El verde del municipal ovetense mostró su peor aspecto de la temporada durante el Real Oviedo-Almería
04 nov 2019 . Actualizado a las 11:28 h.No ha hecho falta que llegase un temporal climatológico muy agresivo para que, por enésima vez, el césped del Carlos Tartiere vuelva a alterar un encuentro del Real Oviedo. El pasado viernes, ante el Almería, el verde del municipal ovetense mostró su peor aspecto de la temporada y, por momentos, fue un obstáculo más para el conjunto azul y su rival.
La obra realizada este verano, según el Ayuntamiento con la idea de que fuese la definitiva, todavía le está costando dar sus frutos. Ante el Girona, penúltimo encuentro en el Tartiere, el césped si dio buenas sensaciones y no se encharcó nada a pesar de la incipiente lluvia de las horas previas. No fue así contra el Almería.
La banda de los banquillos y la esquina derecha del fondo sur, que desde la inauguración del estadio siempre fueron las zonas más críticas, no estaban muy bien al comienzo del encuentro y su estado se fue agravando a medida que pasaban los minutos. Ya en la segunda parte, precisamente cuando el Oviedo atacaba en dicha parte del rectángulo, circular el balón, controlar y conducir era misión imposible.
«No se puede jugar con extremo en esa banda derecha por el estado del césped». Así de claro se mostró Rozada en sala de prensa. Además de afectar a Omar Ramos primero y a Borja Sánchez después, Juanjo Nieto fue el que más visible hizo su enfado. El lateral castellonense erró en dos controles casi consecutivos y su cara de desesperación mientras miraba al suelo lo decía todo.
El Real Oviedo espera que las lámparas LED puedan ser utilizadas en breve. Llevan varias semanas en el Carlos Tartiere, pero su funcionamiento depende de unos arreglos en la instalación eléctrica del estadio. Cuando eso suceda, se podrá evaluar definitivamente la obra realizada en verano.
