta de publicación inscripción de las cuentas anuales muchas empresas se encuentran en esta situación, aunque sería más conveniente proceder a la liquidación de la sociedad y así no permitir que estas sociedades sean utilizadas a fines fraudulentos».

Las denominadas sociedades fantasma presentan una serie de rasgos comunes que permiten trazar su perfil en España. Según los datos disponibles, la mayor concentración se da en la Comunidad de Madrid, que reúne el 19,18 % del total, seguida de Andalucía (18,47 %) y Cataluña (17,26 %). En el caso de Asturias suponen un 1,43% del total.

En cuanto a su actividad inicial, casi una cuarta parte de estas sociedades se vinculaba a la construcción y a las actividades inmobiliarias (24,73 %), mientras que el comercio concentraba el 21,43 %.

El periodo de creación también ofrece pistas sobre su origen: el 44,06 % de estas empresas se constituyeron entre 1975 y 2000, y otro 19,19 % lo hicieron entre 2011 y 2020.

Respecto al capital social, la mayoría opera con recursos limitados: cerca del 65 % se creó con un capital igual o inferior a 5.000 euros.

El pasado mes de junio se publicó el informe correspondiente sobre las empresas zombies, y en el caso de Asturias cuenta 803 empresas zombis en su territorio (en el año 2021 eran 1.160), lo que representa un 2,25% del total. El Principado es uno de los territorios con menor porcentaje de este tipo de compañías en su tejido productivo y la mayoría de comunidades rondan porcentajes similares. No es así en Cataluña y Madrid donde el peso de las empresas zombi sí es medianamente relevante, un 18% y un 20% respectivamente, lo que ya supone un grupo amplio en el conjunto.

Un cambio metodológico de la Oficina Europea de Estadística (Eurostat) ya obligó a revisar a la baja el número de empresas registradas en las comunidades autónomas. El Instituto Nacional de Estadística (INE) dejó de contabilizar a las sociedades «económicamente inactivas», es decir, aquellas sin facturación, empleo, inversiones o producción en el año de referencia.

La modificación destapó una sobreestimación en todas las comunidades, aunque con diferencias notables. Madrid, Navarra y las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla lideraron la desaparición de empresas fantasma, mientras que Canarias redujo en un 8 % su registro. En Asturias, la rebaja fue del 5 %, situándose ya por debajo de la media nacional.

La proliferación de sociedades fantasma suele estar vinculada a cierres no formalizados para evitar los costes de los trámites. En Madrid, además, confluyen otros factores: la fuerte concentración de inversión extranjera, la compra de asesorías inactivas para participar en rondas de financiación y la utilización de sociedades para optimizar fiscalmente bienes inmuebles, a menudo situados en otras comunidades como la Costa del Sol.

El informe de 2025 también analiza la evolución de las denominadas empresas zombis. Del total de 48.049 identificadas en 2023, una cuarta parte sigue en esa situación, aunque cerca del 62 % ha superado los problemas de sobreendeudamiento. Otro 12,96 % ha cesado su actividad.

Entre 2021 y 2025 el número de estas empresas descendió en 3.875. El mayor repunte se dio entre 2021 y 2022, con 7.650 nuevas compañías clasificadas como zombis, reflejo del impacto de la pandemia en los balances de 2020. Sin embargo, la tendencia se revirtió entre 2023 y 2025, con una caída de 12.364 sociedades, lo que supone un descenso del 25,7%