Generelo: «Como entrenador no di el nivel que se esperaba de mí»

Redacción OVIEDO

AZUL CARBAYÓN

David Generelo, durante un entrenamiento.
David Generelo, durante un entrenamiento.

El exjugador y extrenador del Real Oviedo habló de su etapa en el club azul

24 ene 2019 . Actualizado a las 20:12 h.

David Generelo (Badajoz, 1982) casi no había hablado del Real Oviedo desde que dejó la entidad en junio de 2016 después de no conseguir meter al equipo en el playoff de ascenso.

Ahora, tras entrenar en el fútbol base del Zaragoza (juveniles y filial), está en el paro y espera una oportunidad. El pacense habló ante los micrófonos de Asturias SER Deportivos de su etapa como jugador y, sobre todo, de los meses en los que estuvo al frente del conjunto carbayón.

Recuerdos de Oviedo como jugador

«El partido de playoff del Carranza fue mi último encuentro como jugador, no puedo tener mejor recuerdo».

«Fue una alegría inmensa por todo lo que supuso. Era cumplir el reto que tenía como jugador cuando llegué. Con eso me quedo».

El paso a los banquillos

«Cuando me retiré me encontré con la opción de entrenar sin pensarlo mucho y sin casi descansar. Tenía toda la mejor intención, lo intenté pero no pude ser. Acabé muy triste porque perdí ese cariño de la afición».

«Prefiero que se me recuerde como jugador que como entrenador, la verdad. Pensaba que podía, con la ayuda de los jugadores, llevar al Oviedo a Primera. Era el objetivo».

«Los resultados no acompañaron y no di el nivel que se esperaba de mí, es lo que más siento. Salí como jugador con un cariño espectacular, pero mi salida como entrenador no tuvo nada que ver, algo que hasta cierto punto entiendo».

«La situación cuando cogí el cargo fue muy precipitada. Egea se marchó y en un principio yo iba a ser interino. Al final confiaron en mí y yo creía que podíamos hacerlo bien».

«Consideraba a todos los jugadores amigos, pensaba que iba a ser fácil y fue todo lo contrario. Una experiencia complicada, fui con mi idea y no funcionó».

Cariño por el club y la ciudad

«Fueron dos años muy intensos. La época de jugador fue muy feliz, por todo. Luego como entrenador todo cambia, los demás te ven de otra manera y la pelota no entró».

«Sigo al Oviedo desde la distancia y los miro con cariño, ojalá puedan volver a la Plaza América a celebrar un ascenso».

«Ojalá poco a poco podamos seguir volviendo a la ciudad y la gente se quede con las cosas buenas».